Habla N¨²?ez, paga Laporta
Una sentencia reaviva la pugna entre el actual presidente del Bar?a, Sandro Rosell y su predecesor al frente de la entidad
La versi¨®n m¨¢s aut¨¦ntica del nu?ismo ha reaparecido, sin necesidad de caretas ni intermediarios, justo despu¨¦s de la condena del laportismo y del exilio del cruyffismo. Ya no se sabe ni siquiera donde para Cruyff, ni falta que le hace a muchos. Ahora le toca salir a N¨²?ez, agasajado en el homenaje a Casaus, organizado por la junta de Rosell. Hay una necesidad vital de reivindicar la obra de N¨²?ez como compensaci¨®n al legado de Cruyff.
El nu?ismo ha vivido mucho tiempo en el anonimato, sepultado por el dream team y por Guardiola, ninguneado por el cruyffismo, y ahora reclama su cuota de protagonismo en el ¨¦xito. Ya se sabe del car¨¢cter cainita del club. Ni siquiera Messi ha reducido la fractura. Ayer, aunque sea por casualidad, en Barcelona formaban Rosell, N¨²?ez y Cardoner ¡ªnieto de Casaus¡ª, mientras que en Nueva York estaban Laporta, Guardiola, Vilanova y Zubizarreta.
Rosell no abona el institucionalismo sino que con actos como el de homenajear a Casaus sin la complicidad de Cruyff favorece el sectarismo o la confrontaci¨®n por no decir el ajuste de cuentas como hac¨ªa Laporta. El desencuentro es manifiesto, como si la oposici¨®n hubiera tenido que emigrar a Am¨¦rica ante el gobierno formado en Catalu?a, y fuera imposible casar a las dos partes en el Camp Nou.
La revancha, manifiesta en la acci¨®n de responsabilidad, se impone sobre el pacto
Ahora que el equipo va como la seda, queda un problema de club por resolver, y la soluci¨®n no es f¨¢cil. La justicia ha dictaminado que Laporta deber¨¢ pagar una factura de Gaspart firmada por Rosell con el visto bueno de Soriano. As¨ª de sencillas y de complejas resultan las cosas en el Bar?a. La determinaci¨®n de Laporta, y si se quiere el despilfarro, penaliza m¨¢s que el desgobierno y via crucis de Gaspart. Messi dif¨ªcilmente ser¨ªa el mejor jugador del mundo si antes no hubiera comparecido Ronaldinho de la misma manera que Rosell no habr¨ªa alcanzado la presidencia sin mediar Laporta y Laporta sin reinar Gaspart.
El nudo del conflicto empieza precisamente en Gaspart como sustituto de N¨²?ez, y por si a los no iniciados les quedaban dudas, har¨¢n bien en repasar el acto de ayer para convencerse de que la alegr¨ªa de Laporta es consecuencia del llanto de N¨²?ez. Hubo coincidencia de intereses para acabar con Gaspart, y a la hora de acelerar su dimisi¨®n incluso intervino la Generalitat. No se repar¨® en el d¨ªa ni en la hora sino que hab¨ªa prisa por intervenir en favor del Bar?a. Hasta Rosell firm¨® como vicepresiente deportivo la devaluaci¨®n de la plantilla para cargar la deuda a la junta de Gaspart. La alfombra solo se levant¨® para esconder la mierda de cuantos camparon a sus anchas por el mercado del f¨²tbol con el eslogan ¡°Chus¨ªn, el precio lo pongo yo¡±.
Nunca m¨¢s se supo de las muchas comisiones cobradas y de los fichajes inflados y, en cambio, ahora se piden avales a exdirectivos que ni siquiera estaban en la junta cuando las noches de Laporta en Luz de Gas. La capitalizaci¨®n del triunfo, y la sucesi¨®n del presidente, abon¨® un conflicto de egos que todav¨ªa no se ha cerrado. A diferencia del elefant blau, que atac¨® a N¨²?ez a cara descubierta, Rosell utiliz¨® a socios intermedios para fomentar la moci¨®n de censura (Oriol Giralt) y despu¨¦s la demanda de los avales (Vicen? Pla) contra Laporta. Una t¨¢ctica muy nu?ista, apoyada en la trama judicial y la legalidad, m¨¢s que en la ¨¦tica, insensible a las presiones de figuras del club como Guardiola, o del gobierno de la Generalitat, cercanas a la familia Pujol.
La revancha, manifiesta en la acci¨®n de responsabilidad emprendida por la directiva, se impone sobre cualquier pacto. La legitimidad avala a Rosell: ?Que pague Laporta su propio triunfo! La grandeza, en cambio, invitaba a tomar un camino diferente y de m¨¢s consenso. Han cambiado las tornas: hoy habla N¨²?ez, no se sabe d¨®nde est¨¢ Cruyff y Guardiola ha decidido entrenar al Bayern de M¨²nich.
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