Una remontada de f¨²tbol y esp¨ªritu
El Madrid, que apela a su memoria ¨¦pica, no solo tendr¨¢ que cambiar su actitud de Dortmund para despachar al Borussia, sino mejorar notablemente su juego y tener mayor consistencia t¨¢ctica
A vueltas con Juanito como s¨ªmbolo m¨¢ximo de la fe madridista, se olvida estos d¨ªas que el malague?o no solo ten¨ªa casta y remangue, sino que era un futbolista excepcional. Juanito era f¨²tbol y ni siquiera en situaciones extremas le daba la espalda. Solo agregaba un plus racial, a coro con sus compa?eros, que no eran precisamente unos piernas. Tampoco los hay, por supuesto, en la fabulosa plantilla actual, pero ante el himalaya del Dortmund el discurso m¨¢s acentuado tiene que ver con la ¡°actitud¡±, la ¡°agresividad mental¡±, ¡°las faltas a tal o cual jugador¡± o la ¡°intensidad¡±. ¡°He le¨ªdo que el partido del s¨¢bado [contra el Atl¨¦tico] fue aburrido, para m¨ª fue un ejemplo de un equipo compacto, unido, agresivo y el equipo trabajando para un objetivo¡±, afirm¨® ayer Jos¨¦ Mourinho, que lleg¨® a decir que en Alemania sus chicos jugaron como si de un amistoso se tratase. Si hubo razones para ello que se escapan, no las aclar¨® quien se supone que debe mantener en m¨¢xima alerta al grupo. Quien se ha distinguido en su carrera por ser un motivador de primera.
Al frente, Cristiano, un competidor feroz, autor de 12 goles en el torneo este curso
En p¨²blico, de f¨²tbol, ni palabra. Ni tras la derrota en Alemania (4-1) ni en las horas previas al ¨®rdago de hoy (20.45, La 1) en el Bernab¨¦u. Quiz¨¢ porque desde ese aspecto el equipo de J¨¹rgen Klopp ha sido mejor en los tres duelos del curso. O quiz¨¢ porque este Madrid est¨¢ m¨¢s perfilado para lo grueso que para lo fino, es m¨¢s proclive a la combusti¨®n que a la t¨¢ctica. Fue precisamente la pelota lo que el Madrid perdi¨® de vista en Dortmund y sobre la que hoy tendr¨¢ que proponer una gran remontada. Recursos tiene para ello, pese a su extrema aventura. Al abrigo de su hinchada, el valor, la casta y todo el repertorio genital se le supone.
Al Madrid le convendr¨¢ un partido bizarro, no necesariamente marcial, por mucho que el juicio corra a cargo del inolvidable Howard Webb (final de Sud¨¢frica 2010). El conjunto blanco deber¨¢ apelar al talento, el coraz¨®n y la cabeza. Una actuaci¨®n gremial en favor de sus exquisitas individualidades, que son muchas. Al frente, Cristiano Ronaldo, un competidor feroz del que, pese a sus molestias f¨ªsicas, Mourinho dijo que se encuentra bien. Un notici¨®n para el Madrid, porque no se atisba mejor gancho para la ¨¦pica que CR, autor de 12 goles en 11 encuentros de la Liga de Campeones.
Con Ronaldo al ataque, es previsible que el Madrid se reforme en defensa para disuadir el efecto Lewandowski. En la ida, Pepe no le espos¨® como se esperaba y es previsible que Sergio Ramos vuelva a ser central junto a Varane y sea Essien quien ocupe el lateral derecho. Con Ramos de central el Madrid tambi¨¦n se garantiza un socio para Xabi Alonso a la hora de dar salida al juego. Klopp, que ha vuelto a proclamar que su equipo ser¨¢ valiente, siempre ha enredado al tolosarra, lo que ha hecho padecer al conjunto madridista. En el primer asalto, ausente Di Mar¨ªa, Modric y ?zil no lograron auxiliar a Alonso. Recuperado el argentino, el Madrid podr¨¢ recurrir a su formato m¨¢s habitual, el que le predispone para coger vuelo a toda pastilla. Otra cosa es que el Borussia le d¨¦ pista, lo que no ha hecho en los choques precedentes. Hasta la fecha, siempre le ha quitado paisaje a su adversario. Comedido en la sala de espera, el mejor Dortmund irrumpe cuando logra enganchar con G?tze y Reus, que le dan otra marcha y tienen al poderoso Lewandowski en su diana.
La defensa ser¨¢ reformada para disuadir el ¡®efecto Lewandowski¡¯
Detalles que de momento no ha sabido contrarrestar la pizarra de Mourinho. La Champions le concede una tercera oportunidad, la definitiva. Al Madrid ya no le vale solo con ganar por primera vez esta temporada a su oponente alem¨¢n, tendr¨¢ que hacerlo con la mayor goleada que ha requerido Mourinho desde que lleg¨® a Chamart¨ªn. Esta vez, no le basta con la calculadora y el freno de mano. Habr¨¢ que medir al t¨¦cnico y a sus jugadores en una situaci¨®n in¨¦dita en estos tres a?os. Como tantas veces a lo largo de su historia, el Madrid busca una gesta. As¨ª ha construido su leyenda. Con Juanito y otros muchos, pero con el f¨²tbol por bandera y todos a una.
¡°El partido m¨¢s importante de este club en los ¨²ltimos 10 a?os¡±, subray¨® Mourinho. En buena medida, de ¨¦l depende que sea el pen¨²ltimo y la mitolog¨ªa local le reserve el sill¨®n que a¨²n no ha merecido. En Madrid, el f¨²tbol tiene el list¨®n muy alto.
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