Osasuna toma aire

Un partido sencillo, una ma?ana tranquila se convirti¨® en una pesadilla para Djukic, en el peor partido de la temporada, en una verbena de errores infantiles del portero, de los laterales, de los centrales, de casi todo el mundo. El Valladolid ha vivido tranquilo toda la temporada, ha sumado puntos, tiene colch¨®n y ventaja sobre el descenso y la sensaci¨®n de que m¨¢s pronto o m¨¢s tarde el trabajo llegar¨¢ a su fin le ha convertido en un equipo blando, relajado, sin tensi¨®n, algo peligroso sobre todo cuando casi todo el resto de la categor¨ªa se est¨¢ jugando algo. Con el resultado encarrilado, el rival casi desquiciado, el Valladolid regres¨® del descanso con la mente en otra cosa y comenz¨® a acumular tonter¨ªas que dieron la vuelta al partido y dejaron un saco de goles en la porter¨ªa de Dani Hern¨¢ndez.

Mendilibar ofreci¨® el repertorio m¨¢s cl¨¢sico, el de la presi¨®n adelantada, adelantad¨ªsima, casi encima del portero, muy centrada en ?lvaro Rubio, y el cuero comenz¨® a brincar de un lado a otro sin ning¨²n control, sin reposo, sin que nadie consiguiese echarlo al c¨¦sped. Pero ayer regresaba Ebert, un jugador que le da cosas muy diferentes a¨²n falto de ritmo y con gasolina para apenas media hora. El medio alem¨¢n se abri¨® paso, se ofreci¨®, abandon¨® su posici¨®n m¨¢s habitual y dio salida al f¨²tbol de los suyos cuando todo estaba atrancado. Y sin merecerlo, sin haber hecho nada peligroso, en un centro facil¨®n, Rub¨¦n se interpuso entre el bal¨®n y el portero y lo envi¨® a la red. El tanto tumb¨® la intenci¨®n, las ideas y el ¨¢nimo de Osasuna y despej¨® el camino del Valladolid, que muy lejos de sus mejores tardes, acert¨® a controlar el choque echando mano m¨¢s de la paciencia y del trabajo a destajo que de cualquier otra cosa.

Mendilibar en el descanso movi¨® nombres, no posiciones, pero la entrada de Pu?al y de Oier dio cemento en el centro del campo, y en pocos minutos el cuero y el dominio hab¨ªan cambiado de lado. El giro sorprendi¨® al Valladolid, que desde ese momento se extravi¨® como nunca lo hab¨ªa hecho. El primero fue el portero, Dani Hern¨¢ndez, cuestionado durante toda la temporada. En un disparo blando de De las Cuevas no acert¨® ni a atrapar el bal¨®n ni a despejarlo con criterio de portero y se lo regal¨® a Sola para que hiciera el empate. Unos minutos despu¨¦s, en un saque de esquina, un aut¨¦ntico suplicio para el meta venezolano, no alcanzo a despejar, ni a evitar que Sola, otra vez, peinase hac¨ªa atr¨¢s el cuero casi a c¨¢mara lenta.

El Valladolid se desangraba. Ni ?scar, ni Ebert, ni los cambios, acudieron en su ayuda y entre Balenziaga y los centrales el esperpento que era el partido se cerr¨® con un error en un pase horizontal en el centro del campo, una carrera tranquila y solitaria para De las Cuevas, que sell¨® el resultado ante la salida del portero. En 20 minutos Osasuna hab¨ªa hecho tres goles, se hab¨ªa llevado los tres puntos, y hab¨ªa llenado de secuelas al equipo de Djukic, que ha despilfarrado la tranquilidad que le aguardaba para el final de temporada.