Odiados y orgullosos
El Bayern M¨²nich despierta recelos y antipat¨ªa por sus t¨ªtulos y su riqueza, pero el club hace bandera de sus principios Hoeness, el presidente, investigado por evasi¨®n fiscal
Entre salchichas y cervezas, en la grada del Allianz Arena, dos veteranos seguidores responden a la pregunta de por qu¨¦ el f¨²tbol alem¨¢n reniega del Bayern M¨²nich, su equipo. ¡°Porque les ganamos casi siempre¡±, justifica Hans Rimander, de 74 a?os. ¡°S¨ª, ser¨¢ por eso. O por ser b¨¢varos¡±, insiste su amigo Divo Stum. ¡°O porque somos como somos¡±, cierran casi a la vez. Se conocieron en la universidad tecnol¨®gica y empezaron a frecuentar el viejo estadio Ol¨ªmpico. Hoy beben cerveza y hablan de sus cosas siempre que Divo no est¨¢ en Estepona, donde tiene casa. ¡°Antes no era as¨ª. Cuando ¨¦ramos j¨®venes, el Bayern no era tan poderoso y no ca¨ªa tan mal. Pero es cierto, ahora media Alemania nos desprecia¡±. Y casi al mismo tiempo, exclaman: ¡°?Mia san mia!¡±. Es dialecto b¨¢varo y significa ¡°nosotros somos nosotros¡±. O sea: nos da igual lo que piensen los dem¨¢s. Como el M¨¦s que un club, pero a lo b¨¢varo. Mathias Sammer, director deportivo del club, nacido en Dresden, exjugador del Dortmund, parece contagiado de la altaner¨ªa b¨¢vara: ¡°Si caemos mal es porque otros intentan ser simp¨¢ticos y nosotros, simplemente, queremos ganar¡±.
¡°Caemos mal porque otros quieren caer simp¨¢ticos, y nosotros ganar¡±, dice Matthias Sammer
El lema de Mia sam mia se resume en 16 puntos que se pueden ver en las paredes del pasillo que lleva del vestuario de la ciudad deportiva al comedor del primer equipo, donde se resume la filosof¨ªa del club. Son valores que iluminan, m¨¢s all¨¢ de los t¨ªtulos, 111 a?os de historia, unos principios que inicialmente fueron redactados para ilustrar a los empleados y a los futbolistas, y que se publicaron en 2009. ¡°Quer¨ªamos mostrarles a nuestros jugadores y trabajadores lo que significa el Bayern, la tradici¨®n, fuerza y b¨²squeda del ¨¦xito que mueven el club¡±, asegur¨® Karl-Heinz Rummenigge cuando justific¨® la declaraci¨®n de principios de la entidad: ¡°Somos un club, somos embajadores, somos un ejemplo, somos tradici¨®n, somos innovaci¨®n, somos confianza en nosotros mismos, somos un club sin fronteras, somos f¨²tbol, somos respeto, somos alegr¨ªa, somos fidelidad, somos socios, somos patria, somos un motor, somos responsabilidad, somos familia. ?Mia san mia - mia san el FC Bayern!¡±.
¡°?Paparruchas! Son solo dinero¡±, tercia Susana Kaminski. ¡°Les odiamos porque representan la supremac¨ªa del rico. Como el Madrid, son dinero, mucho dinero y solo dinero. Y a base de gastar, lo han conseguido todo¡±, insiste. Seguidora del Dortmund, directiva de una empresa de pl¨¢sticos germana con sede en Matar¨®, recuerda: ¡°Compran futbolistas de otros equipos alemanes, los debilitan y ganan: Neuer, del Schalke, Dante de M?nchengladbach, Mandzukic del Wolfsburgo¡ Mira lo que pas¨® con Mart¨ªnez y el Athletic¡±.
Pero entender por qu¨¦ Alemania odia al Bayern no es tan f¨¢cil. ¡°Dar¨ªa para un tratado psicol¨®gico sobre el pueblo alem¨¢n¡±, dice Florian Haup, periodista berlin¨¦s. No en vano, el crecimiento del Bayern coincide con el de Baviera, la regi¨®n con m¨¢s poder adquisitivo de Alemania en la actualidad pero que en la d¨¦cada de los 60 recibi¨® mucha ayuda del resto de comunidades. La memoria del pueblo recuerda adem¨¢s el Bayern-Dusel, literalmente la potra del Bayern. Dicen que todo empez¨® en 1974 contra el Atl¨¦tico, cuando empataron la final de la Copa de Europa en el minuto 92 y en el partido de desempate arrasaron a los colchoneros (4-0).
