Mourinho, el agitador afligido

Jos¨¦ Mourinho es un agitador en¨¦rgico cuyo trasiego febril en el quehacer diario mantiene en tensi¨®n a todo el personal bajo su direcci¨®n. Es su gran virtud como m¨¢nager. Su ausencia se nota, y en las ¨²ltimas semanas los empleados y los jugadores del Madrid han advertido que ese vac¨ªo se hac¨ªa m¨¢s profundo que nunca porque, por primera vez desde que lleg¨® a Espa?a, el hombre se mostr¨® desanimado. Al l¨ªmite de la aflicci¨®n, dirigi¨® entrenamientos como quien rellena un formulario, o permaneci¨® en su despacho delegando en sus auxiliares el trabajo de campo. Tan ensimismado y triste que los jugadores pensaron que estaba cansado de sentarse en el banquillo del club m¨¢s potente e inestable que existe.

La congoja del entrenador ha preocupado a mucha gente en el Madrid. Especialmente a su presidente, Florentino P¨¦rez, que hace unas semanas traz¨® un plan de emergencia por si ten¨ªa que destituirle antes del 1 de febrero, fecha que se impuso como l¨ªmite para que el entrenador que sea, Mourinho o su sucesor, pudieran preparar los octavos de final de la Liga de Campeones. Ayer el presidente se esforz¨® por tranquilizar a Mourinho durante el acto de entrega de las insignias a los socios m¨¢s antiguos. ¡°Tenemos al mejor entrenador del mundo¡±, dijo Florentino P¨¦rez; ¡°con una trayectoria impresionante y con la exigencia como norma de comportamiento. Ha tenido que soportar ataques injustos que afectan a la dignidad de la persona. Desde aqu¨ª, Jos¨¦ Mourinho, mi reconocimiento, mi confianza en tu trabajo y mi cari?o¡±.

Ha soportado ataques injustos a su dignidad, a?adi¨® el presidente

¡°No comento las palabras del presidente¡±, dijo Mourinho, con una sonrisa enigm¨¢tica, cuando le pidieron su opini¨®n ante semejante agasajo institucional. Observan en Valdebebas que el m¨¢nager acumula m¨¢s decepciones que parabienes. Lamenta que Florentino P¨¦rez no le haya dado todo el poder que le pidi¨®, cree que algunos de sus futbolistas son desleales, y percibe una fr¨ªa indiferencia en el p¨²blico hacia su persona. ¡°Nunca he trabajado en un club con una afici¨®n que tenga menos cultura futbol¨ªstica que esta¡±, ha dicho a sus ayudantes, con amargura. ¡°?Ni el Uni?o Leiria ten¨ªa esta afici¨®n!¡±.

Inc¨®modo con lo que ve dentro, Mourinho ha echado un vistazo fuera. Pero las noticias que ha recibido el mes pasado de su amigo y agente, Jorge Mendes, han sido desalentadoras. El verano pasado, Mourinho le pidi¨® que tomara posiciones en el mercado con vistas a 2013. Desde entonces, seg¨²n fuentes pr¨®ximas al representante, Mendes ha mantenido conversaciones con el Manchester United, el Manchester City, el Chelsea, el Paris Saint Germain y el Inter de Mil¨¢n. El resultado de los sondeos ha sido desalentador: todos los clubes, salvo el Inter, le respondieron que no firmar¨ªan ning¨²n acuerdo hasta que Pep Guardiola no decida d¨®nde trabajar¨¢ la temporada que viene. A excepci¨®n del club de Moratti, que, seg¨²n estas fuentes, le ha ofrecido carta blanca a Mourinho para firmar lo que desee, la prioridad de las dem¨¢s sociedades consultadas es fichar a Guardiola en el futuro. Incluyendo el United, pin¨¢culo de las ambiciones de Mourinho. En Old Trafford le han trasladado a Mendes que solo estar¨ªan interesados en los servicios de su cliente si primero descartan al t¨¦cnico catal¨¢n.

No comento sus palabras, respondi¨® el preparador

Buscar una salida resulta, para Mendes, un trabajo m¨¢s dif¨ªcil de lo previsto. Uno de los detonantes que impulsaron al m¨¢nager a pedirle que actuara fue que el verano pasado sus propuestas de contratar jugadores como Bosingwa o Meireles, tambi¨¦n representados por Mendes, fueron ignoradas por el Madrid. Pero ahora el City lleg¨® a decirle a Mendes que ha descartado completamente a Mourinho de su proyecto para el futuro porque cree que su gesti¨®n de los fichajes condiciona la independencia del club.

El camino hacia la d¨¦cima Copa de Europa es largo pero promete la ¨²nica recompensa aceptable. Para Florentino P¨¦rez, y tambi¨¦n para Mourinho, que necesita revalorizarse en el mercado.