El freno de Alba y la diana de Messi

Jordi Alba regres¨® a Mestalla por primera vez vestido de azulgrana. No hubo ni reproches ni alabanzas de la afici¨®n valencianista para el extremo que Unai Emery convirti¨® en lateral, el mejor de la pasada Eurocopa. Cuando Espa?a se proclam¨® campeona, Alba ya era futbolista del Bar?a. El club catal¨¢n recuper¨® por 14 millones al jugador que se cri¨® en La Masia, una cantera que abandon¨® a los 15 a?os, rechazado entonces por su baja estatura.

Jordi Alba se reencontr¨® con las sensaciones que dej¨® en Mestalla nueve meses atr¨¢s. El Bar?a es mucho m¨¢s punzante, veloz y vertical con Alba recorriendo todo el perfil izquierdo que con Abidal en la zaga. Su sincron¨ªa con Iniesta y el resto de compa?eros le convierten en una pieza capital en el equipo de Tito Vilanova y Jordi Roura. Alba sabe medir como pocos el momento de aparecer en el ataque o mantenerse en defensa. Un veterano de 23 a?os en la posici¨®n de lateral izquierdo, en la que apenas lleva ejerciendo un par de temporadas.

Consciente del peligro de la bala del Bar?a, Ernesto Valverde le puso una r¨¦plica para darle trabajo y contenerle. Alba mide 170 cent¨ªmetros, un par de dedos m¨¢s que Juan Bernat, el extremo valencianista de 19 a?os. Retirado el canterano a mitad del segundo periodo, Piatti, el jugador m¨¢s bajito de la Liga con 1,63m, cogi¨® el testigo de Bernat. Por ello, y por la propia din¨¢mica del partido, m¨¢s pr¨®xima a los intereses del Valencia, Jordi Alba se mostr¨® m¨¢s prudente y selectivo en sus subidas al ataque, al parecer falto de frescura f¨ªsica y mental, al igual que todo el Bar?a, que pag¨® el sobreesfuerzo del encuentro de Copa ante el Madrid el Bernab¨¦u.

Alba regresaba al campo donde Emery le convirti¨® de extremo a defensa zurdo

Sin embargo, el Bar?a m¨¢s reconocible apareci¨® en el tramo final del partido, cuando el Valencia se qued¨® fundido. Por el contrario, la presencia de Cissokho y Joao Pereira, que se las tuvo nuevamente con Alba al igual que en la Eurocopa en el enfrentamiento entre Espa?a y Portugal, en las inmediaciones del ¨¢rea de Vald¨¦s resultaba m¨¢s frecuente que la de Alves y el propio Alba en el bando azulgrana.

La falta de dinamismo pas¨® factura al Bar?a en Mestalla. La superioridad t¨¦cnica del conjunto catal¨¢n qued¨® neutralizada por la buena disposici¨®n y entusiasmo del Valencia, que pasada la media hora tuvo su recompensa con un protagonista insospechado: Ever Banega marcaba el gol que adelantaba al conjunto local y que le redim¨ªa del en¨¦simo pecado del argentino, que nuevamente lleg¨® tarde al pen¨²ltimo entrenamiento en la v¨ªspera del duelo ante el Bar?a. Su noct¨¢mbula afici¨®n quedaba perdonada en parte con el gol que abri¨® la noche.

El Bar?a se encontr¨® de nuevo en el partido cinco minutos despu¨¦s del gol del Valencia, despu¨¦s de un penalti absurdo cometido por Pereira a Pedro. Lo lanz¨® Messi, qui¨¦n si no, con una inusual potencia para batir a Guaita, uno de los porteros cuyo nombre suena para sustituir en un futuro a Vald¨¦s, y que casualmente tiene los mismos representantes que Jordi Alba.

Messi lograba su 34? gol en la Liga prosiguiendo la racha de marcar en partidos consecutivos. Lo ha hecho en los ¨²ltimos 12 encuentros del campeonato. Le vali¨® al Bar?a con el tanto de turno de La Pulga, que firma unos registros estratosf¨¦ricos. Con los goles que lleva ya en este torneo, 34, Messi ser¨ªa pichichi en 76 de las 81 Ligas que se han jugado hasta ahora. ?nicamente dejar¨ªa de superar a Zarra, pichichi en la temporada 1950-51 con 38 goles; Baltazar marc¨® 35 en 1988-89; Hugo S¨¢nchez, 38 en 1989-90; Cristiano Ronaldo anot¨® 41 en 2010-11; y el propio Messi elev¨® la cifra a 50 el curso pasado. Una cifra que el argentino puede demoler esta campa?a.