Geometr¨ªa de una revoluci¨®n
Djokovic tumba a Nadal al golpear su pelota a 1,06m de altura, 22 cent¨ªmetros m¨¢s bajo que el resto de rivales ¡ñ El espa?ol solo suma el 31% de los puntos con segundo saque
No es un grito, es un aullido. Cuando Novak Djokovic destrona 6-2 y 7-6 a Rafael Nadal en la final de Montecarlo, tiemblan sus pulmones por el alarido, se remueven los cimientos de su deporte ¡ªel mallorqu¨ªn cede tras celebrar ocho trofeos seguidos¡ª y se lanzan los biomec¨¢nicos a explicar c¨®mo ha sido posible su golpe de estado.
La revoluci¨®n de Nole, que tiene cinco puntos para propinarle un 6-0 sobre tierra a Nadal, se argumenta desde la f¨ªsica. El espa?ol ha construido su brillante curr¨ªculo sobre la intensidad de sus piernas y las heridas que abre en el rev¨¦s de sus contrarios su derecha de alt¨ªsimo bote. El n¨²mero uno no sufre lo primero y le niega al n¨²mero cinco lo segundo. Durante el torneo, los contrarios del mallorqu¨ªn golpean a una media de 1,28m de altura, inc¨®modos, desbordados, obligados a esfuerzos agotadores por encima de la cintura. Nole, de incre¨ªble timing, doma y devuelve la pelota de Nadal a 1,06m, cuando a¨²n est¨¢ subiendo. Donde los dem¨¢s se defienden, ¨¦l ataca. El espa?ol, orgulloso en la defensa de su t¨ªtulo, fuerte como para plantear un segundo set de fuego en el que se adelanta dos veces, no encuentra remedio. Exigido por los brillos de su rival, firma 43 errores no forzados, cede el servicio en blanco cuando sirve por la segunda manga y ve c¨®mo Nole deja Montecarlo convencido de algo que antes no ten¨ªa claro: Roland Garros (desde el 26 de mayo), el ¨²nico grande que le falta, ah¨ª donde Nadal ha ganado siete veces, puede ser suyo en 2013.
¡°Los primeros seis, siete u ocho juegos fueron incre¨ªbles. Es lo mejor que puedo jugar en tierra¡±, admite el serbio, de menos a m¨¢s en un torneo que empez¨® lleno de dudas, mim¨¢ndose un tobillo da?ado. ¡°Para m¨ª es una semana positiva¡±, le contin¨²a Nadal, que firma tres t¨ªtulos y dos finales desde que se reincorpor¨® al circuito tras siete meses lesionado con una rotura parcial de ligamento rotuliano y una hoffitis en la rodilla izquierda. ¡°No me pude entrenar durante tres semanas en Mallorca. Hoy \[por ayer\], ¨¦l fue un poco mejor que yo, y no se le puede ganar sin estar completamente en forma¡±, a?ade. ¡°Espero que tendr¨¦ otra oportunidad de jugar contra ¨¦l. No estuve tan lejos. Esto no es una tragedia, es deporte¡±, contin¨²a. ¡°Necesito jugar todos los puntos con la misma intensidad. Me canso m¨¢s r¨¢pido que antes. A¨²n necesito tiempo. Creo que hay el suficiente de aqu¨ª a Roland Garros¡±.
Este es un tenista que ha hecho un calendario arriesgado para protegerse la rodilla izquierda. Tras siete meses lesionado, Nadal compiti¨® poco m¨¢s de uno a partir de febrero (balance: tres t¨ªtulos y una final) y volvi¨® a parar otro (se salt¨® el Masters 1000 de Miami) en el que no se entren¨® todo lo que habr¨ªa querido porque se trat¨® la articulaci¨®n y eso le doli¨® m¨¢s de lo previsto. Sin los pulmones al ciento por ciento, el mallorqu¨ªn llega hasta la final de Montecarlo amparado en su leyenda. Le falta chispa ante Dimitrov en cuartos y ante Tsonga en semifinales. Sin la fuerza de siempre en las piernas, le cuesta m¨¢s rodear la pelota para tirar con su derecha, sufre donde normalmente gobierna (las dejadas) y no puede imponer el alto ritmo de crucero con el que suele ahogar a sus contrarios para conseguir sus victorias. Con la espalda recorrida por una cinta, saca por debajo de su nivel frente al restador m¨¢s acreditado del circuito, que solo le permite ganar un 31% de los peloteos que inicia con su segundo saque. Ante Djokovic, Nadal intenta levantar un muro. El serbio, decidido, agresivo e imperial, pronto lo llena de grietas.
Nadal debe jugar ahora el God¨® de Barcelona, donde debutar¨ªa el mi¨¦rcoles, y despu¨¦s Madrid y Roma. Sin embargo, todo su calendario en la gira de tierra est¨¢ pendiente de dos cosas. Su cuerpo y la preparaci¨®n de Roland Garros. Pensando en Par¨ªs, Djokovic ha encontrado un trampol¨ªn en el sitio m¨¢s especial para su contrario. El serbio es el ¨²nico tenista que ha conseguido ganar al espa?ol en los tres Masters 1000 que se disputan sobre tierra (Madrid, Roma y Montecarlo). Ayer rompi¨® una racha de tres derrotas seguidas ante el mallorqu¨ªn. Frenado por la lluvia el a?o pasado en Roland Garros ¡ªel aguacero oblig¨® a suspender la final cuando la dominaba; Nadal consigui¨® con fiereza el t¨ªtulo al d¨ªa siguiente¡ª su candidatura al t¨ªtulo de Par¨ªs queda reforzada. Queda m¨¢s de un mes para esa cita: tiempo de sobra para que los dos rivales lleguen en su punto m¨¢ximo y sigan protagonizando un pulso tit¨¢nico.
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