El Sevilla claudica ante Diego Costa
El Atl¨¦tico supera al conjunto de Emery con un inicio intenso y la gran voracidad de sus puntas en la vuelta del Pizju¨¢n (2-2)
El f¨²tbol, aunque no lo parezca a veces, tiene su l¨®gica. Generalmente, ganan los mejores. El Atl¨¦tico alcanz¨® la final de la Copa del Rey despu¨¦s de amordazar a un Sevilla en crecimiento, que hab¨ªa hecho del partido un asunto de fe y que, en la b¨²squeda de lo que era un aut¨¦ntico para¨ªso, mostr¨® sus virtudes y, tambi¨¦n, sus miserias. Entre las primeras, sin duda, la figura de un Navas extraordinario, un coloso que jam¨¢s quiso rendirse ante lo evidente, la superioridad del Atl¨¦tico, con dos grandes delanteros y un bloque a su servicio. Uno de ellos, Diego Costa, logr¨® el primero de los dos tantos rojiblancos, dio el segundo y sac¨® de quicio a un buen n¨²mero de rivales. Entre ellos, Medel, que se borr¨® del partido cuando ¨¦ste agonizaba. Su repertorio fue amplio. Ante ¨¦l, claudic¨® Nervi¨®n. Un espejo en el que debe mirarse Negredo, oscurecido en las citas de alcurnia.
SEVILLA, 2- ATL?TICO, 2
Sevilla: Beto; Coke, Fazio, Bot¨ªa (Cicinho, m. 69), Alberto Moreno; Kondogbia, Medel; Navas, Rakitic, Reyes (Manu del Moral, m. 46); y Negredo. No utilizados: Palop; Cala, Maduro, Herv¨¢s y Bab¨¢.
Atl¨¦tico: Courtois; Juanfran, Miranda, Cata, Filipe Luis; Ra¨²l Garc¨ªa (Koke, m. 72), Tiago (Mario Su¨¢rez, m. 24), Gabi, Arda (Cebolla Rodr¨ªguez, m. 64); Falcao y Diego Costa. No utilizados: Asenjo; Ins¨²a, Pulido y Adri¨¢n.
Goles: 0-1. M. 6. Diego Costa. 0-2. M. 28. Falcao. 1-2. M. 39. Navas. 2-2. M. 91. Rakitic.
?rbitro: Fernando Teixeira Vitienes. Expuls¨® a Medel por doble amarilla (m. 76) y a Konddogbia, con roja directa (m. 93). Amonest¨® a Ra¨²l Garc¨ªa, Cata y Rakitic.
Unos 42.000 espectadores en el Pizju¨¢n.
?El Sevilla, que hab¨ªa ido sobreviviendo en la Copa ante rivales que casi nunca quisieron competir, no encontr¨® el milagro necesario para volver a recuperar la credibilidad y la gloria perdidas. Es otro Sevilla, disminuido, superado ahora por este Atl¨¦tico que juega como pocos los partidos de verdad, exigentes como el de anoche en el Pizju¨¢n, que valen una final. En el escalaf¨®n del f¨²tbol espa?ol, el Atl¨¦tico ha ocupado el lugar que tan bien ocup¨® el Sevilla en la pasada d¨¦cada. La final con el Real Madrid, tercera de la era Simeone, consagra la solidez de los rojiblancos.
Tanto apel¨® al ardor guerrero el Sevilla en la previa que la intensidad se reflej¨® mucho m¨¢s en el ambiente, en un entorno enloquecido que emergi¨® para acogotar al Atl¨¦tico, que en la disposici¨®n de sus jugadores en un inicio de encuentro err¨¢tico y fr¨ªo. Los de Simeone no son de los que se arrugan, ni mucho menos, por lo que eso de ganar partidos desde la grada no es un supuesto aplicable a este Atl¨¦tico, tan intenso como fiable.
