Solo Cristiano
El m¨¢ximo goleador de la Champions deja su sello pero no puede resolver los grav¨ªsimos problemas de su equipo ante el conjunto alem¨¢n
La t¨ªpica jugada del Madrid se produjo sobre la media hora pero pudo suceder lo mismo en el minuto 10 que en el 50. Llevaba el bal¨®n Ramos y miraba a qui¨¦n pas¨¢rsela sin encontrar a nadie. S¨®lo ve¨ªa rayas amarillas merodeando a sus receptores habituales. Xabi, vigilado de cerca por G?tze, hizo gestos elocuentes al sevillano para que cambiara de orientaci¨®n se?alando a Coentr?o. El lateral zurdo recibi¨® el bal¨®n y lo lanz¨® en largo a Cristiano, que se revolvi¨® contra la parte m¨¢s ¨¢spera de la defensa local. Recibi¨® de espaldas y Piszczek le hizo falta. Luego vino el lanzamiento, el bal¨®n dividido, el rechace. Y as¨ª pasaron los minutos angustiosamente sin que el Madrid pudiera armar una jugada clara de ataque.
El p¨²blico api?ado en las gradas vio que los futbolistas del Madrid que m¨¢s tocaban el bal¨®n eran Khedira por la derecha y Coentr?o por la izquierda. Mala se?al para el equipo de Mourinho. Los jugadores del Borussia dejaron hacer a los menos dotados de sus adversarios y el juego madridista se convirti¨® en un suced¨¢neo del rugby: el lanzamiento del bal¨®n fuera de banda para ganar metros y subir a presionar arriba se hizo repetitivo. Se peleaba por cada cent¨ªmetro. Pero se jugaba poqu¨ªsimo.
La peor derrota
- Lewandowski es el cuarto jugador que le endosa cuatro goles en un partido oficial al Madrid, el primero en hacerlo en Champions. Los anteriores fueron Samitier (1926), Eulogio Mart¨ªnez (1957) y Diego Milito (2006).
- El polaco es el primer jugador que marca cuatro tantos en una semifinal de Copa de Europa. Puskas logr¨® los mismos en la final de 1960 para el Madrid ante el Eintracht (7-3).
- Con sus cuatro tantos, el delantero polaco lleva ya 10 goles en esta edici¨®n de la Champions, solo superado por Cristiano, que con el gol de anoche ha marcado 12. Es la mejor marca de los ¨²ltimos a?os salvo la pasada campa?a, en la que Messi fue el m¨¢ximo realizador con 14 dianas.
- La de anoche fue la derrota m¨¢s abultada de Mourinho en Europa. La anterior fue el partido que perdi¨® 0-2 contra el Barcelona en las semifinales de 2011.
- El Madrid remont¨® tres de las cinco eliminatorias europeas en las que perdi¨® en el partido de ida por tres goles o m¨¢s.
- El Madrid no remont¨® tres goles o m¨¢s ante el Benfica en la Copa de Europa de 1964-1965 (5-1 / 2-1) y el Bayern en la Copa de Europa de 1986-1987 (4-1 / 1-0).
- El Madrid remont¨® 3 goles o m¨¢s al Derby en la Copa de Europa de 1975-1976 (4-1 / 5-1), al Anderlecht en la UEFA de 1984-1985 (3-0 / 6-1) y al Borussia en la UEFA de 1985-1986 (5-1 / 4-0).
La cosa se habr¨ªa precipitado de no ser porque una de las consecuencias inevitables de la t¨¢ctica de Klopp fue dejar libre a Coentr?o. El lateral no encontr¨® mejor cosa que hacer que d¨¢rsela a su compatriota, Cristiano. Cuando se la daba por arriba, lo defend¨ªa Subotic. Cuando se la daba por abajo, el feroz Piszczek. El atacante portugu¨¦s se vio enjaulado. Pero en las contadas ocasiones que pudo burlar a sus captores provoc¨® la desbandada. Una falta de Piszczek, otra de Bender¡ Pitos a discreci¨®n. Miedo en las tribunas. Su abnegaci¨®n fue conmovedora. Suficiente para mantener ocupado al rival y entibiar los ¨¢nimos enardecidos durante un rato. Cristiano, pr¨¢cticamente solo, sin recibir un bal¨®n claro, fren¨® el empuje terrible del equipo alem¨¢n durante los primeros 40 minutos. Antes del descanso culmin¨® su tarea metiendo el 1-1 que le sirvi¨® Higua¨ªn aprovechando un error de Hummels en una entrega. Aparte de una falta violentamente lanzada desde 30 metros, que despej¨® Weidenfeller, el error garrafal del mejor defensa alem¨¢n le brind¨® la ¨²nica ocasi¨®n de rematar entre los tres palos en la primera parte. Un minuto de descuido y un zarpazo que, para los m¨¢s optimistas, podr¨ªa evitar la eliminaci¨®n. La m¨¢xima atenci¨®n, la m¨¢xima eficacia. No pudo hacer m¨¢s Cristiano dadas las penosas condiciones que le proporcion¨® su equipo.
Heja, la marcha que entonan los hinchas del Borussia antes de cada partido, esa armon¨ªa de percusiones majestuosas que lo mismo sirve para ir a la mina que a la guerra, envolvi¨® al Westfalenstadion en un excitante aire marcial. Una atm¨®sfera caliente, entusiasta, contagiosa. Durante un rato nadie en la muchedumbre pareci¨® recordar que el Bayern estaba comprando a sus mejores futbolistas, que hab¨ªa una crisis cocin¨¢ndose en el vestuario, que adelante amenazaba un Madrid intimidante. Que quiz¨¢ se acaba una ¨¦poca. El empuje, el despliegue de generosidad del equipo amarillo, cautivaron a todo el mundo. Al Madrid tambi¨¦n. El equipo espa?ol no se hundi¨® por completo en el primer tiempo por una raz¨®n: la abnegaci¨®n de Cristiano. Su incansable esp¨ªritu combativo, esas ganas de pedir la pelota aunque sea un mel¨®n que viene de Marte, o de Diego L¨®pez.
Cristiano meti¨® en Dortmund su gol n¨²mero 12 en esta Champions. Sum¨® as¨ª 21 goles en sus ¨²ltimos 17 partidos en el torneo. La proeza no le permiti¨® a sus compa?eros evitar el vapuleo. Una consecuencia que no resulta del todo sorprendente si se atienden a los indicios estad¨ªsticos de la UEFA: de los cuatro semifinalistas, el equipo madrile?o lleg¨® a esta instancia siendo el m¨¢s goleado. Los mismos n¨²meros indicaban que el Dortmund fue el ¨²nico conjunto en llegar a semifinales invicto, con el mejor registro de goles en contra: nueve.
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