La ley de Xavi y Xabi Alonso
La pareja de mediocentros, ausente ante Finlandia, clave en la victoria al conseguir romper las tupidas l¨ªneas francesas
Xavi y Xabi Alonso. Imposible separarlos despu¨¦s de que su ausencia ante Finlandia resultara tan clamorosa. Al principio, Alonso filtr¨® media docena de pases verticales que rompieron las tupidas l¨ªneas francesas. El destinatario, en ocasiones, fue el propio Xavi, danzando desde la media punta para desesperaci¨®n de Deschamps, incapaz de cortarle las v¨ªas de acceso a Lloris. Xavi err¨® un disparo en apariencia sencillo para ¨¦l, con el interior, tras un centro atr¨¢s de Monreal. Desde unos ocho metros. Se le fue alto. El oficio hecho carne en estos dos jugadores que aman el f¨²tbol tan profundamente, Xavi y Xabi Alonso marcaron todos los tiempos del encuentro. A los 33 a?os y medio lesionado, Xavi apura sus ¨²ltimos metros y escoge las citas para seguir ejerciendo su magisterio: Kiev, el Camp Nou ante el Milan, Saint Denis... Alonso, de 31, todav¨ªa disfruta con la refriega f¨ªsica, aunque a veces, como ayer Pogba con un rodillazo en la espalda o el plantillazo en el pecho de De Jong en la final de Johannesburgo, tenga todas las de perder.
Monreal y Vald¨¦s. Sin ser debutantes, s¨ª se estrenaban en un duelo solemne con la selecci¨®n. Y les sobr¨® valor para afrontarlo. El lateral navarro del Arsenal profundiz¨® hasta la l¨ªnea de fondo en un par de incorporaciones letales para los bleus. En la segunda, su centro picado, con el exterior de la zurda, fue muy intencionado para que el destinatario fuera Pedro y no otro. En defensa, tap¨® a Valbuena con agresividad y firmeza. A Jordi Alba le ha salido un competidor. En cuanto al portero del Bar?a, necesitaba un recuerdo como este para ponerle un lazo a su carrera. Siempre a la sombra de Iker en la selecci¨®n, ayer fue el meta del Madrid quien le vio desde la grada en un pu?ado de paradas decisivas, sobre toda una, desde el suelo y con la mano izquierda, a un cabezazo cercano de Evra. Err¨® solo una vez, al no salir a por un centro cruzado desde la izquierda (Varane remat¨® fuera), pero su noche estaba marcada, tan m¨¢gica como la de siete a?os antes en el mismo escenario, Saint Denis, en la final de la Champions conquistada al Arsenal.
A Monreal y a Vald¨¦s les sobr¨® valor para afrontar su primer duelo solemne con la selecci¨®n
Pedro. Corr¨ªa el minuto 58 cuando mir¨® al banquillo, vio el cambio preparado de Jes¨²s Navas y salt¨® como un resorte. Sabi¨¦ndose sustituido un instante despu¨¦s, arm¨® la jugada del partido, impulsado por su instinto de supervivencia. Un breve caracoleo desde el callej¨®n del 8 y un cambio de orientaci¨®n al otro lado, por donde llegaba Monreal. Al ver que el lateral avanzaba, Pedro se lanz¨® como un kamikaze hacia el centro del ¨¢rea de Lloris. Lleg¨® justo a tiempo al centro picado de Monreal. Lo remat¨® con el alma de la roja, corrigiendo el error arbitral del primer tiempo, cuando se trag¨® un rodillazo del portero franc¨¦s al mismo Pedro. Lloris no pudo detener esta vez el remate del n¨¢ufrago Pedro. Anulado Villa por la velocidad insuperable de Varane, Pedro acumul¨® todas las opciones espa?olas de sentenciar, tambi¨¦n otro tiro desviado. Del Bosque hab¨ªa preferido suplir a Villa por Navas porque Pedro, desatado, es capaz de todo. De sumar 10 goles en los ¨²ltimos ocho encuentros con la selecci¨®n, por ejemplo.
Del Bosque. Cuando, tras la victoria, se esperaba una declaraci¨®n contundente del seleccionador, defendiendo el estilo de La Roja, tan exitoso desde hace cinco a?os, ¨¦l solo se atrevi¨® a decir: ¡°Soy un hombre lleno de dudas¡±. Las generadas por su equipo tres d¨ªas antes ante la rival n¨²mero 87 del mundo, Finlandia. Pero llegada la hora de la verdad, Espa?a respondi¨®. Y tambi¨¦n el seleccionador, con esa amenaza de cambio de Navas doblemente beneficiosa. Por el est¨ªmulo que supuso en Pedro. Y por c¨®mo el extremo sevillista alarg¨® a Espa?a en ese tramo final. Navas ya no es solo velocidad punta, sino la madurez para volver a empezar cuando no encuentra las salidas. Esconde el bal¨®n y vuelta a empezar.
A Deschamps le sali¨® la vena conservadora por todas partes
Deschamps. Le sali¨® la vena conservadora por todas partes. Hasta el minuto 70 no mand¨® a su equipo hacia adelante. Y hasta el minuto 91 no dej¨® entrar a Giroud, un cabeceador notable, un cambio inexplicablemente tard¨ªo. Por supuesto, no se permiti¨® el lujo de ver juntos a Benzema, sustituido y abucheado en el 81, y a Giroud, ni siquiera para el ¨²ltimo tramo. En los escasos pasajes valientes de Francia, tanto en el Calder¨®n como en Par¨ªs, Espa?a sufri¨® el aliento de sus atacantes y su fortaleza en el juego a¨¦reo. Pero como Deschamps solo quer¨ªa ganar a la contra, cuando quiso atacar ya no pudo ni supo, perjudicado adem¨¢s por la mala cabeza de Pogba, expulsado con dos tarjetas amarillas por sendas acciones muy duras en un minuto. Le tuvo a Espa?a un respeto reverencial.
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