A la estupenda puesta en escena del conjunto madrile?o le acompa?¨® un imperdonable error en defensa del Sevilla. Por ah¨ª chirr¨ªa el equipo de Emery, con dos centrales irregulares y de cintura m¨¢s bien dura. A la primera que Diego Costa oli¨® su debilidad le hizo un l¨ªo. Un sombrero a Fazio y un recorte a Bot¨ªa precedieron a un magn¨ªfico y ajustado disparo del brasile?o, un delantero de post¨ªn. El gol aplac¨® los ¨¢nimos de una grada entregada con su equipo a pesar de la lluvia y el golpe tuvo el efecto de impactar en el coraz¨®n del Sevilla.
En el mar de dudas en el que se sumi¨® el equipo de Emery, la ¨²nica nota de vida la puso Navas, siempre incansable, aunque ante equipos tan bien plantados y ordenados como el Atl¨¦tico las carreras son una buena medicina, pero no un remedio general para sanar a un enfermo tan d¨¦bil en la zaga y con carencias evidentes frente a un rival tan bien plantado. All¨ª donde Reyes lo intentaba siempre surg¨ªa un bosque de piernas, una cobertura con sentido y una presi¨®n ajustada. Superar el entramado atl¨¦tico exig¨ªa m¨¢s talento, m¨¢s imaginaci¨®n. Rakitic era el otro hombre se?alado para esa misi¨®n. Fue presa f¨¢cil de la espl¨¦ndida intensidad atl¨¦tica.
Los locales acabaron con nueve jugadores por las expulsiones de Medel y Kondogbia
El espect¨¢culo lo segu¨ªa poniendo Diego Costa, provocador, r¨¢pido y guerrillero, con tanto f¨²tbol como para descarrilar a Fazio en una carrera llena de fe y talento. Delanteros de post¨ªn para desmontar a un Sevilla con la defensa de plastilina. El desmarque y la definici¨®n de Falcao fueron de atacante puro y coronaron el espl¨¦ndido trabajo coral del Atl¨¦tico. Bot¨ªa acab¨® con la nariz en el c¨¦sped, la viva imagen de la impotencia.
Emery, que hab¨ªa previsto un encuentro con menos goles, dio rienda suelta a su lateral izquierdo, Alberto Moreno, un joven con proyecci¨®n, que se rebel¨® ante la superioridad atl¨¦tica. Un buen centro del sevillano lo recogi¨® Navas, que resolvi¨® como no suele, de forma espl¨¦ndida. Con gol, el extremo ser¨ªa de otra galaxia.
Solo Navas plant¨® cara al cuadro de Simeone, muy intenso tras marcar en los compases iniciales del duelo
Fue entonces, con todo perdido, cuando el Sevilla decidi¨® soltarse. El partido entr¨® en un ida y vuelta que, al menos, sirvi¨® para mostrar la cara m¨¢s amable del Sevilla. Negredo, Manu del Moral y Navas gozaron de claras ocasiones para decorar el resultado, as¨ª como el Atl¨¦tico pudo gozar de contragolpes limpios para terminar de ejecutar al grupo de Emery. En uno de ellos, Fazio se permiti¨® el lujo de asistir a Diego Costa, que no quiso hacer m¨¢s sangre. Su papel hab¨ªa sido tan estelar que permit¨ªa ese borr¨®n. El partido acab¨® con el empate de Rakitic y la ¨²ltima aportaci¨®n de Costa. La fuerte entrada de Kondogbia y su posterior pisot¨®n al brasile?o dieron con el franc¨¦s en el vestuario. Antes se hab¨ªa ido Medel. A la media hora, un Sevilla fulminado por la voracidad de Diego Costa y el olfato de Falcao. Nueva final para el Atl¨¦tico de Simeone tras las de Liga Europa y Supercopa europea de la temporada pasada, ambas saldadas con contundentes victorias. Ahora les espera el Madrid.
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