Una goleada de campeonato

Tiempo de vino y rosas en el Bar?a. Las buenas noticias se suceden sin parar en el Camp Nou. Igual da que el adversario, el segundo clasificado, juegue muy bien al f¨²tbol durante un buen rato y se ponga por delante en el marcador. No importa que Falcao marque y Messi no toque la bola durante una hora. Incluso es posible que meta un gol decisivo Busquets. Hasta puede ocurrir que el Espanyol, pen¨²ltimo, empate en el Bernab¨¦u. Al Bar?a le sonr¨ªe la vida y la gent blaugrana canta y baila en el estadio despu¨¦s de una jornada redonda: nueve puntos le saca al Atl¨¦tico y 13 al Madrid antes de la mitad de la Liga.

Tampoco el Atl¨¦tico parece en condiciones de discutir el liderato del Bar?a. El reto rojiblanco dur¨® media hora m¨¢s o menos, tiempo en que sus chicos jugaron como campeones, muy a gusto de Simeone, siempre al servicio de Falcao. A la que tuvieron que ejercer de amos, cuando se impon¨ªa cerrar el partido y apretar la tabla, se vencieron en cuanto tomaron el empate en una jugada imposible de defender, porque el tiro de Adriano no lo pilla ni el mejor portero. El Atl¨¦tico siempre fue El Pupas. Los goles marcaron la diferencia para suerte del Bar?a, contundente, seguro de s¨ª mismo.

Tito Vilanova nunca ha politiqueado con la alineaci¨®n, de manera que siempre hay alg¨²n jugador que queda se?alado, sobre todo cuando no median rotaciones y se afrontan los partidos decisivos. Una vez encajado Iniesta, y reafirmado Adriano en el puesto de Alves, ahora el que no cabe es Villa, relegado por Pedro y tambi¨¦n por Alexis, dos futbolistas negados ante la porter¨ªa y por el contrario especialmente generosos con Messi. Todos los caminos del Bar?a conducen al 10. La alternativa de Villa parece formar parte ahora del plan B, como cuando jugaba Larsson.

Ocurre que a veces no es f¨¢cil dar con Messi, sobre todo cuando el rival es el Atl¨¦tico, muy bien parado y organizado en su cancha, especialista en la ocupaci¨®n de los espacios y las ayudas defensivas, m¨¢s r¨¢pido en las transiciones que los azulgrana en la elaboraci¨®n del juego. Impaciente y reiterativo en la p¨¦rdida del cuero, el Barcelona no encontraba situaciones de superioridad, ni desequilibraba ni profundizaba, muy bien ligado por los rojiblancos, vertiginosos en el despliegue, mejor colocados para proteger a Courtois y encontrar a Falcao, convertido en el jugador de la noche durante un buen rato en el Camp Nou.

Falcao cabece¨® al poste derecho de Vald¨¦s un centro de Koke al poco de empezar y m¨¢s tarde cruz¨® en exceso un remate que se hab¨ªa ganado por piernas ante Puyol. No perdon¨® el colombiano en el tercer mano a mano con el portero del Bar?a. La jugada fue un retrato del partido: perdi¨® un bal¨®n dividido Messi y Diego Costa tir¨® el pase para la carrera del Tigre, que defini¨® con un toque celestial con la zurda en cuanto vio que sal¨ªa Vald¨¦s. El partido pertenec¨ªa definitivamente al Atl¨¦tico y se exig¨ªa un nuevo remonte el Barcelona, reducido por la poca presencia de futbolistas como Messi y Xavi, falto de la sorpresa de Cesc.

No pod¨ªan filtrar pases los medios ni chutaban los delanteros azulgrana, imposible jugar por dentro en campo del Atl¨¦tico. No quedaba m¨¢s remedio que actuar por fuera y utilizar recursos de emergencia como los laterales, nada extra?o por otra parte si se recuerdan partidos anteriores como el del Valencia. La soluci¨®n se llama Adriano. El brasile?o, que ya cuenta seis goles, control¨® un cambio de orientaci¨®n de Iniesta y remat¨® con la zurda desde fuera del ¨¢rea a la escuadra derecha de Courtois. El soberbio tiro exterior de Adriano descuajering¨® a los rojiblancos, que tomaron un segundo tanto en un c¨®rner remachado por Busquets.

Cuando tuvieron que ejercer de amos y apretar la tabla, los visitantes se vencieron

La efectividad barcelonista result¨® cruel para los rojiblancos. Al Atl¨¦tico se le vino el mundo encima porque perd¨ªa por 2-1 despu¨¦s de haber controlado el encuentro y conceder solo dos tiros al Bar?a. Ni siquiera la valent¨ªa de Simeone cuando dio entrada a Adri¨¢n pudo levantar al Atl¨¦tico porque pr¨¢cticamente al mismo tiempo Messi enganch¨® en el balc¨®n del ¨¢rea un zurdazo a la base del poste derecho de Courtois. Al 10 le vali¨® con una ocasi¨®n para el 3-1.

Y ya se sabe que Messi los mete de dos en dos o de tres en tres, as¨ª que el partido se acab¨® con un segundo tanto del 10 despu¨¦s de un error de God¨ªn. No perdon¨® el delantero y coron¨® la buena actuaci¨®n azulgrana despu¨¦s del descanso. Afortunado y efectivo al inicio, se corrigi¨® despu¨¦s con un juego de control, arm¨®nico y solidario. Hubo tiempo incluso para que la hinchada testimoniara su afecto hacia Villa, que sali¨®, un a?o despu¨¦s de su lesi¨®n, para colaborar en la goleada. El Guaje necesita cari?o porque hoy es suplente y ayer Alexis justific¨® la titularidad. Las cosas est¨¢n claras y no se discute las alineaciones de Vilanova.

Tiene el Bar?a una fe ciega en la Liga. Ni se rinde ni perdona una, y menos cuando de por medio hay un partido decisivo. A veces basta con una jugada para entender un partido y una trayectoria. Ninguna tan elocuente como la de Adriano, el gol de la Liga. Monumental.