Cuando una patada es justificada
Hazard, del Chelsea, golpe¨® a un recogepelotas del Swansea por quedarse el bal¨®n para perder tiempo
Uno cree que lo ha visto todo en el f¨²tbol. La victoria de Corea de Norte contra Italia en el Mundial de 1966; el ¨¢rbitro sudafricano que mat¨® a un jugador con una pistola durante un partido en 1999; el cabezazo de Zidane a Materazzi en la final de la Copa del Mundo de 2006...
¡°Ni siquiera se llama violencia cuando es en defensa propia; se llama inteligencia¡±.
Malcolm X.
Pero esta misma semana el deporte nos ha vuelto a asombrar, regal¨¢ndonos otro incidente ins¨®lito, sin precedentes. Ocurri¨® el mi¨¦rcoles y el escenario fue un partido de vuelta de semifinales de la Capital One Cup, antes conocida como la Copa de la Liga, entre el Swansea City y el Chelsea. El primer partido hab¨ªa acabado 0-2 a favor del peque?o equipo gal¨¦s y, a falta de 12 minutos para el final del segundo en el estadio del Swansea el marcador segu¨ªa a cero. Pero los londinenses no perd¨ªan la esperanza de meter los dos goles necesarios para ir a la pr¨®rroga. Eden Hazard, el talentoso centrocampista belga del Chelsea, estaba especialmente convencido de que la haza?a era a¨²n posible. Con lo cual hizo algo por lo que se le recordar¨¢ siempre que el deporte siga generando inter¨¦s entre los habitantes de nuestro planeta. Le dio una patada a un recogepelotas.
La indignaci¨®n volcada contra Hazard en la prensa el d¨ªa siguiente fue torrencial. Tal fue la presi¨®n medi¨¢tica que la Football Association se vio obligada a anunciar una investigaci¨®n y, extraordinariamente, la polic¨ªa tambi¨¦n. En teor¨ªa, el joven jugador belga podr¨ªa recibir no solo una multa sino una condena de c¨¢rcel.
Pero el tema no ha estado libre de debate. A lo largo de la semana varios profesionales del f¨²tbol han salido en defensa del jugador, aline¨¢ndose en contra de los inquisidores de la prensa. Harry Redknapp, el carism¨¢tico entrenador del QPR, dijo que el comportamiento del recogepelotas hab¨ªa sido ¡°repugnante¡±. Joey Barton es un jugador ingl¨¦s con muy merecida fama de duro pero habl¨® por muchos cuando dijo que el ¨²nico error de Hazard hab¨ªa sido no golpear al chico, de 17 a?os, con m¨¢s fuerza.
?Qu¨¦ fue lo que pas¨®? Pues que un partido de f¨²tbol se convirti¨® durante unos momentos en uno de rugby. Durante esos ¨²ltimos 12 minutos de la semifinal el recogepelotas, llamado Charlie Morgan, compart¨ªa el deseo de los jugadores y de toda la afici¨®n del Swansea de que se mantuviera el resultado a cero, y de que se hiciera lo posible para negar al Chelsea el tiempo necesario con el bal¨®n para poder remontar. De repente el bal¨®n sali¨® fuera y cay¨® en sus manos. Pero en vez de devolv¨¦rselo al portero del Swansea lo m¨¢s r¨¢pido posible, como correspond¨ªa, se desplom¨® sobre el bal¨®n, protegi¨¦ndolo como un jugador de rugby en el suelo, o una mam¨¢ ping¨¹ino su huevo. Hazard intent¨® primero arrebatarle la pelota con las manos y cuando esto no dio resultado solt¨® una peque?a patada con el fin de extraer el bal¨®n de debajo del cuerpo de Charlie. La punta de la bota dio, aparentemente, en las costillas del chico, que reaccion¨® como si hubiera recibido una bala en el pecho. El p¨²blico local enloqueci¨® y el ¨¢rbitro expuls¨® a Hazard, la primera vez en su carrera profesional que el belga hab¨ªa recibido una tarjeta roja.
Al rato trascendi¨® que Charlie Morgan no solo era aficionado del Swansea, como todos los dem¨¢s recogepelotas esa noche, sino que era el hijo mimado del accionista m¨¢s rico del club, un multimillonario que cuenta entre sus amigos a actores famosos como Michael Douglas y su esposa galesa Catherine Zeta-Jones. A trav¨¦s de Twitter se descubri¨® tambi¨¦n que antes del partido el susodicho Charlie hab¨ªa anunciado: ¡°El rey de todos los recogepelotas est¨¢ de vuelta apareciendo por ¨²ltima vez necesitado para perder tiempo.¡±
Despu¨¦s del partido Hazard le pidi¨® disculpas al chico. Y el chico, plenamente recuperado, le pidi¨® disculpas a Hazard. Ah¨ª podr¨ªa haber acabado el asunto pero ahora Hazard se enfrenta al palo de tener que responder ante las autoridades del f¨²tbol y la polic¨ªa. Una vez m¨¢s, el f¨²tbol se ha vuelto loco. Porque la verdad tiene que ser que pocas veces en la historia del deporte una patada fue m¨¢s justificada o, al menos, m¨¢s f¨¢cil de perdonar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.