Los generales toman el mando
Villa, Iniesta y Cesc tramitan la victoria del Bar?a y encarrilan la eliminatoria (0-3) ante un Alav¨¦s que festej¨® su pasado
Misi¨®n cumplida. El Alav¨¦s, lleno de gloria en los 90, pudo asomarse al frenes¨ª de las grandes noches, aunque todos los jugadores que saltaron a Mendizorroza vieron aquella final de Dortmund ante el Liverpool por televisi¨®n. O quiz¨¢s alguno ni la vio aunque le sonara por lo maravillosamente escandalosa que fue. Pero la misi¨®n estaba cumplida. La Copa para los equipos peque?os es como un boleto premiado para una familia en paro. Y el Alav¨¦s, l¨ªder de su grupo (como reza el himno) en Segunda B, sab¨ªa cuando salt¨® al campo que la visita del Barcelona supon¨ªa cubrir en un partido el 12% del presupuesto anual. El resto era accesorio. Se dice que son los partidos que todo futbolista de bronce sue?a jugar aunque el destino sea seguir el bal¨®n entre las piernas del contrario.
ALAV?S, 0 - BARCELONA, 3
Alav¨¦s: Urtzi; ?. Rubio, Agust¨ªn, J. Hern¨¢ndez, M. Garc¨ªa; Beobide, J. Delgado; Guzm¨¢n, J. Garc¨ªa (Sendoa, m. 71), Asier (Luismi, m. 71); y Viguera (S. Llamas. m. 82). No utilizados: Miguel y Ayala.
Barcelona: Pinto; Dani Alves, Bartra, Mascherano, Montoya; Sergi Roberto, Busquets (Song, m. 56), Iniesta (Jonathan Dos Santos, m. 75); Alexis, Villa (Tello, m. 69) y Cesc. No utilizados: Oier y Adriano.
Goles: 0-1. M. 40. Villa. 0-2. M. 50. Iniesta. 0-3. M. 88. Cesc.
?rbitro: Teixeira Vitienes. Amontest¨® a Guzm¨¢n y a Luismi, del Alav¨¦s.
19.000 espectadores en Mendizorroza.
Misi¨®n cumplida. Para los equipos grandes, los partidos peque?itos conviene liquidarlos con prontitud, estirar el m¨²sculo, afinar la punter¨ªa. El presupuesto no va en estos encuentros y las sorpresas afean cualquier curr¨ªculo, y los ejemplos son m¨²ltiples. As¨ª que el Bar?a, con una mezcla de titulares y suplentes, sin experimentos ni flaquezas an¨ªmicas, fue moviendo el ¨¢rbol del Alav¨¦s a la espera de que cayera la manzana. No era el suyo un f¨²tbol de hilvanes, de encaje de bolillos, sino un ejercicio de autoridad. Tanto le concedi¨® las bandas el Alav¨¦s que el Barcelona se vio obligado (y no es un eufemismo) a jugar por los costados, con Alves y Alexis por la derecha, y Montoya y Villa por la izquierda. Pero el gol lleg¨® por donde sol¨ªa. Por la inteligencia y la t¨¦cnica de Iniesta para insertar el bal¨®n entre los centrales y habilitar a Villa frente al portero. El c¨¢ntaro estaba siempre en la misma fuente y tarde o temprano ten¨ªa que rebosar por alg¨²n lado.
El Alav¨¦s era un equipo armado y desarmado al mismo tiempo. Defend¨ªa agrupadito, sin perder la compostura, y apenas buscaba alg¨²n contragolpe con la habilidad de Jonan o la fortaleza de Viguera. Todo mor¨ªa antes de alcanzar el ¨¢rea. El Bar?a fue cogiendo tono a medida que el fr¨ªo le obligaba a intensificar el trabajo. Busquets se congel¨® en el centro del campo, donde ten¨ªa poco que hacer, y a Iniesta le costaba encontrarle la dificultad a un partido. En cuanto vio el pase dificultoso, le encontr¨® las cosquillas al juego y rompi¨® el encuentro. Luego era cuesti¨®n de continuar la tarea.
Iniciada la segunda mitad, el p¨¢lido futbolista llen¨® de color Mendizorroza con un golpeo sutil, y coloc¨® el bal¨®n en la escuadra. Iniesta ya hab¨ªa dejado su sello en el haz y el env¨¦s del encuentro antes de irse para dejar su sitio al joven Dos Santos. Quienes quer¨ªan verle de cerca le vieron en todos sus perfiles: inteligente, asistente y goleador.
