La Real no hace pie bajo la lluvia

Con la lluvia como tel¨®n de fondo, en Anoeta se vio un partido m¨¢s entretenido que aguado. Un vaiv¨¦n diluido por una cortina l¨ªquida que, sin embargo, dej¨® muestras de las posibilidades ofensivas de ambos equipos. Solo se desnivel¨® la corriente con la expulsi¨®n de Evaldo para el Deportivo, aunque la Real fue incapaz de utilizarlo a su favor.

Fue un compendio entre dos equipos no tan distintos a la hora de sacarse brillo. Por un lado la Real gusta del juego m¨¢s arm¨®nico, con m¨¢s intermediarios, mientras al Deportivo le va m¨¢s la escapada solista. Tiene jugadores capacez de alterar el ritmo. Pizzi fue un timbre agudo cada vez que recibi¨® el bal¨®n. En ocasiones aprieta demasiado la misma tecla, aunque casi siempre acaba rascando distintas partituras.

Bien secundado por Riki en ataque, el portugu¨¦s apareci¨® para superar a Bravo con un toque picado tras un buen robo de bal¨®n de Berganti?os a Illarramendi. Armado con un esquema que propicia un contragolpe bien agrupado, el Depor, aun sin bal¨®n, parec¨ªa preparado para lanzarse a la primera ocasi¨®n. Sin embargo, una buena internada de Vela al borde del ¨¢rea que culmin¨® con un disparo colocado zarande¨® las aspiraciones gallegas.

Vista la marejada, decidi¨® Montanier abrir el campo y tratar de abordar los problemas con mayor pespectiva. Algo que le facilit¨® la expulsi¨®n de Evaldo, un contratiempo que retras¨® el ¨¢nimo de los gallegos. M¨¢s por obra que por voluntad, la Real se abalanz¨® en medio de la lluvia, pero el charco era m¨¢s profundo de lo que aparentaba. Resguardado el Deportivo en su terreno, se defendi¨® olvid¨¢ndose de las galopadas hacia arriba y reduciendo la distancia entre sus l¨ªneas.

Se ahogaron los donostiarras buscando la manera de bordear la defensa gallega a a pesar del doble chaparr¨®n. Una resistencia que sin llegar a ver el agua al cuello, supo mantenerse a flote.