El ¡®caso Casillas¡¯ solapa al Galatasaray
Mourinho dice que el meta debe esperar su oportunidad y deja caer que nadie juega por decreto
La adjudicaci¨®n por sorteo del Galatasaray como adversario en los cuartos de final de la Champions supuso una inyecci¨®n de entusiasmo para el Madrid y para Jos¨¦ Mourinho en particular. El m¨¢nager, que se considera a s¨ª mismo como la figura providencial que ha sido capaz de meter al equipo por dos a?os consecutivos en semifinales despu¨¦s de una etapa de sucesivas frustraciones en octavos, vislumbr¨® una nueva clasificaci¨®n y, de inmediato, se puso a planificar el futuro con la abnegaci¨®n minuciosa que le caracteriza. Sus proyectos estuvieron marcados por Iker Casillas, el capit¨¢n operado de la mano izquierda hace dos meses, con quien mantiene una larga historia de desencuentros. Siempre preocupado por su imagen, Mourinho se interrog¨® menos sobre c¨®mo superar al Galatasaray que sobre c¨®mo gestionar el regreso del ¨ªdolo incrementando al mismo tiempo su reputaci¨®n de gestor infalible de recursos humanos: ?qu¨¦ hacer con Casillas? Su respuesta fue un plan de reincorporaci¨®n deportiva indisolublemente unido a una estrategia de comunicaci¨®n.
Dicen sus compa?eros que Casillas se entrena a un nivel muy alto desde hace una semana. Que pudo ir convocado a Zaragoza el viernes pasado lo mismo que podr¨ªa jugar sin problemas contra el Galatasaray. Pero que Mourinho retrasa su reaparici¨®n. Las razones del t¨¦cnico son tan sinuosas como su personalidad. Quiere demostrar que sin Casillas se pueden alcanzar las semifinales pero, para no tensar la cuerda con la opini¨®n p¨²blica, piensa en restituirle una vez eliminado el Galatasaray. A partir de entonces, el m¨¢nager considera que ya no tendr¨¢ nada que perder. Si el Madrid cae en semifinales, o en la final, sutilmente podr¨¢ explicarlo en la presencia invasiva de Casillas, que juega porque los medios presionan. Si el Madrid gana la Champions, nadie se acordar¨¢ de Iker.
No hizo falta que insistieran en preguntarle por el portero. Ayer Mourinho centr¨® la exposici¨®n de su conferencia en Casillas. Quiso dejar claro dos cosas: que Casillas goza de privilegios que no le corresponden y que no ser¨¢ ¨¦l quien se los consienta f¨¢cilmente. Para decir esto sin que se lo atribuyan, el m¨¢nager sac¨® un papel con la presunta transcripci¨®n de las declaraciones de un periodista de Onda Cero a quien ¨¦l considera amigo de Casillas. ¡°Yo tengo unas palabras suyas de hace a?os atr¨¢s¡±, dijo, dirigi¨¦ndose al periodista, ¡°en donde usted dice: ¡®El jugador equis juega por decreto. Un entrenador que concede este privilegio perjudica al jugador. No se puede hacer a un jugador titular por su estatus. El palmar¨¦s no puede hacer alineaciones...¡±.
El Madrid juega hoy el partido m¨¢s importante de la temporada y Mourinho parece m¨¢s obsesionado que nunca con su imagen, sus planes, y Casillas. Sobre su imagen fue contradictorio. Ayer rechaz¨® una manifestaci¨®n en su apoyo programada para el s¨¢bado por algunos aficionados: ¡°Lo agradezco, pero me gusta que el apoyo sea en el estadio y al equipo, no a las personas¡±. El pasado mes de diciembre ¨¦l mismo program¨® un plebiscito sobre su figura antes del derbi con el Atl¨¦tico.
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