Albert Ostermeier, poeta y portero de la selecci¨®n nacional de escritores, public¨® un art¨ªculo hace unos a?os en el S¨¹ddeutsche Zeitung en el que trataba de desmontar la idea de la riqueza del Bayern. ¡°No pertenece a ning¨²n jeque, y todav¨ªa tiene m¨¢s alma que la mayor¨ªa de los otros clubes¡±. De hecho, presum¨ªa de que era un club pobre que se hizo rico en los a?os 70, a base de ¨¦xitos deportivos que atrajeron patrocinadores y le han dado una posici¨®n ¨²nica en el f¨²tbol alem¨¢n. ¡°La riqueza del Bayern est¨¢ hecha en casa¡±, dice Ostermeier. Hace poco, el presidente del club, Uli Hoeness, dijo algo parecido al afirmar que si el Bayern a veces pod¨ªa mostrarse agresivo en el mercado de fichajes era por sus propios m¨¦ritos. ¡°El dinero nos lo hemos ganado y no nos lo ha regalado ning¨²n tipo rico¡±, dijo Hoeness a Sky, presumiendo de pagar solo en efectivo. ¡°Otros piden cr¨¦ditos, nosotros no¡±, insist¨ªa el alma y la cara del Bayern.
Hoeness era un referente, por honesto y exitoso gestor, hasta el viernes, cuando se desvel¨® que desde enero est¨¢ siendo investigado por evasi¨®n de capitales. Hoeness habr¨ªa reconocido una cuenta en Suiza, de cuya cantidad no hay cifras claras, pero que seg¨²n algunas publicaciones se acercar¨ªa a los 650 millones de euros. Hoeness, que fue clave en la conquista de la primera Copa de Europa al marcar dos de los cuatro goles al Atl¨¦tico de Madrid, dej¨® el f¨²tbol a los 27 a?os por una lesi¨®n, tras ganar una Eurocopa y un Mundial con Alemania y se convirti¨® en m¨¢nager del Bayern, cargo que ejerci¨® durante 30 a?os. Ahora, es el presidente de la entidad y toda Alemania tiene puesta su mirada en ¨¦l a causa de su cuenta en Suiza. ¡°Esto no nos descentrar¨¢, no tiene que ver con el equipo¡±, terci¨® Sammer. La noticia no ha hecho sino alimentar el desprecio al Bayern y, de paso, a Hoeness, que durante a?os se ha comportado como el hombre m¨¢s ¨ªntegro del mundo, hasta el punto de que le llamaban Don Limpio.
¡°El dinero nos lo hemos ganado, no nos lo regal¨® un rico¡±, cuenta Hoeness
Hoeness personifica al Bayern y suele declararse como ¡°un tipo con suerte¡±. En 1992 salv¨® la vida en un accidente de aviaci¨®n ¡ªde los seis pasajeros solo sobrevivi¨® ¨¦l¡ª y form¨® parte del Bayern como jugador entre 1970 y 1978. En 1979 pas¨® a ejercer como gerente del club. Ya dirig¨ªa una f¨¢brica de salchichas, tan productiva que le vende a McDonalds, y tiene un volumen de negocio de 50 millones de euros.
Hoeness ha repartido estopa a diestro y siniestro entre los clubes alemanes y europeos, siendo el primero que se?al¨® al f¨²tbol espa?ol por su mala gesti¨®n. Siempre aplic¨® en la gesti¨®n el ejemplo de su padre, carnicero: ¡°Ve¨ªa a mi padre trabajar cada d¨ªa a las tres de la ma?ana preparando pedidos. Nunca tuve un regalo. En mi casa, si por Navidad no se vend¨ªan los 10 gansos, no hab¨ªa fiesta¡±. Seg¨²n el semanario Focus, propiedad de un directivo del Bayern, al que Hoeness recurri¨® para reventar la exclusiva que un diario preparaba para hoy, la investigaci¨®n se inici¨® despu¨¦s de que ¨¦l mismo contactara con la agencia tributaria para dar cuenta de su situaci¨®n irregular. El fiscal de la Audiencia Territorial de M¨²nich examina ¡°la validez y la exhaustividad¡± de la informaci¨®n aportada por los asesores fiscales de Hoeness, seg¨²n Focus. Se habla de 650 millones de euros. ¡°Las salchichas no dan para tanto¡±, dicen en Alemania, que vuelve a mirar al Bayern de reojo y con desprecio, como de costumbre.
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