Tiger tiene sus propias reglas
Woods es sancionado con dos golpes por un dropaje ilegal, pero el Masters le deja seguir compitiendo pese a una tarjeta incorrecta y el jugador es muy criticado por no dar ejemplo
¡°Las reglas son las reglas¡±, dijo Tiger Woods cuando le preguntaron el viernes por la sanci¨®n de un golpe al ni?o chino Tianlang Guan, de 14 a?os, por juego lento. Y as¨ª es, aunque este s¨¢bado en el Masters de Augusta dio la impresi¨®n de que existen unas normas especiales para El Tigre. Woods fue sancionado con dos golpes por un dropaje ilegal el d¨ªa anterior, pero el comit¨¦ de competici¨®n le permiti¨® seguir compitiendo cuando, con la normativa en la mano, deb¨ªa haber sido expulsado del torneo por la infracci¨®n que cometi¨® y por haber entregado una tarjeta incorrecta al final del d¨ªa.
Todo ocurri¨® en el hoyo 15. Woods dio su tercer impacto desde la calle con tal precisi¨®n, y tan mala suerte, que la bola golpe¨® directamente en la base del palo de la bandera y acab¨® en el agua del lago que est¨¢ antes del green. Tiger no se lo pod¨ªa creer. Un golpe que le hubiera permitido morder a sus rivales se convirti¨® en una condena. Woods ten¨ªa entonces tres opciones para dropar. La primera era acudir al ¨¢rea de dropaje, pero la descart¨® porque el terreno estaba demasiado embarrado y h¨²medo debido a las lluvias de la ma?ana. La segunda era golpear desde el mismo sitio que lo hab¨ªa hecho antes, ¡°lo m¨¢s cerca posible¡±, seg¨²n la norma. La tercera, hacerlo desde la l¨ªnea de entrada de la bola al agua tan lejos como quisiera, a su izquierda. Woods, sin embargo, retrocedi¨® ¡°un par de yardas¡± (menos de dos metros) y repiti¨® el golpe, sin tener en cuenta la l¨ªnea de bandera. Es decir, que no respet¨® ninguna de las tres posibilidades de dropaje que da el reglamento. Sin embargo, los ¨¢rbitros no apreciaron en ese momento la ilegalidad. El comit¨¦ de reglas, avisado por un espectador, revis¨® el v¨ªdeo mientras Tiger estaba jugando el hoyo 18, y determinaron que hab¨ªa cumplido con la norma, as¨ª que Woods entreg¨® la tarjeta con el benepl¨¢cito de la organizaci¨®n.
La irregularidad se descubri¨® minutos despu¨¦s, cuando Woods dijo en televisi¨®n que hab¨ªa retrasado adrede su bola para tener algo m¨¢s de espacio y acomodar el golpe. ?l mismo se hab¨ªa delatado. Y aquello dio un giro radical a la situaci¨®n, de manera que el caso se reabri¨® en la ma?ana de ayer. El comit¨¦ sentenci¨® que hab¨ªa violado la norma y, despu¨¦s de reunirse con Woods, le castig¨® con dos golpes. ¡°Drop¨¦ como pens¨¦ que era correcto y de acuerdo a las reglas. No sab¨ªa que hab¨ªa violado las normas. Acepto la sanci¨®n¡±, expres¨® El Tigre. Su descalificaci¨®n fue descartada puesto que el comit¨¦ hab¨ªa rechazado inicialmente, antes de que Woods entregara su tarjeta, que el jugador cometiera ning¨²n error.
Eso le salv¨®, pero provoc¨® un incendio entre los aficionados, los golfistas y varios exjugadores. Parec¨ªa que las reglas de las que hablaba Tiger acerca del joven Guan no se aplicaban con la misma objetividad en su caso. Un Masters sin Tiger supon¨ªa, claro, un baj¨®n de audiencias, de ventas, de p¨²blico... Muchos pensaron que si eso mismo le hubiera sucedido a otro ya estar¨ªa en el aeropuerto, mientras que al gran Woods se le permit¨ªa seguir en liza. El majestuoso club de Augusta, tan estricto e inamovible para tantas cosas ¡ªnada de tel¨¦fonos o c¨¢maras en el campo, prohibido correr, mujeres admitidas como socias por primera vez ahora¡ª, hac¨ªa la vista gorda con el jefe.
El Tigre no respet¨® los lugares reglamentarios para dropar
¡°Me da risa¡±, resumi¨® Sergio Garc¨ªa, muy cr¨ªtico con El Tigre. ¡°Augusta toma sus decisiones, pero si me ocurre a m¨ª y he firmado una tarjeta incorrecta, no soy capaz de salir a jugar, aunque me dejen. He hablado con otros jugadores y me hubieran hecho lo mismo, retirarse. Yo soy futbolista a muerte, pero el f¨²tbol es de mentirosos y de tramposos. El golf ha de ser otra cosa. Por eso es tan grande¡±. Gonzalo Fern¨¢ndez-Casta?o, que comparti¨® multitudinaria ronda con Woods ¡ª¡°como si fuera el Cirque du Soleil¡±¡ª, prefiri¨® morderse la lengua.
Quien tambi¨¦n se moj¨® fue Nick Faldo, tres veces ganador del Masters: ¡°Las reglas del golf son as¨ª, Tiger las rompi¨® y lo admiti¨®. Deber¨ªa haberse comportado como un hombre y decirle a sus compa?eros: ¡®Me voy a casa¡¯. Pero no lo hizo, y esto va a quedar en su legado. Tiger es el juez y el jurado de este deporte¡±.
Woods, que ya hab¨ªa sido sancionado este a?o en Abu Dhabi por un dropaje que no anot¨® en su tarjeta (tampoco fue descalificado), sigui¨® compitiendo, pero perdi¨® una oportunidad ¨²nica de redimirse y demostrar la limpieza del golf. Despu¨¦s de sus problemas personales y de tantas cr¨ªticas de la opini¨®n p¨²blica, una retirada por iniciativa propia, de acuerdo a las reglas, le hubiera valido el aplauso general y abrillantado su condici¨®n de n¨²mero uno y embajador de este deporte m¨¢s all¨¢ de un pu?ado de t¨ªtulos y de majors. Tambi¨¦n hubiera engrandecido al Masters y al propio golf.
No fue as¨ª. Sigui¨® jugando. Se qued¨® tres golpes bajo par, a cuatro de los l¨ªderes, Brandt Snedeker y ?ngel Cabrera. Este domingo Tiger luchar¨¢ por volver a ganar un grande. Aunque hay otras formas de grandeza.
Clasificaciones tras la 3? jornada
1. B. Snedeker (EEUU) y ?. Cabrera (Arg), 209 golpes, siete bajo par.
3. A. Scott (Aus), 210.
4. M. Leishman (Aus) y J. Day (Aus), 211.
6. M. Kuchar (EEUU), 212.
7. T. Clark (Sud) y T. Woods (EEUU), 213.
15. Sergio Garc¨ªa, Gonzalo Fern¨¢ndez-Casta?o, 215.
38. J. M. Olaz¨¢bal, 220.
44. R. McIlroy (N.Irl), 221.
59. T. Guan (Chi), 225.
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