Un guante y un ca?¨®n

La bota derecha del chileno Morales, dos asistencias a bal¨®n parado y un gol, y dos cabezazos rotundos de Weligton y Baptista concretaron la superioridad del M¨¢laga en Vallecas. Fue mejor el equipo de Pellegrini en la disposici¨®n y con la pelota.

Jugaron los dos equipos sin delanteros puros, una moda que se va haciendo hueco en proyectos de menor altura que el Barcelona o la selecci¨®n espa?ola. El Rayo dispuso a Baptistao, escoltado por Jos¨¦ Carlos y el M¨¢laga a Baptista, acompa?ado por Joaqu¨ªn. La banda derecha que abandon¨® este ¨²ltimo la ocup¨® Morales, decisivo en el marcador desde el excepcional golpeo de bal¨®n que ense?¨®. Llegado en el mercado de invierno procedente de la liga croata, empez¨® a justificar pronto su titularidad. Le cogi¨® r¨¢pido la distancia a las dimensiones de Vallecas en las jugadas a bal¨®n parado. Un arma letal en ese campo, donde a lo ancho y a lo largo todo est¨¢ m¨¢s cerca de la porter¨ªa. Puso Morales en la cabeza de Weligton una falta lateral precisa que abri¨® el marcador. Se despist¨® G¨¢lvez en la marca y Weligton no encontr¨® oposici¨®n alguna para ese bal¨®n tan bien tocado. La endeblez en el juego a¨¦reo en las jugadas de estrategia fue una constante que el Rayo pag¨® muy caro.

Nuca encontr¨® el equipo de Paco J¨¦mez la fluidez de pelota con la que se ha instalado en la parte alta de la tabla. Se ahogaba ya con la presi¨®n mediana de Joaqu¨ªn y Baptista y se derrumbaba cuando llegaba hasta Toulalan e Iturra, otros dos seguros de vida en un terreno de juego con esas dimensiones porque les sobra colocaci¨®n y fuelle para abarcar mucho campo. No consintieron que el Rayo se hiciera fuerte con la pelota, que es lo que mejor le sienta.

Con todo, se rehizo el conjunto de J¨¦mez en una jugada aislada, una internada por la derecha entre el Chori Dom¨ªnguez y Tito que acab¨® con derribo de Willy Caballero a Baptistao. Piti enga?¨® en el lanzamiento al meta argentino.

No cambi¨® el panorama en el segundo tiempo. El M¨¢laga dominaba los espacios y tambi¨¦n la pelota, ahora ya con Isco m¨¢s entonado, poco, pero al menos con las apariciones suficientes como para destapar agujeros.

Fue de otra jugada a bal¨®n parado como el M¨¢laga recobr¨® la ventaja. Esta vez, un c¨®rner. A la esquina derecha se fue Morales y desde all¨ª puso un globo tocado que fue muy mal defendido. Esper¨®, literalmente, en zona la defensa rayista y Baptista no perdon¨®. Entr¨® desde atr¨¢s, arrasando, aunque no tuviera nada que llevarse por delante m¨¢s all¨¢ de la pelota. El gol record¨® a muchos que hizo antes de la lesi¨®n que le ha tenido apartado casi un a?o de los terrenos de juego. Fue poderoso su cabezazo. Llevaba Baptista cerca de a?o y medio sin marcar un gol. El tanto refuerza a un futbolista al que Pellegrini ha esperado largo tiempo. La posici¨®n que ocup¨®, de falso nueve, es la ¨²ltima gran evoluci¨®n de un jugador que lleg¨® al Sevilla como mediocentro defensivo y se fue al Madrid como el paradigma del mediapunta llegador.

Ayer se le vio a Baptista la realidad de tanto tiempo inactivo. Altern¨® gestos t¨¦cnicos buenos con otros en los que el f¨ªsico no le acompa?¨® para ejecutarlos con la rapidez deseada. Pero si la tarde estaba para gestos, fue Morales el que termin¨® por redondearla. Finiquit¨® el intento del Rayo por estirarse y empatar con un derechazo desde fuera del ¨¢rea. Le peg¨® con el empeine exterior, fuerte, pero colocado. Un guante y un ca?¨®n.