Negredo hiela Cornell¨¤

Negredo, lesionado desde hac¨ªa casi tres semanas, sali¨® a tiempo desde el banquillo para rescatar a un Sevilla diezmado por la expulsi¨®n de Reyes y para castigar el avaricioso conservadurismo del Espanyol. Fren¨® el ariete un tercer derrumbe consecutivo de su equipo y penaliz¨® la avaricia del Espanyol, corto de juego y ambici¨®n, incapaz de resolver de una vez por todas un encuentro en el que goz¨® de muchas bazas para poder ganarlo.

Se le escap¨® el triunfo al Espanyol, que sigue hundido en la tabla, cuando se cre¨ªa ya acreedor del oportunismo de Sim?o. Como Negredo despu¨¦s, el portugu¨¦s se quit¨® el ch¨¢ndal para relevar a su compatriota Rui Fonte y rematar un c¨®rner de cabeza, desde el interior del ¨¢rea peque?a, ¨¦l, uno de los m¨¢s bajitos, 1,74 seg¨²n el generoso dato oficial. La jugada m¨¢s insospechada parec¨ªa haber decidido un partido hipertenso, ag¨®nico para el Espanyol, colista; extremadamente delicado para el Sevilla, que corr¨ªa el riesgo de una tercera derrota consecutiva. La evit¨® Negredo cuando solo quedaba por consumirse el tiempo a?adido.

El f¨²tbol brill¨® por su ausencia en Cornell¨¤-El Prat durante la hora previa a ese gol de Sim?o. Trat¨® de desplegarlo el Sevilla, al ritmo del comp¨¢s de Rakitic y las punzadas de Navas por la banda derecha; en todo caso, con poca p¨®lvora. Apenas le dio para unos minutos. Hasta que Mu?iz Fern¨¢ndez se arrog¨® el papel protagonista de la fr¨ªa noche de viernes. Y si alg¨²n futbolista no le segu¨ªa el hilo, que se atuviera a las consecuencias. No lo hizo Reyes, que se concentr¨® en exceso en el lanzamiento de una falta desde la frontal del ¨¢rea. Mu?iz hab¨ªa hecho sonar su silbato para permitirle el lanzamiento. Pero una d¨¦cima de segundo despu¨¦s, de espaldas a Reyes, levant¨® el brazo desautorizando su propia decisi¨®n mientras rega?aba a los jugadores que convirtieron cada c¨®rner, cada falta, en un combate de tretas, peque?os empujones, sutiles agarrones. No vio Reyes el gesto de Mu?iz. Y Mu?iz no consinti¨® el despiste de Reyes, que lanz¨® la falta. Le ense?¨® la tarjeta amarilla. Era la segunda. Pocos minutos antes hab¨ªa visto otra por poner el codo en un salto con un rival. La expulsi¨®n, con casi una hora por delante, condicion¨® todo lo que vino a continuaci¨®n, aunque no exime al Sevilla de su enorme error defensivo en el gol de Sim?o, ni de su paso atr¨¢s en el inicio de la segunda parte.

Al Espanyol le cuesta recuperar, crear, anular los despliegues atacantes, todo. Javier Aguirre, su flamante entrenador ¡ªel tercero al que se opone el Sevilla, tras Pochettino en la ida de la Copa y Longhi en la vuelta¡ª renunci¨® al doble pivote para incorporar a V¨ªctor S¨¢nchez a la l¨ªnea de cuatro junto a Wakaso, Verd¨² y Rui Fonte. El Sevilla encontr¨® agujeros en la defensa del Espanyol y Spahic hizo trabajar a Cristian nada m¨¢s empezar. Una absurda acci¨®n de Fernando Navarro empujando a Verd¨² cuando ten¨ªa todo a su favor para despejar el primer bal¨®n colgado al ¨¢rea del Sevilla acab¨® en penalti. Verd¨² lo transform¨®, en un lanzamiento casi a lo Panenka.

Mu?iz estaba decidido a pitarlo todo, incluso lo que no suced¨ªa, como un supuesto agarr¨®n de Stuani y Kondogbia en el otro ¨¢rea. Rakitic empat¨®. Luego lleg¨® la demencial expulsi¨®n de Reyes, el inesperado gol de Sim?o y la reacci¨®n de Michel. Ech¨® mano de Manu del Moral, Rabello y Negredo para lograr un empate que cauteriza el estado de agitaci¨®n del sevillismo y dej¨® helado Cornell¨¤-El Prat.