El Valencia es otro

El Valencia ha adelantado las l¨ªneas, ha apretado los dientes y ha ganado dos partidos en tres d¨ªas a Osasuna. Mano de santo del nuevo entrenador, Ernesto Valverde. Hasta para Parejo, autor de un golazo de falta por fin digno de su talento. Apuntalada por Albelda, la porter¨ªa termin¨® por segunda vez a cero, algo que parec¨ªa quim¨¦rico tras haber recibido nueve tantos en dos partidos (ante el M¨¢laga y la Real), superado, pues, el p¨¢nico de la anterior zaga de Pellegrino. Salvo por la aportaci¨®n final de Nino, siempre incisivo, Osasuna ofreci¨® poca resistencia. Respecto al choque de Liga, Mendilibar cambi¨® casi por completo de protagonistas (10 jugadores nuevos), pero en ambos casos reaccion¨® demasiado tarde.

El Valencia acab¨® saboreando el duelo, dirigido por un Banega superlativo. A pesar de que la primera parte se hizo eterna. Al menos hasta el minuto 37. El excelente pase en diagonal de Ever Banega, desde el callej¨®n del ocho, permiti¨® a Jonas resquebrajar la zaga osasunista. Control¨® el brasile?o en carrera, mir¨® al portero y tir¨® abajo, donde m¨¢s duele. Pero Riesgo respondi¨® con un brazo derecho poderoso.

La acci¨®n anim¨® al Valencia, instalado hasta entonces en un control sin profundidad. Se sent¨ªa superior en el centro del campo, sostenido por el dominio esc¨¦nico de Albelda y el malabarismo de Baega, aunque sin romper la defensa local salvo en alg¨²n desmarque de ruptura de Feghouli, cuyos centros desmerec¨ªan los desmarques.

Mendilibar hab¨ªa renovado el once de pies a cabeza. Una forma de refrescar el equipo, muy espeso el pasado s¨¢bado, y de darle vuelo a los meritorios. Apenas se lucieron. En jugada, Osasuna no cre¨® ning¨²n peligro. En estrategia, s¨ª. Los c¨®rners o las faltas laterales amenazaron a Alves. En una de ellas, Rami empuj¨® levemente a Lolo mientras el central se elevaba para cabecear. Lo suficiente para evitar el remate. Primer penalti escamoteado a Osasuna. El segundo fue como consecuencia de una mano clar¨ªsima de Ricardo Costa dentro del ¨¢rea.

Valverde repiti¨® con siete jugadores respecto al duelo liguero. Trata de encontrar una estructura, cimentada por la presencia de Albelda. Si Pellegrino sospechaba que el capit¨¢n no estaba, a los 35 a?os, para jugar partidos completos, Valverde le ha concedido dos seguidos en apenas tres d¨ªas. Lo agradeci¨® con un manual de colocaci¨®n y de oficio, bendecido por la defensa, mucho m¨¢s firme y concentrada. Todos parecen mejores: Barrag¨¢n, Rami, Ricardo Costa e incluso Cissokho.

Parejo llevaba mucho tiempo esperando un momento como este. Reiniciada la segunda parte, recibi¨® una falta volcada a la izquierda del borde del ¨¢rea. Reclam¨® su derecho a lanzarla. Y se qued¨® muy a gusto en el golpeo con el empeine derecho: por encima de la barrera, cayendo violentamente sobre el marco de Riesgo. La habilidad de un especialista sin posibilidad de mostrarla. Tal vez un punto de inflexi¨®n para un jugador de enorme calidad t¨¦cnica pero sin confianza hasta la fecha, tomado a chufla por buena parte de la hinchada y de la cr¨ªtica del Valencia. El cuadro de Valverde disfrut¨® hasta el final. Jug¨® con fluidez y buen gusto. Y remat¨® a Osasuna con un gol de Soldado en el descuento: reba?¨® un rechace de Riesgo a un tiro de Bernat. El nuevo entrenador ha tra¨ªdo otro aire al equipo, mucho m¨¢s fresco.