Nosa cierra un derbi fren¨¦tico

Hubo de todo en el derbi. Desde el rid¨ªculo del Betis hasta el desplome del Sevilla, que, castigado por las decisiones arbitrales y sobrepasado por la intensidad del acontecimiento, permiti¨® que su rival le igualara un cero a tres. Por eso, la alegr¨ªa fue b¨¦tica, pues el punto era poco menos que una entelequia en la primera mitad ante el ba?o que el Sevilla le estaba dando al Betis. Fue Nosa, en el ¨²ltimo minuto, el que igual¨® un derbi con todos sus condimentos: intensidad, goles, pol¨¦mica, penaltis, expulsiones y nervios. Desaprovech¨® el Sevilla una gran oportunidad para acercarse al Betis, al que sigue teniendo a seis puntos. Llora las decisiones del colegiado, barrido por el empuje final del Betis despu¨¦s de una primera media hora impresionante. Sobr¨® el manotazo de Medel, as¨ª como el gesto de Mel, que dedic¨® una peineta hacia la afici¨®n del Sevilla. Tambi¨¦n los errores de Del Cerro Grande, que concedi¨® un gol ilegal a los de Emery, pit¨® un inexistente penalti sobre Rub¨¦n y expuls¨® injustamente a Medel. El chileno, no obstante, no acaba de aprender de sus errores.

Como si de un calco del derbi de la primera vuelta se tratara, el Sevilla masacr¨® al Betis con una superioridad exultante, un excelente juego de combinaci¨®n en el centro del campo y un esp¨ªritu matador para machacar al eterno rival en su propio campo. Fue mejor el Sevilla en una media hora de ensue?o, superior en todas las facetas del juego, armado en torno a una l¨ªnea de centrocampistas que destrozaron la d¨¦bil propuesta de Mel en la medular. En realidad, el Betis juega siempre as¨ª, con cuatro delanteros, y Emery lo vio tan claro que hasta pareci¨® f¨¢cil. Bast¨® que Medel y Kondogbia apretaran a Ca?as y Be?at hasta asfixiarlos, con Rakitic gan¨¢ndoles la espalda y Reyes dibujando pases de ensue?o. Ante la propuesta sevillista, el Betis se entreg¨® a un intercambio de golpes que, a priori, deber¨ªa beneficiarle y que se acab¨® por convertir en un suplicio.

Que el Sevilla se mueve como pez en el agua en el Villamar¨ªn lo demuestra que solo ha perdido tres de los ¨²ltimos 20 derbis en el estadio b¨¦tico. Lo confirm¨® un pase al hueco de Reyes, algo largo, pero con peligro para la lent¨ªsima defensa b¨¦tica. Adri¨¢n, ni supo salir ni tap¨® su palo, con lo que a Rakitic le bast¨® con un suave toque con la zurda para batirlo. Un gol a los siete minutos respondido por una buena parada de Beto a Juan Carlos. Poco m¨¢s pudo hacer el Betis, aplastado a partir de ese instante.

Negredo, que se comi¨® el solo a Paulao y Amaya, muy inseguros, dispar¨® al palo. El equipo de Mel se derrumb¨® ante la calidad del Sevilla, que mostr¨® en unos minutos de ensue?o que deber¨ªa estar dispuesto para batallas mayores. Cinco minutos despu¨¦s, Del Cerro Grande se trag¨® un fuera de juego de Negredo para que Chica, tambi¨¦n muy desafortunado, le diera un pase de gol al propio Rakitic. El croata marc¨®, ahora por arriba, para hacer el segundo. En un suspiro, volaba el Sevilla, aupado por Rakitic, al que le ha sentado de maravilla su reciente casamiento. En la fiesta del Sevilla bull¨ªa Navas, incansable, mientras Rakitic anotaba y pon¨ªa la pausa. Faltaba en la exhibici¨®n la nota de alta escuela. En la en¨¦sima contra con el Betis roto, el bal¨®n le lleg¨® a Reyes. Emergi¨® el duende. Un pase sideral del utrerano al hueco super¨® a la zaga del Betis y fue rematado por Negredo con un toque preciso. Era el 0-3, la plasmaci¨®n de la hermosa superioridad de un Sevilla disparado.

Los de Emery no supieron mantener la renta y facilitaron la postrera igualada local

Tanto, que tuvieron que ser factores inesperados los que alteraron la indiscutible jerarqu¨ªa del Sevilla. El primero, un error de Medel que provoc¨® el gol de Pab¨®n antes del descanso. Luego, una obstrucci¨®n de Fazio a Rub¨¦n Castro que el ¨¢rbitro consider¨® penalti. Anot¨® el canario, que meti¨® al Betis en el partido, tanto como el manotazo de Medel a Ca?as. Lo que fue una desconsideraci¨®n lo convirti¨® Del Cerro en roja. Como de la noche al d¨ªa naci¨® otro derbi, con el Sevilla en inferioridad y el Betis apretando.

En las nuevas condiciones en la que se movi¨® el choque tampoco el conjunto de Mel fue mejor. El Sevilla dio un l¨®gico paso atr¨¢s y el Betis lo intent¨® con la entrada de Vadillo en banda y Jorge Molina arriba. Gan¨® el barullo, el bal¨®n al ¨¢rea, donde Fazio realiz¨® un esfuerzo monumental, siempre acertado en las coberturas, inmenso en el juego a¨¦reo. No supo el equipo verdiblanco leer el choque a pesar de jugar media hora en superioridad. Hasta que en el ¨²ltimo minuto Nosa se redimi¨® ante la afici¨®n con un gran remate que puso el final a un derbi de locos.