Ni Deportivo ni Betis saben ganar

Con el est¨®mago bien lleno, le falt¨® al Betis un punto de intensidad para acometer un duelo que el Deportivo, desde el minuto uno, vivi¨® como una final. Es lo que tiene la necesidad. Con las cosas de comer no se juega, vino a decir el Deportivo, fuerte e intenso ante un Betis que buscaba asentar sus opciones europeas. En el duelo entre la meta continental y la supervivencia acab¨® ganando el empate, pues no hubo forma de que Betis y Deportivo fueran capaces de ganar un partido alocado, de intenso ritmo, pero de escaso control. Los andaluces mejoraron mucho en el segundo tiempo, reactivados por Pab¨®n, aunque su empe?o en hacer de los partidos un continuo ida y vuelta acaba por desquiciarlos. Es tal el esfuerzo f¨ªsico de los jugadores del Betis que el Deportivo, incluso algo m¨¢s temeroso en la segunda mitad, goz¨® de claras ocasiones para llevarse el triunfo. Fue entonces cuando surgi¨® la figura de Adri¨¢n, un meta que sigue siendo importante para el cuadro b¨¦tico. El empate le permite al Betis mantener los tres puntos de ventaja sobre el octavo clasificado y, al mismo tiempo, mantener su excelente racha. En las catacumbas de la tabla, ya se sabe que un empate es oro molido.

El Betis se empe?a en descuidar su centro del campo y jugar con cuatro delanteros. Una opci¨®n tan valiente como atrevida que provoca, por ejemplo, que un saque de esquina a favor sea defendido por un solo hombre. A los seis minutos, Riki se corri¨® solito todo el campo para batir a Adri¨¢n de un preciso golpeo con la pierna derecha. El gol sirvi¨® para tranquilizar a un Deportivo que llev¨® bien el partido, sin excesivos sobresaltos frente a un Betis partido, donde distancias siderales separaban a Ca?as y Be?at de los cuatro delanteros con los que Mel afront¨® el partido.

Tan c¨®modo se sinti¨® el Deportivo que fue el meta Adri¨¢n el que salv¨® al Betis en remates del propio Riki y de Kak¨¢. V¨¢zquez hab¨ªa previsto un duelo agradable para su equipo por las caracter¨ªsticas del cuadro sevillano. No se equivoc¨®. Mereci¨® m¨¢s el Deportivo en un excelente primer tiempo.

Sali¨® el Betis mucho m¨¢s enchufado en la segunda mitad. la clave estuvo en la entrada de Pab¨®n y el paso adelante que dio Be?at en el campo. La figura del vasco se agigant¨®, as¨ª como la de un Jorge Molina que se invent¨® un gran gol ante las facilidades ofrecidas por Kak¨¢, un central que lo mismo va que viene, como un pulpo en un garaje. Los de Mel decidieron romper el partido, sometiendo al Deportivo, que aguant¨® el chaparr¨®n con dignidad. Tuvo ocasiones el Betis, tambi¨¦n el conjunto gallego, cuando los andaluces, desfondados, alzaron la bandera blanca. Por eso lleg¨® el empate, forjado en un bien inicio del Deportivo, el despiste del Betis de todos los partidos y el miedo final de los gallegos a perder ese bot¨ªn tan valioso a estas alturas de Liga que supone un punto.