Un fara¨®n muy poco egipcio

Con 11 a?os se sub¨ªa todo los d¨ªas al coche del se?or Sbravati. Le acompa?aban otros dos chiquillos de su edad. 50 kil¨®metros de ida y 50 de vuelta para ir a entrenarse en las categor¨ªas inferiores del G¨¦nova. Ah¨ª se form¨® Stephan El Shaarawy, hoy m¨¢ximo realizador del calcio con ocho tantos. Es el que ha mantenido a flote el Milan de Massimiliano Allegri en los ¨²ltimos partidos. Luce una cresta enorme, de las que se llevan ahora. Tiene 20 a?os y le llaman Il Faraone por sus origines egipcios. El padre, psic¨®logo, naci¨® y estudi¨® en El Cairo hasta que decidi¨® buscar fortuna en Italia. Aterriz¨® en Savona (una peque?a provincia de Liguria) y all¨ª conoci¨® a la se?ora Lucia, que trabaja en un ambulatorio. De egipcio, El Shaarawy tiene justo el apellido. Naci¨® en Italia en 1992 y ha pasado por todas las selecciones inferiores de La Azzurra; en agosto fue convocado por primera vez por Cesare Prandelli. Debut¨® y ya forma parte de la nueva generaci¨®n de promesas sobre la que el t¨¦cnico quiere construir la selecci¨®n para el Mundial de Brasil 2014.

¡°Si marcas siete goles antes de Navidad te pago las vacaciones¡±, le dijo Ambrosini hace un mes. Ya lleva ocho.

¡°Es un chaval con grandes valores. Y para el grupo eso es fundamental¡±, dice Devis Mangia, t¨¦cnico de la sub-21. ¡°En la ¨²ltima concentraci¨®n a la que vino lleg¨® bajo de ¨¢nimos, por lo que estaba ocurriendo en el Milan. Trabajamos en eso m¨¢s que en otra cosa porque es un jugador con una calidad notable¡±, a?ade Mangia, que ha tenido que prescindir de ¨¦l despu¨¦s de que le llamara Prandelli. El Shaarawy es un producto de Allegri. El entrenador del Milan fue integr¨¢ndolo poco a poco al equipo, quit¨¢ndole presi¨®n, gestionando minutos y apariciones. El a?o pasado sum¨® 798 y esta temporada, la de su explosi¨®n, ya lleva 930.

En Milanello, la ciudad deportiva rossonera, ha heredado la habitaci¨®n de Gattuso y la comparte con Antonini. Sus compa?eros hablan de ¨¦l como de un chico disciplinado, educado, centrado y discreto; un tipo que se hace querer. Y que, visto lo visto, adem¨¢s marca goles. ¡°Empez¨® como exterior en el centro del campo, con los a?os se ha hecho m¨¢s ofensivo. Puede jugar de extremo y ocupar varias zonas. Lo ¨²nico que no puede hacer es de delantero centro puro porque necesita espacio y campo. Es de esos jugadores que necesitan arrancar desde atr¨¢s ya que su punto fuerte es entrar al hueco sin bal¨®n¡±, le describe Michele Sbravati, el que le hac¨ªa de ch¨®fer hace 10 a?os. Fue ¨¦l quien le descubri¨® en el Legino, club afiliado al Savona, y fue ¨¦l quien lo llev¨® al G¨¦nova, donde lo entren¨® durante tres a?os.

Fue GianPiero Gasperini el que le hizo debutar en Primera con 16 a?os. Era 2008. Se march¨® dos a?os despu¨¦s cedido al Padua, en Segunda, para foguearse, y el experimento funcion¨® tan bien (7 goles en 25 partidos) que le fich¨® el Milan. ¡°Le vi con ocho a?os. No era un fen¨®meno de esos que regateaba a todos. Pero s¨ª se notaba que era futbolista por la capacidad que ten¨ªa de hacer gestos t¨¦cnicos a gran velocidad¡±, a?ade Sbravati. En el Milan s¨ª le consideran un fen¨®meno, b¨¢sicamente porque ha conseguido encabezar la clasificaci¨®n del pichichi jugando en un equipo que est¨¢ en crisis. ¡°Si marcas siete goles antes de Navidad te pago las vacaciones¡±, le dijo Ambrosini hace un mes. Ya lleva ocho. El Shaarawy puede ir buscando hotel.