Una expulsi¨®n y fin de fiesta
La condena excesiva del ¨¢rbitro a Sergio Ramos a los 17 minutos altera un lioso partido cuando el Madrid ya ganaba 2-0 al Rayo Los de Vallecas, atrevidos pero sin pegada ante un rival que con uno menos cerr¨® el duelo
No hay mayor thriller en esta Madrid que el de la porter¨ªa. Las intrigas de Mourinho son constantes. En dos meses, el sorprendente sucesor de Casillas es hoy el cuarto portero. Ad¨¢n pas¨® la noche en la grada. Hoy es Jes¨²s, un madrile?o de 24 a?os que ya debutara en mayo de 2011 como sustituto de Dudek en la despedida del polaco del Bernab¨¦u, el que calienta banquillo. Un galimat¨ªas que anticip¨® el convulso arranque de un partido liado muy pronto por un arrebato arbitral. No enga?¨® a nadie Paco J¨¦mez en la v¨ªspera. Publicit¨® a un Rayo m¨¢s valiente a¨²n de lo que suele ser. A pecho descubierto los de Vallecas, el Madrid se lo hizo pagar en doce minutos. Luego, condenado el Madrid a jugar con diez por la expulsi¨®n de Ramos, el Rayo no encontr¨® las v¨ªas que le neg¨® el Madrid, limitado a gestionar la victoria.
REAL MADRID, 2; RAYO VALLECANO, 0
Real Madrid: Diego L¨®pez; Sergio Ramos, Pepe, Varane, Coentr?o; Essien, Khedira; ?zil (Di Mar¨ªa, m. 67), Kak¨¢ (Callej¨®n, m. 79), Cristiano; y Morata (Albiol, m. 26). No utilizados: Jes¨²s; Carvalho, Jos¨¦ Rodr¨ªguez y Benzema.
Rayo Vallecano: Rub¨¦n; Tito, G¨¢lvez, Jordi Figueras, Casado (Jos¨¦ Carlos, m. 63); Javi Fuego, Trashorras (V¨¢zquez, m. 71); Piti (Delibasic, m. 83), Chori Dom¨ªnguez, Lass; y Leo Baptistao. No utilizados: Cobe?o; Amat, Arbilla y Adri¨¢n.
Goles: 1-0. M. 2. Morata. 2-0. M. 12. Sergio Ramos.
?rbitro: Paradas Romero. Expuls¨® a Sergio Ramos por doble tarjeta amarilla (m. 17). Amonest¨® a Trashorras, Lass, Tito, Jordi Figueras, Cristiano y Pepe.
Unos 70.000 espectadores en el Bernab¨¦u.
Si la cuesti¨®n del guardameta es un enredo, el puesto de ariete tambi¨¦n es otro cap¨ªtulo de suspense. No es el mejor curso de Benzema e Higua¨ªn, que no acaban de tener el apego de su t¨¦cnico. Sancionado el argentino, parec¨ªa obligado el turno del franc¨¦s, pese a su extrav¨ªo ante el United. Pues no, le adelant¨® Morata, que tard¨® un par de minutos en certificar cu¨¢l es su sustento: el gol. Robo de Kak¨¢, asistencia de ?zil y el goleador puntual. Con Xabi Alonso lastimado, dos por uno en la creaci¨®n, Kak¨¢ y ?zil, que pronto se encontraron con la clase de partido que menos les conviene, el que multiplica la exigencia f¨ªsica. Justo lo que le ocurri¨® al Madrid apenas cumplido el cuarto de hora con la arbitraria expulsi¨®n de Ramos.
El Rayo, incapaz de inicio de cerrar sus jugadas con alg¨²n remate ¡ªsalvo un disparo cruzado de Dom¨ªnguez¡ª facilitaba las contras de su adversario. La pelota era suya hasta la periferia del ¨¢rea local, donde se quedaba desnudo sin el bal¨®n, por error propio o acierto rival en el quite. No importa la distancia a la meta contraria, el Madrid birla y toca la corneta. Ante el Rayo, adem¨¢s, gan¨® un asaltante m¨¢s, Sergio Ramos, lateral por el sancionado Arbeloa. En uno de los primeros vuelos del capit¨¢n, su amigo Casado le atropell¨® caus¨¢ndole dolo en un hombro. ?zil lanz¨® la falta lateral y Ramos, magullado por la jugada anterior y agarrado por defensa rayista, cabece¨® a la red. Una p¨¦sima jugada visitante, con un zaguero quieriendo marcar por detr¨¢s. Con 2-0, el encuentro hac¨ªa presagiar una jornada de empacho goleador. Pero intervino, y para mal, el ¨¢rbitro, que se excedi¨® con Ramos en menos de un minuto por una faltita y una mano. No hay quien se aclare con el criterio con las manos involuntarias. Mucho m¨¢s condescendiente fue con otros, ya fuera en un enga?o de Piti, una mano de Coentrao en su ¨¢rea u otra de Lass cuando ya ten¨ªa tarjeta.
Morata, goleador y sorprendente titular, fue el sacrificado tras la roja al capit¨¢n
No es Mourinho de aquellos que bajo ninguna circunstancia rebaje su armadura habitual. Con 2-0 a favor, pudo mantener a Khedira como cierre en el medio y tirar de Essien para el lateral. El portugu¨¦s evit¨® toda concesi¨®n. Albiol sali¨® por Morata. Fin de fiesta para el canterano. El duelo era tal monta?a rusa, que antes de la media hora ya no estaban en el campo los dos goleadores. Sin Ramos, el Madrid puso el candado al encuentro, bien enhebrado por delante de Diego L¨®pez y a la espera de un esprint de Cristiano o una embestida de Kak¨¢, con nota en una noche en la que tuvo que sudar y sudar. Otro misterio en este Madrid, donde un futbolista como Kak¨¢ es un secundario.
Resguardados los madridistas, le correspond¨ªa la Rayo gobernar la cita. Lo hizo, consentido por su rival, pero le falt¨® pegada. Es atrevido, se ahorra cualquier pelotazo grosero, sus laterales no tienen freno y en ataque tiene futbolistas vers¨¢tiles, como Dom¨ªnguez y Baptistao. Pero no le alcanz¨® en Chamart¨ªn, de donde se fue sin nada que reprocharse. Tampoco el Madrid, que tramit¨®, sin m¨¢s, una victoria lograda con dos goles en menos de un cuarto de hora y ochenta minutos cerrando el rancho.
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