Falcao reina en la confusi¨®n

Le falta al Atl¨¦tico finura, pero compite siempre. Le sobran las acciones de Diego Costa, que se perder¨¢ el derbi del s¨¢bado ante el Madrid por acumulaci¨®n de tarjetas, empe?ado en una guerra absurda con los jugadores del Sevilla. El brasile?o no fue el delantero letal de tantos partidos del Atl¨¦tico. Fall¨®n, no ayud¨® a su equipo, que se empeque?eci¨® ante el empuje del conjunto andaluz y que renaci¨®, curiosamente, con la salida del campo de Costa. Eso s¨ª, ¨¦l no fue el ¨²nico en provocar incendios en un encuentro de pierna fuerte. Tras 30 faltas (12 del Sevilla y 18 del Atl¨¦tico), al final no hubo tanta tensi¨®n en el campo y se impuso el f¨²tbol.

Tambi¨¦n ganan los equipos por la amplitud de sus plantillas. Ra¨²l Garc¨ªa y Adri¨¢n dinamizaron al Atl¨¦tico, que encontr¨® el gol en la en¨¦sima demostraci¨®n de Falcao. Mario Su¨¢rez, eso s¨ª, se llev¨® el bal¨®n con la mano. Lo mejor del encuentro, agitado y ¨¢spero, lleg¨® en el cuarto de hora final. El Sevilla respondi¨® con raza al tanto del colombiano. Entonces se encontr¨® con Courtois y el larguero. Mereci¨® m¨¢s el Sevilla, superior en muchas fases, pero derrotado por el olfato de Falcao.

Entre golpe y golpe apenas hubo un resquicio para el buen juego. Ser¨¢ lo que tienen los duelos entre el Sevilla y el Atl¨¦tico, dos cl¨¢sicos de la Liga que siempre parecen tener cuentas pendientes. A Emery, un t¨¦cnico que hace cosas, siempre inquieto, se le ocurri¨® dibujar un Sevilla con tres centrales y una acumulaci¨®n de hombres en banda para sorprender al Atl¨¦tico. Coke y Alberto Moreno se convirtieron en interiores, mientras que Rakitic retras¨® su posici¨®n para tratar de organizar el juego. Un Sevilla intenso, que se adapt¨® al despliegue ofensivo que supone la presencia de Falcao y Diego Costa, a los que someti¨® a una vigilancia constante. En definitiva, un Sevilla que perdi¨® juego y gan¨® mucho en organizaci¨®n defensiva. El Atl¨¦tico, agobiado, casi nunca pudo con la atosigante presi¨®n de los andaluces. El partido, en realidad, apenas ofrec¨ªa nada, porque en cada choque y en cada dura disputa se dilu¨ªa la posibilidad de que los jugadores destinados a marcar las diferencias cobraran protagonismo. En el Sevilla no hab¨ªa noticias de Rakitic, Navas o Reyes. En el Atl¨¦tico, ni Koke ni Gabi fueron capaces de administrar con criterio el bal¨®n.

Ante tanto agobio, los dos equipos simplificaron el juego con balones en largo, sin complicaciones. Un suplicio para el espectador, que contemplaba c¨®mo cada salto se convert¨ªa en una falta, de un lado y de otro, con los futbolistas m¨¢s preocupados del barullo y la protesta que de jugar con sentido.

El brasile?o se perder¨¢ el derbi del s¨¢bado ante el Madrid por sanci¨®n

Apenas un par de destellos brillaron para civilizar un juego tan emboscado. Un disparo de Mario despu¨¦s de una buena jugada de Falcao en el ¨¢rea o una h¨¢bil maniobra de Negredo constituyeron la excepci¨®n. Tambi¨¦n un jugad¨®n de Falcao, que quebr¨® a la defensa del Sevilla para centrar en busca de Diego Costa cuando quiz¨¢s lo m¨¢s oportuno hubiera sido disparar sobre la meta de Beto. Falcao, agobiado por Cala, apenas mostr¨® detalles.

Con los porteros de protagonistas y la agresividad como condimento principal, un posible penalti de Fernando Navarro a Diego Costa, en el minuto 44, pudo alterar el guion. El Atl¨¦tico jam¨¢s encontr¨® huecos ni aire para que el bal¨®n le llegara en ventaja a sus dos delanteros.

El Sevilla sali¨® con fuerza en la segunda mitad. Pudo marcar Coke tras un buen centro de Navas y hubo momentos en los que se erigi¨® como vencedor. No tuvo pegada ni suerte, mientras el Atl¨¦tico volaba tras la sustituci¨®n de Diego Costa. El Atl¨¦tico supo jugar sus bazas, encontrando un gol en el que se unieron el talento de Adri¨¢n y el remate impecable de Falcao. Tambi¨¦n la mano de Mario que no vio Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez.