El Valladolid se acerca a la permanencia

Un incidente absurdo, el saque de banda que no pudo hacer en Mestalla y que dio lugar al gol de la derrota en Valencia, le sirvi¨® al Valladolid para despertar. La tranquilidad en la tabla hab¨ªa convertido a los de Djukic en un equipo blando, soso, sin f¨²tbol ni car¨¢cter. La sensaci¨®n de que la permanencia llegar¨ªa en uno u otro momento se estaba convirtiendo en un somn¨ªfero para un grupo que se pas¨® la primera vuelta en estado de excitaci¨®n permanente. El Getafe, uno de esos equipos que salen a por el partido de frente, que dejan jugar, se convirti¨® en Zorrilla en el rival perfecto para que el Valladolid despejase cualquier duda sobre su futuro, sobre un objetivo que ya tiene casi en la mano.

El Valladolid, despu¨¦s de dos meses espantosos, volvi¨® a encontrar se mejor versi¨®n, la del principio de temporada, la que deslumbraba a todo el mundo y la que dio un pu?ado de puntos que ahora, al final, le dan una posici¨®n tranquila a la espera de la salvaci¨®n matem¨¢tica. El cambio ha llegado con el regreso de la intensidad, de la velocidad y de Ebert. Djukic se qued¨® con lo que le hab¨ªa funcionado en Mestalla, con Larsson en la banda derecha y gestion¨® el regreso del alem¨¢n encaj¨¢ndole en la banda izquierda. Ebert, diestro cerrado, tir¨® de repertorio y cambi¨® sus carreras por el toque, por el pase, profund¨ªsimos algunos, y por el disparo. Por primera vez en las ¨²ltimas semanas, el Valladolid ten¨ªa algo diferente, una alternativa al juego espeso con que se ha manejado en su peor racha de la temporada.

El Getafe se entreg¨® pronto, no acert¨® a quitarle el cuero al Valladolid, ni a arrimarse a la porter¨ªa rival con alg¨²n peligro, ni siquiera a evitar que toda la delantera del Valladolid probase las manoplas de Codina una y otra vez. Pero el gol no llegaba y en el ¨²ltimo segundo de la primera parte un centro blandito, un remate de espaldas de Alc¨¢cer y una mala salida a un bal¨®n a¨¦reo de Dani Hern¨¢ndez, un cl¨¢sico de la defensa del Valladolid, convirtieron el mejor partido en mucho tiempo en una pesadilla.

Djukic no movi¨® nada en la segunda mitad, solo devolvi¨® a Ebert a su sitio natural, a la derecha, el lugar donde el extremo encuentra el espacio que necesita para armar jaleo. Y todo sigui¨® igual. El Valladolid al ataque, el Getafe arrugado y Codina ejerciendo de h¨¦roe para los suyos, hasta que por el ¨¢rea peque?a apareci¨® ?scar, un tipo que a?ade a su juego entre l¨ªneas una capacidad enorme para enfrentarse al gol con una enorme frialdad. Un centro de ?lvaro Rubio al punto de penalti y la ¨²nica duda de Codina fueron suficiente para que el medio hiciese el empate. El Getafe se hundi¨®, se hab¨ªa pasado m¨¢s de una hora corriendo detr¨¢s del bal¨®n, y cuando lo ten¨ªa le estorbaba, apenas acertaba a defenderse y en medio del desastre Javi Guerra dispar¨® cruzado tras un pase de ?scar y convirti¨® la superioridad en victoria. El poco ¨¢nimo que le quedaba a los de Luis Garc¨ªa se escap¨® con la expulsi¨®n de Alexis despu¨¦s de una posible agresi¨®n a Ebert.