La Pulga es de goma

¡°A Messi no se le frena ni con patadas¡±. La frase tiene due?o. O, mejor, due?os. La dijeron, entre otros, defensas como Marcelo, del Madrid, o Mikel Gonz¨¢lez, de la Real. Lo que obliga a deducir que tiene poco de t¨®pico. Leo Messi sortea las embestidas de los rivales con un tren inferior poderoso y la misma maestr¨ªa con la que avanza metros con cortos y numerosos toques de bal¨®n. Tampoco pudo frenarlo Artur la noche del mi¨¦rcoles, cuando salt¨® al Camp Nou para tratar de caldear una g¨¦lida noche con sus regates y sus goles: el guardameta del Benfica le sali¨® al paso y golpe¨® fuertemente en la rodilla del argentino, pero este sigui¨® la jugada y con aquella misma pierna izquierda que se hab¨ªa lastimado pate¨® la pelota en busca de un gol que le igualara con el m¨ªtico Gerd M¨¹ller, autor de 85 goles en el a?o 1972.

¡°Pens¨¦ en que era la ¨²ltima pelota que iba a tocar en mucho tiempo; por eso, a pesar del dolor, intent¨¦ pegarle, aunque ya no ten¨ªa ni fuerzas para tocar la pelota¡±, confesaba el argentino un d¨ªa despu¨¦s de los hechos en una abarrotada sala del estadio azulgrana en la que compareci¨® como embajador de Turkish Airlines. La aerol¨ªnea dejar¨¢ de patrocinar al Barcelona a final de temporada ¡ªel club ha ingresado nueve millones de euros en tres a?os¡ª, pero no se desprender¨¢ de la imagen del astro argentino, que protagoniza un anuncio con Kobe Bryant.

Messi asom¨® sano y contento: se hab¨ªa entrenado solo, en el gimnasio, pero solo sufre ligeras molestias. La noche anterior sus gestos de dolor, tan poco habituales, hab¨ªan enmudecido al Camp Nou. ¡°Cuando sent¨ª el golpe yo tambi¨¦n pens¨¦ lo peor. Solo pensaba en el dolor que sent¨ªa y en que iba a estar mucho tiempo fuera de la cancha¡±, record¨®. Y explic¨® que se encontraba bien, mucho mejor que el d¨ªa anterior: ¡°Por suerte no fue m¨¢s que un golpe¡±. Y a?adi¨®: ¡°No s¨¦ si voy a estar para el domingo, depende de c¨®mo evolucione¡±. Claro que su intenci¨®n es no perderse ni uno solo de los cuatro partidos que le quedan a su equipo de aqu¨ª a final de a?o.

Digan lo que digan el t¨¦cnico, Tito Vilanova, o el director deportivo, Andoni Zubizarreta, que el mi¨¦rcoles se esforzaban por restar importancia al objetivo de La Pulga de superar a M¨¹ller como el goleador con m¨¢s tantos en un a?o natural, Messi lo tiene claro: ¡°Ser¨ªa bonito batir el r¨¦cord y, si lo hago, ojal¨¢ dure mucho tiempo como dur¨® el de Muller. Si llega, bien; si no, no pasa nada. Pero estamos ah¨ª tan cerquita que lo vamos a intentar¡±, zanj¨®.

Que ese chico enclenque y enjuto que aterriz¨® en Barcelona con 13 a?os, ese mismo que necesit¨® que el club le costeara un tratamiento especial con hormona del crecimiento, tenga a tiro el fabuloso r¨¦cord de M¨¹ller tiene mucho que ver con su evoluci¨®n como deportista, m¨¢s que como futbolista. Messi sigue jugando como lo hac¨ªa de chico. Ahora, adem¨¢s, es un portento f¨ªsico. La ¨²ltima vez que se perdi¨® un partido por lesi¨®n fue el 4 de marzo de 2008. Sufr¨ªa rotura del b¨ªceps femoral del muslo izquierdo, una lesi¨®n que ya le hab¨ªa dejado 35 d¨ªas de baja entre diciembre y enero de aquel a?o. Ninguna otra lesi¨®n muscular le ha alejado del terreno de juego desde entonces. Solo alg¨²n traumatismo sin importancia, como podr¨ªa ocurrir esta vez.

¡°No s¨¦ si voy a estar para el domingo, depende de c¨®mo evolucione¡±

Con la llegada de Pep Guardiola en el verano del 2008 el club tuvo a La Pulga entre algodones. El Barcelona inici¨® un control estricto de la dieta de sus futbolistas, algo que al argentino le hac¨ªa mucha falta: desayunar y comer en la ciudad deportiva ayud¨® a regular su descuidada dieta. Y los batidos multivitam¨ªnicos administrados tras las sesiones de trabajo complementaban los programas espec¨ªficos de preparaci¨®n f¨ªsica para el delantero ¡ªel fisioterapeuta Juanjo Brau se convirti¨® en su sombra hasta cuando viajaba con la selecci¨®n argentina¡ª, al que adem¨¢s, se le administraban los minutos con cuentagotas para evitar que se rompiera: en aquella primera campa?a de Guardiola Messi no pas¨® de jugar seis partidos como titular y se med¨ªan sus minutos en ciclos de tres partidos. Poco a poco su cuerpo fue fortaleci¨¦ndose, asimil¨® h¨¢bitos saludables, que combina con una beneficiosa devoci¨®n por la siesta, y entendi¨® que cuanto m¨¢s sano estuviera m¨¢s minutos jugar¨ªa. Y no hay nada que le guste m¨¢s. Desde el curso pasado Messi lo juega pr¨¢cticamente todo. Est¨¢ hecho un toro. Ya no necesita mimos. Nadie lo tumba. Ni a patadas, ni a embestidas como la de Artur. La Pulga es de goma.