Kevin L¨®pez manda un mensaje

Se puede pasar a una final de muchas maneras. Controlando en todo momento a los rivales y dando un golpe justo y concreto, como hicieron David Bustos y Arturo Casado en las semifinales de 1.500, sin despeinarse, como Ruth Beitia en altura, o a la desesperada, como lanz¨® ?rsula Ruiz su ¨²ltimo peso. O dando un golpe en la pista como diciendo ¡°aqu¨ª estoy yo, ten¨¦is que contar conmigo¡±, que es lo que hizo Kevin L¨®pez en sus 800. Es la f¨®rmula m¨¢s arriesgada, pero tambi¨¦n la que genera m¨¢s confianza en un atleta, m¨¢s a¨²n si la tuya es la semifinal m¨¢s dura, con los rivales m¨¢s fuertes, y junto a ti corre el gran favorito, el polaco Kszczot, que tiene mirada de loco y defiende el t¨ªtulo aqu¨ª, en Gotemburgo.

El sevillano, que forma parte de esa hornada de atletas que por su juventud y experiencia est¨¢n llamados a renovar el equipo espa?ol, se puso en cabeza en seguida y no se quit¨®. Todo pareci¨® muy f¨¢cil, incluso ¨¦l lo vivi¨® de una manera placentera dentro del dolor que supone una carrera de este tipo, a medio camino entre la velocidad pura y la resistencia. ¡°He corrido como me gusta en pista cubierta, poni¨¦ndome en cabeza, frenando en las curvas y acelerando cuando he querido, y me he encontrado muy c¨®modo¡±, explicaba despu¨¦s.

El mensaje de Kevin, bronce hace dos a?os, est¨¢ claro. Es la segunda vez este a?o que gana a Kszczot, que tiene un a?o m¨¢s que el sevillano, ha corrido en 1m 43s y sabe lo que es ser campe¨®n de Europa y medallista en unos Mundiales. ¡°No le tengo miedo. Respeto, s¨ª. Y, claro, es el rival¡±, reconoce el chico de Paco Gil.

Junto a Kevin estar¨¢ su compa?ero de entrenamientos Luis Alberto Marco, que ya ha olvidado las molestias en la garganta y, sobre todo, la final de Par¨ªs, donde acab¨® quinto tras tropezar. Marco tambi¨¦n se coloc¨® al frente en su semifinal, pero en la ¨²ltima recta se lo trag¨® el brit¨¢nico Mohammed (y el ucraniano Bybyk). Y Kszczot, que estaba siendo entrevistado por una cadena de televisi¨®n interrumpi¨® a los periodistas para no perder detalle de la carrera. Como si no supiera que su verdadero rival ya le hab¨ªa mostrado el dorsal antes, o sea, Kevin L¨®pez.