La revoluci¨®n del Bayern empez¨® en el Camp Nou

La noche del 7 de abril de 2009 el Barcelona recibi¨® al Bayern M¨²nich en los cuartos de final de la Champions. El Bar?a vol¨® como una mariposa y pic¨® como una abeja en el que fue el primer gran partido europeo de la era Guardiola. Aunque el Barcelona de Pep ya lideraba la Liga, en Europa no generaba, ni por asomo, el respeto que se le tiene ahora, porque todav¨ªa no hab¨ªa empatado con nadie. Gan¨® el Barcelona por 4-0 en un partido enorme, con dos goles de Messi, uno de Eto¡¯o y el ¨²ltimo de Henry, y a partir de ah¨ª se fragu¨® la leyenda.

La derrota hiri¨® el orgullo de los b¨¢varos, empezando por Karl-Heinz Rummenigge, presidente del consejo de administraci¨®n del Bayern. ¡°He pasado verg¨¹enza y pido perd¨®n a todos los aficionados que se sienten cerca del Bayern. En el descanso vi llorar en la tribuna a nuestro amigo Udo Lattek y eso es muy duro de aceptar¡±, dijo. Esa noche, en Barcelona, la c¨²pula del Bayern M¨²nich se jur¨® transformar al equipo y el Barcelona le marc¨® el camino.

Dos semanas despu¨¦s, Uli Hoeness, el presidente, destituy¨® al entrenador, J¨¹rgen Klinsman, despu¨¦s de que el Wolfsburg le metiera cinco goles en la Bundesliga. Jupp Heynckes se hizo cargo del equipo de manera interina hasta final de temporada, cuando lleg¨® Louis Van Gaal. El holand¨¦s impuls¨® el cambio de estilo del equipo, que empez¨® a pensar en tener el bal¨®n. Estuvo temporada y media, hasta que Hoeness volvi¨® a poner el equipo en manos de su amigo Heynckes.

La derrota hiri¨® el orgullo de los b¨¢varos, empezando por Karl-Heinz Rummenigge

De la alineaci¨®n en el Camp Nou ¡ªButt; Oddo, Demichelis, Breno, Lell; Altintop, Van Bommel, Z¨¦ Roberto; Schweinsteiger, Rib¨¦ry y Luca Toni¡ª a la que present¨® el conjunto b¨¢varo la noche del pasado martes en el Allianz Arena solo quedan dos futbolistas en la plantilla, Schweini y Rib¨¦ry. El Bayern ha fichado un total de 20 jugadores y ha incorporado a seis de las divisiones inferiores desde que fue arrasado en Barcelona.

En el verano de 2009 se gast¨® 75 millones de euros; en el curso 2010-2011 solo lleg¨® Luiz Gustavo, por el que pagaron 17 millones; en la campa?a 2011-2012 contrat¨® a cinco futbolistas, por los que pag¨® 44 y, por ¨²ltimo, el verano pasado, al inicio de la temporada 2012-2013, realiz¨® ocho fichajes y promocion¨® a dos canteranos con un gasto de 70 millones. En total, 136 millones de euros invertidos en cuatro temporadas para darle la vuelta a la tortilla.

No le ha ido nada mal: ha ganado dos t¨ªtulos de la Bundesliga, una Copa y dos supercopas de Alemania, adem¨¢s de llegar a dos finales de la Champions, aunque perdiera ambas: en Madrid, en 2010, con Van Gaal y frente al Inter, que le priv¨® de hacer un triplete; y, la m¨¢s dolorosa, la del a?o pasado, en M¨²nich, con Heynckes al mando y contra el Chelsea, que le empat¨® en el minuto 88 y le gan¨® el partido en los penaltis. El equipo germano hace 12 a?os que no levanta el trofeo m¨¢s importante del viejo continente, que de no surgir un milagro que clasifique al Barcelona intentar¨¢ ganar este a?o en la final de Wembley.

Franz Beckenbauer, presidente honor¨ªfico de la entidad, asegur¨® el pasado martes que ni en ¡°los sue?os m¨¢s salvajes¡± hubieran imaginado una victoria tan aplastante contra el Barcelona. Beckenbauer declar¨® que el entrenador del equipo, Heynckes, era un ¡°mago¡± pues hab¨ªa logrado plantear un partido justo a la media contra el Barcelona.

Tampoco pod¨ªa cre¨¦rselo Rummenigge: ¡°Nunca hab¨ªa vivido una noche as¨ª. Es fant¨¢stico, ganarle 4-0 al mejor equipo del mundo es un sue?o¡±, afirm¨® el presidente del Consejo Directivo. La llegada de Guardiola al banquillo b¨¢varo el curso pr¨®ximo se interpreta como la guinda del pastel, la culminaci¨®n de la voluntad de convertir al Bayern M¨²nich en un equipo a la altura de las exigencias del f¨²tbol moderno. ¡°No habr¨¢ cambio de filosof¨ªa, habr¨¢ cantera y cracks. Para Guardiola priman la tradici¨®n y los valores¡±, dijo Rummenigge el d¨ªa que anunci¨® su contrataci¨®n. La herida de aquella dolorosa noche en el Camp Nou parece haberse cerrado. Udo Lattek ya no llora.