A la octava toc¨® victoria

Aupado por el poder¨ªo de Xavi Rey, el Herbalife Gran Canaria pudo, a la octava, darse un alegr¨®n y ganar su primer partido en una Copa del Rey. Se lo mereci¨® de principio a fin a a trav¨¦s de un gran trabajo colectivo y la enorme intensidad que pone en cada una de sus acciones, donde parece que se juega la vida. Su dominio fue incuestionable, en el juego y en el ¨¢nimo y aunque el Bilbao Basket nunca se dio por vencido, tampoco pareci¨® tener las ideas lo suficientemente claras para superar la agresividad canaria y poder darle la vuelta al marcador. Para mayor complicaci¨®n, los bilba¨ªnos estuvieron siempre lastrados por su deficiente punter¨ªa, de la que s¨®lo se salv¨® Mumbr¨² y su actuaci¨®n, en general, fue muy deslucida y muy lejos de lo esperado.

No te colocas tercero en la Liga sin argumentos de peso. El equipo del discreto pero loable Pedro Mart¨ªnez los tiene. Eso s¨ª, fue Xavi Rey el que hizo honor a su apellido y se convirti¨® en la columna sobre la que gravit¨® el juego del Herbalife. Sus n¨²meros, siendo impresionantes, no hacen honor a su influencia, en la que hay que anotar, entre otras cosas, que se merendase a todos los p¨ªvots del Uxue, Hamilton incluido. Su equipo siempre le tuvo como v¨¦rtice y salvavidas, y el respondi¨® con creces la confianza otorgada.

Del resto se ocuparon un poco entre todos, aportando granitos de arena que terminaron convirti¨¦ndose en un monta?a infranqueable para el Bilbao. Dentro de gente potente y musculosa como son Toolson, Scheyer o Newley, llama la atenci¨®n Javier Beir¨¢n, cuya mejor arma es la inteligencia que pone en el juego, y Pedro Mart¨ªnez se lo reconoce con muchos minutos en pista.

Al final, el Herbalife lo celebr¨® como si fuese un t¨ªtulo, sali¨® a saludar entre aplausos, v¨ªtores y alguna que otra l¨¢grima de emoci¨®n. Ocho a?os de espera para ganar un partido merecen eso y mucho m¨¢s.