Y los espa?oles, ?qu¨¦?
A Sergio Garc¨ªa no le va Augusta, Olaz¨¢bal busca su mejor juego y Gonzalo Fern¨¢ndez-Casta?o sigue conociendo el Masters
Los hay enamorados del Masters, como Olaz¨¢bal, entregado a Augusta desde que se visti¨® de verde en 1994 y 1999. Los hay que se enamoran al primer vistazo, como Gonzalo Fern¨¢ndez-Casta?o, prendado de la majestuosidad del campo en su debut el a?o pasado (61?) y reenamorado ahora. Y los hay a quienes este campo les pone un nudo en la garganta, como Sergio Garc¨ªa, tan descre¨ªdo con Augusta como para soltar: ¡°Aqu¨ª me he dado cuenta por fin de que no sirvo para ganar un grande¡±.
Augusta nunca deja indiferente. Son tres espa?oles lo que compiten en el Masters. Tres historias diferentes:
Sergio Garc¨ªa (33 a?os; 16? del mundo; 21 torneos ganados; 12? en el pasado Masters).
¡°Eres el mejor embajador de Espa?a¡±, le dice un gallego de Ourense emigrado hace muchos a?os a Estados Unidos al golfista castellonense, que por fin suelta una sonrisa. Es el Masters el grande que peor le sienta ¨Cse cumplen 15 ediciones desde su primera aparici¨®n- y Augusta un campo con el que ha tenido una relaci¨®n de m¨¢s odio que amor. Hasta tuvo que pedir p¨²blicamente perd¨®n por criticar a la organizaci¨®n. ¡°No voy a mentir, no estoy al 100% en mi juego¡±, dice El Ni?o en la v¨ªspera, acompa?ado durante su entrenamiento por el extenista Juan Carlos Ferrero y el expiloto Sete Gibernau. ¡°Me faltan coger sensaciones, golpes aqu¨ª y all¨¢, solidez, fluidez¡±. Para colmo le toca lluvia, seg¨²n las previsiones, en sus primeros pasos en el Masters. ¡°Yo empiezo con mentalidad positiva. Las ganas y la intenci¨®n no me las quitan¡±, dice. Cuando se ponga la bola en juego se pondr¨¢ tambi¨¦n a prueba su fortaleza mental.
El alem¨¢n Bernhard Langer, uno de los due?os de la chaqueta verde, comenta en GolfDigest: ¡°El juego largo de Sergio est¨¢ hecho para Augusta. La manda lejos y mueve perfectamente la bola recto, que en Augusta es hoy m¨¢s importante de lo que sol¨ªa ser. Todo se reduce al putt. La cuesti¨®n es si es capaz de manejar los greens. Puede que Olaz¨¢bal no la mande lo suficientemente lejos para Augusta, pero tiene el juego de putt que se necesita. Si pudieras poner el juego de putt de Chema en el juego largo de Sergio ya tendr¨ªas al ganador del Masters¡±.
Chema Olaz¨¢bal (47 a?os; 404? del mundo; 29 torneos ganados; no pas¨® el corte en el pasado Masters; campe¨®n en 1994 y 1999).
Al vasco le recuerdan a cada paso la magn¨ªfica victoria en la Ryder, y ha sido propuesto por la federaci¨®n espa?ola para el Premio Pr¨ªncipe de Asturias (Seve lo gan¨® en 1989) despu¨¦s de conseguir ya el Laureus al mejor equipo del a?o pasado. Pero ¨¦l quiere que le miren y que le hablen como a un jugador en activo, porque as¨ª se siente. Aunque el juego, dice, no le acompa?e demasiado. Solvente todav¨ªa con el juego corto, es en la inmensidad de Augusta donde Olaz¨¢bal m¨¢s sufre. ¡°El campo se me hace largo, las yardas cuentan¡±, asegura ¨¦l.
Gonzalo Fern¨¢ndez-Casta?o (32 a?os; 30? del mundo; seis torneos ganados; 61? en el pasado Masters).
¡°Con mucha ilusi¨®n¡± llega el madrile?o a su segundo Masters, despu¨¦s del 61? puesto del curso anterior. ¡°Estar aqu¨ª es ya una experiencia inolvidable. Es un campo en que la experiencia es un factor fundamental. Jugar el a?o pasado las cuatro vueltas me va a ayudar mucho, y ahora llego mejor de juego¡±, dice Gonzalo, que ha compartido entrenamientos con Olaz¨¢bal y con ?ngel Cabrera. En busca de la tarjeta estadounidense, a Gonzalo le sigue maravillando Augusta: ¡°Me sorprende todo, los ondulados de los greens, los cambios de viento entre los ¨¢rboles, la perfecci¨®n de todo¡ Me enamor¨¦ profundamente el a?o pasado y el amor dura¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.