El rebelde inm¨®vil
Lleg¨® a la presidencia llev¨¢ndose por delante la tradici¨®n, y los vicios de Juan Manuel de Hoz, y a los pocos a?os, los Juegos de Barcelona 92 dieron la raz¨®n a su movimiento
Cuando a Jos¨¦ Mar¨ªa Odriozola (Pontevedra, 1939), presidente y bioqu¨ªmico, se le preguntaba hace unos a?os si no le preocupaba que los atletas espa?oles m¨¢s brillantes tuvieran todos m¨¢s de 30 a?os, ¨¦l respond¨ªa que por qu¨¦, que si ahora ¨ªbamos a tener fobia a los viejos, que no por ser veteranos iban a dejar de ser buenos. No entend¨ªa el presidente que la cr¨ªtica no iba dirigida a los atletas veteranos, sino a lo que ello supon¨ªa, la ausencia de j¨®venes que generaran ilusi¨®n, el s¨ªntoma del escaso futuro que, obstinadamente, nunca lleg¨®. Quiz¨¢s no entend¨ªa o, m¨¢s probablemente, quiz¨¢s no quer¨ªa entender Odriozola, quien los mismos argumentos que plant¨® entonces los ha plantado ¨²ltimamente ante aquellos a quienes ha hablado para justificar su inusitada aspiraci¨®n a un s¨¦ptimo mandato. Como si la edad fuera un obst¨¢culo, repet¨ªa el que, sin la arrogancia que se podr¨ªa interpretar de sus palabras, se ha proclamado siempre como el que m¨¢s sabe de atletismo en Espa?a.
Su trayectoria en el cargo, as¨ª, esquem¨¢ticamente, es de aquellas que sirven para cargar de razones a todos los fatalistas que no dudan de la verdad de la f¨®rmula que dice que cuanto m¨¢s radical y rebelde es uno de joven, m¨¢s monol¨ªtico e inm¨®vil se vuelve de viejo, como si el germen de la rebeld¨ªa y el de la autosatisfacci¨®n fueran el mismo, inevitable; como si la misma autosatisfacci¨®n degenerara en una necesidad ineluctable de perpetuarse. Lleg¨® a la presidencia llev¨¢ndose por delante la tradici¨®n, y los vicios (personificados en sus gur¨²s, Manuel Pascua y Eufemiano Fuentes), de Juan Manuel de Hoz, y a los pocos a?os, los Juegos de Barcelona 92 dieron la raz¨®n a su movimiento.
La gran novedad de su s¨¦ptimo asalto a las urnas reside en el nombramiento como director t¨¦cnico de Ram¨®n Cid
Con los triunfos de Cacho, Pe?alver, Plaza, Garc¨ªa Chico, el atletismo espa?ol inici¨® su d¨¦cada de oro, culminada con todo el valor de los s¨ªmbolos con los Mundiales de Sevilla 99. Fueron los a?os en que desde todas las esquinas se alababa la sabidur¨ªa del presidente, su presciencia; los a?os en que a nadie se le pasaba ni por la cabeza criticar que aparte de presidente fuera seleccionador nacional (Villar y Del Bosque en un solo cuerpo), pues, ?acaso hab¨ªa alguien con m¨¢s conocimientos? ?Acaso no ahorraba un sueldo a la federaci¨®n? Los atletas le adoraban, las becas crec¨ªan y se multiplicaban, el atletismo gozaba de un prestigio social sin precedentes, la prensa le quer¨ªa, le admiraba por su lucha sin cuartel contra el dopaje, por saber decir las cosas claras, por adivinar siempre las medallas que sus chicos y chicas conseguir¨ªan en los campeonatos¡ ?Si hasta era el ni?o bonito de la IAAF!
Antes de la crisis econ¨®mica que est¨¢ convirtiendo cada d¨ªa de los ciudadanos espa?oles en un cat¨¢logo de horrores, la imagen de Odriozola comenz¨® a asociarse con algo mucho menos brillante que el apogeo de las medallas. Los resultados espectaculares empezaron a escasear, los medallistas envejec¨ªan, ya ni acertaba el n¨²mero de medallistas o pasaba de pronosticar. Su actitud ante el dopaje, antes firme aparentemente, empez¨® a parecer, pese a sus palabras exaltadas, titubeante, si no ambigua. Alberto Garc¨ªa, Josephine Onyia, Jos¨¦ Luis Blanco, la Operaci¨®n Galgo¡ encontraron en ¨¦l explicaciones, intentos de minimizar su importancia, af¨¢n por ce?irse escrupulosamente a las normas, la actitud menos valiente que se le pod¨ªa imaginar.
La gran novedad de su s¨¦ptimo asalto a las urnas reside en el nombramiento como director t¨¦cnico de Ram¨®n Cid, auxiliado por Jorge Gonz¨¢lez Amo, quiz¨¢s las dos personas m¨¢s respetadas del atletismo espa?ol (Vicente A?¨®, el rival, reconoci¨® que tambi¨¦n hab¨ªa pensado en Cid para el puesto), a las que ha prometido autonom¨ªa absoluta, porque es lo que ellos le han exigido. Es, aparte de una buena noticia, quiz¨¢s su ¨²ltimo intento de cambiar algo para que todo siga igual.
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