Laberinto turco
Los otomanos, comandados por el magistral Fatih Terim, alternan brillo con inconstancia
Hamit Altintop, estrella indiscutible en el Galatasaray, ten¨ªa grandes dificultades para entrar en las convocatorias del Real Madrid. La situaci¨®n del centrocampista turco, que resolvi¨® emigrar a Estambul el verano pasado, ilustra la diferencia de potencial entre las dos plantillas y justifica la satisfacci¨®n con que el club de Chamart¨ªn recibi¨® la noticia del sorteo. Si el Madrid no pasa a las semifinales habr¨¢ que atribuirlo a un error propio. Al equipo de Mourinho le conviene permanecer alerta. El adversario que le espera es m¨¢s d¨¦bil. Pero en su interior, como en el laberinto del bazar, esconde trampas para distra¨ªdos.
El cruce con el Schalke en octavos exhibi¨® al Galatasaray como un equipo en busca de una identidad, a ratos atrevido, a ratos procurando controlar la situaci¨®n desde su campo. La inconstancia, sello distintivo del f¨²tbol turco, tiene un reverso de aplomo. El Galatasaray es peligroso ¡ªpara s¨ª mismo y para el rival¡ª porque juega sin miedo. Con una mezcla alternativa de indolencia y arrebato. Ni la presencia en el banquillo de un maestro avisado como Fatih Terim ha terminado de estabilizarlo. Por m¨¢s que en la Champions ha jugado a comportarse con prudencia t¨¢ctica, de vez en cuando le pierde su tendencia natural a la suficiencia.
Yilmaz es la revelaci¨®n. Buen cabeceador, h¨¢bil con ambas piernas y astuto para moverse
Los fichajes de Sneijder, proveniente del Inter, y de Drogba, posiblemente aburrido de la Liga china en el Shanghai Shenshua, le dieron una p¨¢tina de jerarqu¨ªa el pasado enero. Tambi¨¦n cambiaron el funcionamiento del conjunto. En Gelsenkirchen cada saque de porter¨ªa fue un bal¨®n largo al pecho o a la cabeza de Drogba, que debi¨® acabar el partido con el cr¨¢neo hirviendo de tanto prolongar hacia Yilmaz. La compenetraci¨®n del nueve marfile?o con el goleador turco parece lograda. Burak Yilmaz es la revelaci¨®n. Suma seis goles en seis partidos consecutivos de Champions. No ha sido casual. A sus 27 a?os posee la fiebre competitiva que caracteriza a los m¨¢s fieros habitantes del ¨¢rea. Maneja ambas piernas, es astuto para desmarcarse, dispara a un toque con facilidad y es ¨¢gil para anticiparse por arriba. Coloca el bal¨®n con la cabeza con tanta precisi¨®n que parece que a su cuello le sobra una v¨¦rtebra. En Turqu¨ªa le sit¨²an en la ¨®rbita del agente Jorge Mendes, siempre dispuesto a cerrar un buen intercambio, y anuncian que es el primer candidato a reemplazar a Falcao en el Atl¨¦tico la temporada pr¨®xima.
El dinero que misteriosamente riega el f¨²tbol turco ha inundado al Galatasaray. A pesar de su condici¨®n de club social, y a pesar de las limitaciones competitivas del ¨¢mbito turco, esta instituci¨®n centenaria ha sido capaz de atraer a grandes figuras. Es el caso de Altintop, el pesado centrocampista que el Madrid fich¨® libre en 2011. Del paso de Altintop por Valdebebas se recuerda su prolongado tratamiento de una hernia discal m¨¢s que su clase y su violento disparo. Tambi¨¦n se recuerda que, en su condici¨®n de fichado con la carta de libertad, el hombre ganaba uno de los mayores salarios de la plantilla. Cinco millones de euros. Que decidiera marcharse al Galatasaray, donde no cobra menos, es una prueba de la prosperidad del B¨®sforo.
Los fichajes de Sneijder y Drogba en enero le dieron una p¨¢tina de jerarqu¨ªa al equipo turco
Sneijder tampoco gana en Estambul menos de lo que cobraba en Mil¨¢n. Su fondo f¨ªsico tambi¨¦n sigue estable: cubre una superficie de terreno tan escasa que para defender requiere del auxilio de un punta y tres volantes. Ah¨ª entra en juego otro veterano de mil batallas: Felipe Melo. Este imprevisible medio centro brasile?o, triunfador en la Fiorentina y perdido en la Juve, es el encargado de regular el tr¨¢nsito por el centro del campo. Su tendencia a la dispersi¨®n, o a la ira, no le convierten en una garant¨ªa. Para cubrirle no abundan los recursos. Los centrales, Nounkeu y Kaya, son lo menos solvente del equipo.
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