El Dakar a vista de p¨¢jaro
El helic¨®ptero del director del rally, Ettiene Lavigne, alcanza los puntos clave de cada etapa, le acerca a las zonas de accidente y, a menudo, es el centro de atenci¨®n
No ha amanecido. La cita es a las 6.15 y el helic¨®ptero alza el vuelo a las 6.30, un cuarto de hora antes de que la primera moto abandone el vivac de C¨®rdoba. El Delta, aparato en el que viaja el director del Dakar, Ettiene Lavigne, siempre es el primero (de los seis que hay) en salir: le lleva a los puntos clave de cada etapa, le acerca a las zonas de accidente y, a menudo, es el centro de atenci¨®n. La primera parada es en el puesto de salida de la especial del d¨ªa, que llevar¨¢ a los pilotos hasta La Rioja por caminos de arena en el monte cordob¨¦s, entre vacas y ovejas que ven interrumpida su armon¨ªa por el ruido de los motores.
All¨ª llega Joan Barreda, poco despu¨¦s de Despres. El primero se prepara para seguir dando que hablar, a nadie le interesa ganar esta etapa, para no tener que abrir pista camino de la temida Fiambal¨¢, pero ¨¦l hace una mueca: perdido el rally tras un problema mec¨¢nico, no aspira m¨¢s que a seguir ganando etapas ¡ªesta ser¨¢ la cuarta¡ª y coger experiencia para el a?o pr¨®ximo. El segundo, el gran favorito, sale el primero, sin tener que tragar el polvo de nadie, pero no arriesga: desaparecidos los rivales, el rally est¨¢ en sus manos, as¨ª que mejor que alguien ruede por delante suyo.
Barreda logra la cuarta victoria de etapa y Viladoms se ve obligado a abandonar
Tras una segunda parada, Lavigne ordena a V¨ªctor, el piloto del Delta ¡ªd¨ªa s¨ª, d¨ªa no, pues se alternan¡ª, reprender la marcha hacia el tercer control de paso, el ¨²ltimo antes de la meta. ¡°Pero no vaya directo, h¨¢galo siguiendo la pista; si vemos a alguien con problemas hay que asistirle inmediatamente¡±, le explica. Para eso est¨¢ David, uno de los m¨¦dicos del Dakar. ?l es quien salta del helic¨®ptero al ver a Jordi Viladoms arrastrar su Husqvarna, sofocado por el calor, que rondar¨¢ los 40 grados. El espa?ol, que hace solo dos d¨ªas vivi¨® la etapa m¨¢s larga de su vida, 23 horas con la moto, afirma que est¨¢ bien: falla el motor, pero intentar¨¢ acabar. Le queda m¨¢s del doble de la especial y un enlace. Pero no pudo ser. Fue imposible remolcarle en pleno monte, entre tantas . Tuvo que abandonar.
En el tercer control de paso comienzan a definirse las posiciones; Barreda aprieta, las motos se mezclan con los quads m¨¢s r¨¢pidos y empiezan, a primera hora de la tarde, a aparecer los coches: Orly Terranova vuela. Entre el barullo, Laia Sanz. Solo ha dormido hora y media. Lleg¨® al campamento a las cinco de la ma?ana desde Tucum¨¢n por culpa de una aver¨ªa con el vaporizador del motor. Ahora, aspira a terminar la etapa. No importa el tiempo, solo llegar al final, a Santiago.
En la ¨²ltima parada, Lavigne toca la sirena y llama a David. Un piloto franc¨¦s, Michel Pithoud, se ha fracturado un hueso de la mano derecha y necesita primeros auxilios. Un grupo de ni?os se acerca: ¡°?Qu¨¦ le pasa?¡±. Es el Dakar. ¡°Un dia sorprendentemente tranquilo¡±, opina Lavigne.
Resultados
Motos: General: 1. C. Despres, 30h 47m 4s. 2. R. Faria (Por/KTM), a 1m 37s. 8. J. Pedrero (Honda), a 40m 18s. 23. M. Guasch, a 2h 29m 24s.
Coches: Etapa: 1. O. Terranova (Arg/BMW), 3h 57m 58s. 2. N. Roma (Mini), a 2m 7s. 3. S. Peterhansel (Fra/Mini), a 2m 19s. General: 1. S. Peterhansel, 28h 12m. 2. G. de Villiers (Sud/Toyota), a 52m 38s. 3. L. Novitski (Rus/Mini), a 1h 8m 40s. 4. N. Roma, a 1h 34m 4s. 22. J. Foj (Toyota), a 9h 2m 5s.
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