El Deportivo sigue en precario

A su entrenador se le llena la boca hablando de estilo, pero lo del Deportivo es otra cosa. Visto que ¨²ltimamente es aconsejable concretar el significado de cosa es necesario precisar que lo que hubo en Riazor fue, por parte del Deportivo, coraje, desorden, tambi¨¦n incapacidad y desquiciamiento, peligrosas compa?eras para un equipo que en noviembre ya se ha acostumbrado a estar en puestos de descenso y que ofrece una autopista sin peaje hacia su porter¨ªa. Al Levante le bast¨® oficio y velocidad para ganar y dispararse en la tabla. Dos ideas valen para resumir lo sucedido: 54 minutos despu¨¦s de iniciarse el partido, el Deportivo dispuso de una clar¨ªsima ocasi¨®n para enviar su primer disparo entre los tres palos. Fue un penalti, pero Riki lo envi¨® alto; para entonces el Levante ya mandaba en el marcador tras aprovechar la jugada con la que m¨¢s da?o hizo a la zaga oponente: el saque de puerta de Mun¨²a hacia Martins.

Incapaz de defender tan primitiva y previsible estrategia, el Deportivo se entreg¨® de lleno a sus urgencias, fue prisionero de la desdicha de que su pareja de centrales tuviera que dejar el partido con sendas lesiones musculares antes del minuto 14, del despiste que le provoc¨® esa situaci¨®n y las decisiones de P¨¦rez Lasa, el ¨²nico ¨¢rbitro capaz de amonestar a tres jugadores de un equipo que solo hab¨ªa cometido dos faltas. Colegiado aparte, el Deportivo perdi¨® bien pronto el hilo, combin¨® con cierta vistosidad, pero hasta donde le convino al Levante, sin profundidad ni recursos en los ¨²ltimos metros, con la evidencia de un andamiaje defensivo precario cada vez que la pelota buscaba a Martins. Pero el partido siempre tuvo unos giros inesperados que lo convirtieron en algo vecino a un desprop¨®sito. El penalti que marr¨® Riki conllev¨® la expulsi¨®n del zaguero levantinista Pedro L¨®pez y aboc¨® al Deportivo a un asedio con m¨¢s reda?os que f¨²tbol. Con dos delanteros, un par de extremos bien abiertos y Valer¨®n como lanzador el Deportivo afront¨® la ¨²ltima media hora como si no hubiera ma?ana. Arriesg¨® y cay¨® tras un error de Aythami, que volcado al ataque recogi¨® la pelota en la posici¨®n de extremo y quiso hacer la jugada de un extremo. Pero es defensa y perdi¨® la pelota en el regate. En la contra Aranzub¨ªa, que ejerc¨ªa de l¨ªbero, derrib¨® a Martins y con veinte minutos por delante y todos los cambios consumidos, ?lex Berganti?os se puso bajo palos hasta que el Levante encontr¨® porter¨ªa y sentenci¨® en pleno recital de impotencia local. ¡°Todo es preocupante, lo institucional y lo deportivo¡±, resumi¨® el presidente Lendoiro.