El Valencia afila la estrategia

Estimulados por una vieja y acendrada rivalidad, el Valencia y el Sevilla ofrecieron un duelo apasionante. Como en otro tiempo, cuando ambos aspiraban a arrebatarle el cetro a los dos gigantes. M¨¢s ambicioso desde el primer minuto el Valencia, apuntalado en cada decisi¨®n t¨¢ctica por Valverde. Su equipo ha crecido en todas las l¨ªneas de manera exponencial (suma seis victorias de siete), pero esta vez liquid¨® al Sevilla en las jugadas de estrategia. En dos c¨®rners, Soldado confirm¨® la jerarqu¨ªa valencianista.

Albelda se par¨® en seco. Roto. Hizo gestos al banquillo de que no pod¨ªa seguir. Hab¨ªa gobernado la primera media hora con elegancia, cuando lleg¨® el momento de la retirada. Alguna rotura muscular. Se acord¨® de la edad, los 35 a?os, y del innecesario desgaste ante Osasuna el pasado mi¨¦rcoles en la Copa (con la ventaja de 0-2 de Pamplona, el capit¨¢n fue de los pocos titulares en el campo). ¡°?Qui¨¦n ha dicho que no puedo jugar dos partidos en tres d¨ªas?¡±, se hab¨ªa preguntado Albelda.

Desde el primer suspiro, el partido fue tenso y cerrado, atractivo pese a la falta de ocasiones de gol por la superioridad de las defensas sobre las delanteras. El cuadro de Valverde llev¨® la iniciativa. Ha encontrado un 4-3-3 con el que siente c¨®modo. La presencia de Piatti en el ala izquierda le permite jugar mucho m¨¢s al espacio. Antes, con Pellegrino, el equipo abusaba del bal¨®n al pie. En la medular, Parejo tambi¨¦n sale beneficiado. Resguardado por Albelda (hasta que se lesion¨®) y por Banega, el madrile?o no tiene la obligaci¨®n de sacar la pelota de atr¨¢s, sino prolongarla en la zona de tres cuartos, donde la mueve con limpieza. Al Valencia, sin embargo, le falt¨® el ¨²ltimo pase, esposado Soldado entre una pareja de centrales ¡ªSpahic y Fazio¡ª sin resquicios. El bosnio se march¨® al descanso cojeando, pero pudo recuperarse.

A partir de la fortaleza de sus zagueros, el conjunto de M¨ªchel apret¨® las l¨ªneas y trat¨® de salir a la contra. A trav¨¦s de pelotazos, sus centrocampistas siempre buscaban a Navas. El extremo derecho sevillano mantuvo un duelo con Guardado lleno de velocidad, de intensidad y, por qu¨¦ no, de picard¨ªa. A pesar de estar anulado Negredo por los centrales valencianistas, siempre pasa algo cuando el cuero cae en poder de Jes¨²s Navas.

Valverde tambi¨¦n le ha dado un plus al Valencia en la estrategia. Ya marc¨® la semana pasada en Granada de c¨®rner (Jonas) y repiti¨® esta vez Soldado, al remachar en boca de gol un bal¨®n peinado por Rami en el primer palo. Rakitic romp¨ªa el fuera de juego. Antes del centro de Parejo, Piatti hab¨ªa acudido a la esquina para llevarse a dos hombres detr¨¢s. Una trampa en la que cay¨® el Sevilla.

El choque se electriz¨® irremediablemente. El Sevilla reaccion¨® con rabia en busca de alguna acci¨®n a bal¨®n parado que devolviera el golpe. El Valencia encontrar¨ªa muchos m¨¢s espacios a la espalda de la zaga sevillista. M¨ªchel reubic¨® a Medel de lateral derecho, abri¨® a Perotti al extremo y centr¨® a Reyes. Soldado brind¨® con la grada en una acci¨®n espectacular: un control de espuela, de espaldas a la porter¨ªa contraria, con el que regate¨® a Fazio. La precisi¨®n en los pases de Parejo contrast¨® con la imprecisi¨®n de Tino Costa, el ¨²nico elemento discordante en el Valencia.

Perotti rompi¨® con sus quiebros a Pereira hasta que una lesi¨®n muscular lo ech¨® del campo poco despu¨¦s de haber entrado. Mientras, en la otra orilla, Guardado le fue ganando terreno a Navas. Medel y Stevanovic pudieron empatar, pero solo Soldado, de cabeza, certific¨® la firmeza del Valencia.