Una noche para los centrales
El regreso de Piqu¨¦ y los buenos momentos de Bartra animan al Bar?a en Glasgow
La ¨²ltima vez que el Bar?a visit¨® el Celtic Park, en febrero de 2008, gan¨® por 2-3. Exquisito en ataque, con Messi (2) y Henry (1) de goleadores, el equipo azulgrana defendi¨® mal el juego a¨¦reo. No le sirvi¨® de nada formar con cuatro zagueros de la talla de Puyol, M¨¢rquez, Milito y Abidal, y un medio centro de la envergadura de Tour¨¦ Yay¨¢. Los barcelonistas regresan esta noche a la cancha escocesa despu¨¦s que en el partido disputado en el Camp Nou encajaran un nuevo gol en una jugada de estrategia cabeceada por Samaras y que sorprendi¨® a Vald¨¦s despu¨¦s de dar en la chepa de Mascherano (2-1). A bal¨®n parado, el Celtic es un mal enemigo, y m¨¢s para un equipo como el Barcelona, que ha perdido altura por las lesiones, la salida de Keita (1,83m) y la enfermedad de Abidal (1,86m).
?Hoy no podr¨¢ jugar Busquets (1,89m), sancionado, mientras contin¨²an de baja Puyol (1,78m) y Adriano. No hay quejas, ning¨²n club tiene la capacidad del Bar?a para reconvertir laterales y volantes en centrales. Futbolistas como Puyol, M¨¢rquez, Milito, Piqu¨¦, C¨¢ceres, Chigrinski, Abidal, Font¨¤s, Busquets, Mascherano, Batra, Song y Adriano han desfilado en los ¨²ltimos cinco a?os por la zaga hasta llegar a la conclusi¨®n de que los mejores para el puesto son Puyol, Piqu¨¦ y Abidal, sobre todo cuando se impone el 3-4-3. Ahora, de regreso a Glagow, vuelve Piqu¨¦ (1,89m). La duda est¨¢ en saber si ser¨¢ titular. Y es que Vilanova ha sabido trampear muy bien el rosario de lesiones de los defensas hasta mantener invicto a su plantel en la Copa, la Champions y protagonizar un arranque r¨¦cord en la Liga.
El equipo necesita, en cualquier caso, de la mejor versi¨®n de los centrales para ganar contundencia y estabilidad en su ¨¢rea y mejorar la salida de la pelota. La mayor¨ªa de requisitos figuran en el cat¨¢logo de Piqu¨¦, que si ha tardado siete semanas en reaparecer desde que se lesion¨® el tobillo izquierdo en el partido contra el Spartak de Mosc¨² del 19 de septiembre, cuando se supon¨ªa que estar¨ªa curado en quince d¨ªas, ha sido precisamente por su carrocer¨ªa. Hombre de altura y peso, se dol¨ªa cada vez que pon¨ªa el pie en el suelo, hasta el lunes, cuando recuper¨® su eterna sonrisa. Al igual que Cesc, Piqu¨¦ se muere de ganas por reivindicarse despu¨¦s que su papel fuera cuestionado el curso pasado. No se olvida la gente que en aquel equipo cadete de Tito los mejores eran Cesc, Piqu¨¦ y Messi.
El liderazgo de Piqu¨¦ est¨¢ admitido incluso por quienes compiten por el puesto como Bartra. ¡°Es un referente. Aprendo de ¨¦l en cada entrenamiento. Aporta mentalidad y f¨²tbol: una salida limpia del bal¨®n, juego a¨¦reo y presencia¡±, explica el central de 21 a?os, tambi¨¦n bastante alto (1,83m), igualmente sereno, t¨¦cnico y elegante, y a veces un punto temerario por su capacidad para descolgarse en ataque. Bartra debut¨® precisamente con Vilanova en el Camp Nou contra el Celtic, despu¨¦s de 12 partidos in¨¦dito, y no solo recuper¨® 15 veces el cuero y no lo perdi¨® jam¨¢s, sino que cabece¨® dos veces al marco verdiblanco. Va bien al cruce, es ambicioso, su juego de posici¨®n es bueno, no acusa la presi¨®n como pasa con los j¨®venes del filial y, antes que pegar una patada al bal¨®n o al rival, es capaz de tirar un ca?o en su ¨¢rea.
No es f¨¢cil prescindir de Bartra despu¨¦s que se haya mostrado en un partido exigente como fue el del Celtic. Mucho o poco ha participado desde entonces en los cuatro encuentros posteriores y hoy podr¨ªa volver a formar pareja con Mascherano, incombustible, siempre presente, capaz de mezclar con dos centrales tan extremos como Adriano o Puyol. Hay un detalle revelador sobre la personalidad de Bartra. Ocurri¨® durante la pretemporada, en un ensayo, cuando le dio a Messi y el 10 mont¨® en c¨®lera. El delantero se revolvi¨® y le devolvi¨® la entrada del central. Todav¨ªa hoy se habla de un pique que se resolvi¨® de la mejor manera: ambos pasaron a jugar en el mismo equipo en los partidillos de entrenamiento. ¡°Se ha exagerado mucho al respecto¡±, replic¨® el lunes Bartra.
Bartra, que debut¨® en el Calder¨®n en 2010, ya no es el chico que le meti¨® a Messi sino un central que asimila r¨¢pido los conceptos de juego y que aspira a aprovechar su oportunidad. ¡°Admiro a mis compa?eros porque no se cansan de ganar. Mi recompensa es entrenarme a diario con mis ¨ªdolos. Me ayudan, me aconsejan, me ense?an. Y es en los entrenamientos del primer equipo donde se aprende qu¨¦ es el ritmo de juego y la intensidad. La consigna es no rendirse¡±. Bartra, Piqu¨¦, y muy pronto Puyol, parecen dispuestos a reclamar el protagonismo que ¨²ltimamente les han robado laterales como Adriano, Alba, Montoya y hasta el reaparecido Alves, quien compite por volver una formaci¨®n que solo ha perdido un partido y un torneo desde que comenz¨® el curso: la Supercopa contra el Madrid.
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