El Alav¨¦s tuvo sus minutos de gloria. El 0-2 le despoj¨® de ambiciones desmedidas y trat¨® de ser quien es. As¨ª que busc¨® la porter¨ªa de Pinto con alguna intensidad durante varios minutos, en los que cerc¨® al Bar?a y hasta pudo cobrarse un penalti por empuj¨®n a Viguera que el ¨¢rbitro no vio. Fue su trending topic, muy lejano de aquel de Dortmund, cuando no exist¨ªa el trending topic, pero s¨ª un ejemplo de una actitud encomiable, la que se deriva de divertirse en un partido por muy perdido que est¨¦.
No era una victoria memorable del Barcelona, ni pas¨® una apisonadora por Mendizorroza, ni la goleada se asom¨® por Vitoria. Fue m¨¢s bien un Bar?a preso de la rutina, tranquilizado por los goles y animado por el hambre de los meritorios aunque en realidad, el asunto de resolver el marcador lo asumieron los que portan galones de mando. A la fiesta de Villa e Iniesta se sum¨® Cesc cuando cabece¨® a medio metro de la l¨ªnea de gol un centro de Alves.
Hay derrotas que no duelen porque nacen anestesiadas. Los tres goles no quebraron la alegr¨ªa del Alav¨¦s y mucho menos la de su p¨²blico, que cantaba y animaba como si la victoria les mirase. O si un gol les condecoraba para la historia. Lo pudo hacer en el 90 pero se fue al cielo. Hay glorias que se hacen de rogar, por mucho que te apoden El Glorioso.
El Guaje no para
No para el guaje de hacer lo que sabe: meter goles, abrir el campo y dar profundidad a un equipo que le tiene por un regalo. Ayer destap¨® la lata con un zapatazo con la zurda, la pierna que se rompi¨® en Jap¨®n y le tuvo casi siete meses fuera del campo. Pero Villa es mucho Villa y ya lleva cinco goles, con F¨¢bregas, el m¨¢ximo goleador del equipo tras Messi.
Sustituido antes de acabar, explic¨® Vilanova que podr¨ªa haber jugado los 90 minutos, pero matiz¨® el t¨¦cnico: ¡°Hemos buscado la calidad antes que la cantidad¡±. ¡°El s¨¢bado hay otro partido, voy poco a poco, y hay profesionales que saben lo que necesito. Yo estoy feliz porque he recuperado sensaciones y porque para un delantero, marcar es importante¡±, asegur¨® el guaje, que estuvo en el campo suficiente como para abrazarse a Iniesta tras el golazo del canterano. De rosca, de primera, sobre la frontal, desde la esquina de Stamford Bridge, por donde el Bar?a empez¨® a ganar la tercera Copa de Europa en Roma, la clav¨® el manchego, que llev¨® el brazalete de capit¨¢n, los galones que le conceden 10 a?os en el primer equipo.
El chico t¨ªmido de Fuentealbilla lider¨® ayer al Bar?a, y se fue ovacionado de Mendizorroza. ¡°Es un orgullo ver a campeones del mundo jugar este partido como lo han hecho, pero nos ha ayudado jugar en un campo de Primera, con una afici¨®n der primera¡±, reconoci¨® Vilanova, que elogi¨® el partido de Sergio Roberto ¡ª¡±es fiable para jugar la copa o la Champions; si no est¨¢ en el primer equipo es por la gente que juega en su puesto¡±¡ª el d¨ªa que hizo debutar a Pinto, el ¨²nico que faltaba por jugar , lesionados a parte, en este curso. Pinto, que sufri¨® el impacto en la cabeza de un bocadillo, un hecho al que neg¨® importancia, termin¨® ejerciendo de capit¨¢n y mantuvo la puerta a cero. De vuelta a Vitoria, Montoya cambi¨® de banda para que entrara Alves por la derecha. Todo muy coral.
A Vilanova le salen todas las cuentas que hace y el equipo va de victoria en victoria, por mucho que la estad¨ªstica y su experiencia le digan que despu¨¦s de cada partido, la derrota est¨¢ m¨¢s cerca. Solo le falta cuadrar una ecuaci¨®n: la de Alexis, que se ha quedado seco, en goles. Todo lo contrario de Villa, que no para.
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