Madrid y Atl¨¦tico dejan el f¨²tbol para otro d¨ªa
Una chispa de talento entre Benzema y Di Mar¨ªa decide un duelo ulceroso (1-2) en el Calder¨®n
El desenga?o del Atl¨¦tico es infinito. Y el de anoche, may¨²sculo. Frente a un vecino remendado con suplentes y con Cristiano en la tumbona, el equipo rojiblanco se llev¨® otro chasco, y van 14 a?os de escarmientos. El ¨ªmpetu no le alcanz¨® y f¨²tbol no hubo, salvo un toque de viol¨ªn de Benzema con Di Mar¨ªa que decidi¨® un encuentro para el olvido, rudimentario y ¨¢spero. El ¨²nico festejo para el Madrid, que con su segundo pelot¨®n mantiene la segunda plaza y prolonga el calvario colchonero en los derbis. El ¨²ltimo le dejar¨¢ especialmente tocado, porque el cartel estaba a su favor. Ni as¨ª. Convertido el duelo en un asalto tras otro, con atropellos entre futbolistas, piernas dislocadas y el bal¨®n maltratado, el Madrid sac¨® provecho con la ¨²nica jugada aguda en medio de la refriega.
ATL?TICO, 1 - REAL MADRID, 2
Atl¨¦tico: Courtois; Juanfran, God¨ªn, Miranda, Filipe Luis; Mario Su¨¢rez (Cebolla Rodr¨ªguez, m. 73), Gabi; Ra¨²l Garc¨ªa (Adri¨¢n, m. 71), Diego Costa, Koke; y Falcao. No utilizados: Asenjo; Cata D¨ªaz, Ins¨²a, Tiago y ?liver.
Real Madrid: Diego L¨®pez; Essien (Varane, m. 69), Carvalho, Albiol, Nacho; Pepe, Khedira; Di Mar¨ªa (Modric, m. 76), Kaka (Xabi Alonso, m. 66), Morata; y Benzema. No utilizados: Casillas; ?zil, Higua¨ªn y Callej¨®n.
Goles: 1-0. M. 4. Falcao. 1-1. M. 12. Juanfran, en propia puerta. 1-2. M. 62. Di Mar¨ªa.
?rbitro: P¨¦rez Lasa. Amonest¨® a Albiol, Filipe Luis, Khedira, Pepe, Koke, Morata, Ra¨²l Garc¨ªa y Diego Costa.
Unos 50.000 espectadores en el Vicente Calder¨®n.
El partido de los horrores. As¨ª result¨® la batalla madrile?a por el segundo puesto de la Liga, especialmente en el primer acto. ?Qui¨¦n lo dir¨ªa! Con semejantes contendientes, el encuentro fue un espanto, ulceroso. Un choque tras otro, de punterazo en punterazo, con la pelota de brinco en brinco sobre un campo de minas. Sin nadie que acariciara al bal¨®n. Un partido, en definitiva, de pepes y costas, lleno de metralla. Tanto voltaje rest¨® precisi¨®n, los errores no forzados delataban un duelo de regional. Ni una migaja de f¨²tbol sutil, m¨¢s bien rugby, patada a seguir, cuerpo a cuerpo y a rascar. Al Madrid ya se le adivin¨® el aire rudo desde la alineaci¨®n, con Pepe y Khedira en el doble pivote del medio campo. El Atl¨¦tico fue el Atl¨¦tico en cuanto a intensidad. No se distingue por ser un conjunto arquitect¨®nico, m¨¢s si le falta Arda y a Oliver a¨²n se le tiene por parvulario, pero ante su vecino sufri¨® un apag¨®n total.
El prematuro gol de Falcao, tras un mal posicionamiento en defensa de los visitantes y un posterior despeje en mala direcci¨®n de Diego L¨®pez, parec¨ªa presagiar un choque con menos grilletes. Un espejismo colosal. Con una tarjeta cada cinco minutos antes de la media hora, el partido fue ca¨®tico, en enredo permanente. Dos rivales con demasiado chute de adrenalina. Si el tanto de Falcao lleg¨® tras el lanzamiento de una falta, lo mismo sucedi¨® con el del Madrid. Di Mar¨ªa ejecut¨® un centro lateral y solo Juanfran acert¨® a rematar, pero en direcci¨®n a Courtois. Dos dianas acordes con el confuso dictado del encuentro.
Mourinho improvis¨® una alineaci¨®n con muchos teloneros para afrontar una jornada de estorbo. Al fondo, el Borussia, pero un derbi no es cuesti¨®n banal y nadie quiere protagonizar la primera rendici¨®n madridista en 14 a?os. Para gestionar el reto, el t¨¦cnico portugu¨¦s opt¨® por combatir al Atl¨¦tico con pu?o de hierro, con la misma musculatura. El grupo de Simeone tiene mucho forro f¨ªsico y por ah¨ª quiso equilibrar el Madrid. Como s¨ªntoma, Morata, un delantero con talla que ha hecho carrera con el gol a cuestas. Acostado en la banda izquierda, no le qued¨® otra que el tajo defensivo, como todos los suyos.
Los errores no forzados de ambos conjuntos delataban un partido de regional
Simeone, que hasta la final de Copa no tiene m¨¢s envite que la Liga, alist¨® a su equipo m¨¢s titular a excepci¨®n de Arda, a¨²n convaleciente. Es un conjunto muy industrial, siempre esforzado, pero poco imaginativo. Su medio campo es demasiado uniforme. Jugadores como Mario, Gabi y Koke tienen poca variedad y Ra¨²l Garc¨ªa es un llegador. En el Atl¨¦tico todo pasa por la abnegaci¨®n mosquetera, la b¨²squeda permanente a Diego Costa para que atornille la pelota con su corpach¨®n y Falcao como punto final. Con este formato ha mejorado ya con creces sus ¨²ltimas campa?as, pero su maleficio en el derbi se perpet¨²a desde junio de 1999.
Sin Cristiano, al Madrid le bast¨® con su maquillaje. Acept¨® el pugilismo y finalmente una gota de talento le puso en ventaja cuando m¨¢s empujaban los rojiblancos, aunque fuera por las bravas. Benzema, que como Kak¨¢ estuvo exiliado la mayor parte del encuentro por la tosquedad, dio la mejor nota de la noche, un pase delicado y preciso en medio de la selva. Di Mar¨ªa, puntual en el desmarque, bati¨® a Courtois. Un encuentro en la hoguera resuelto por una chispa de ingenio, un gui?o del f¨²tbol. Ya en ventaja, el Madrid tuvo algo m¨¢s de orden, con Alonso y Modric ya en la sala de m¨¢quinas. Simeone busc¨® otra marcha con Adri¨¢n y el "Cebolla" Rodr¨ªguez. Nadie encendi¨® las luces. La en¨¦sima frustraci¨®n para el Atl¨¦tico. Y un meritorio triunfo para un Madrid de rebajas y con la cabeza en otro sitio. El f¨²tbol, para otro d¨ªa.
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