Wiggo, a merced del melodrama
El siciliano Nibali y el canadiense Hesjedal, ganador en 2012, a la espera del fallo del ingl¨¦s en el Giro de Italia, que empieza hoy
Aparece por N¨¢poles Alessandro Benetton, quien no solo se apellida como la marca de ropa sino que tambi¨¦n es el due?o de la marca de ropa, y declara: ¡°Que gane un joven. Italia necesita j¨®venes¡±. Lo dice y baja al parking de su hotel para hacerse una foto con los l¨ªderes de su equipo ¡ªaparte de ropa con marca, Benetton tambi¨¦n tiene bodegas de vino, y una de ellas, la Farnese, patrocina al equipo Vinos Fantini¡ª, que son Garzelli, de casi 40 a?os, y Di Luca, de 36. Bienvenidos a Italia. Bienvenidos al Giro. Bienvenidos al ciclismo, real como la vida, como el mundo.
Seguramente ni Garzelli ni Di Luca le har¨¢n un desaire a su patr¨®n, y no ganar¨¢n el Giro que hoy comienza en N¨¢poles con un sprint (y termina en Brescia el domingo 26), como tampoco ganar¨¢ seguro otro viejo, Ivan Basso, de 35 a?os, quien renunci¨® a tomar la salida en la que podr¨ªa haber sido la ¨²ltima corsa rosa del ganador de 2006 y 2010. El m¨¢s viejo de los que s¨ª que podr¨ªa ganarlo tiene 33 a?os y se llama Bradley Wiggins (Wiggo para todo el mundo desde ya), por lo que quiz¨¢s ser¨ªa injusto no considerarle al ingl¨¦s ahora sin patillas m¨¢s que viejo ciclista de explosi¨®n tard¨ªa (pues hasta que no gan¨® el Tour el a?o pasado, Wiggo no era nada, o casi nada).
Al se?or Benetton le gustar¨ªa que ganara el ingl¨¦s, seguro, y al Giro tambi¨¦n, pues no en vano el modisto de la maglia rosa 2013 es nada menos que Paul Smith, el hombre que desde Londres ha convertido al ciclismo vintage en religi¨®n hipster (y Wiggo, de Londres tambi¨¦n, es su profeta); y en general a la Italia entera, que saliva anticipando su fabuloso duelo con la estrella local, el tibur¨®n del estrecho, Vincenzo Nibali, y, amante del embrollo oper¨ªstico, en el bicentenario justamente de Verdi, disfruta del juego de amor-desamor-cuernos en que se ha embarcado Wiggo y el presunto heredero del cielo, Chris Froome.
Samuel S¨¢nchez es el espa?ol con m¨¢s poso: aspira a ganar en las Tres Cimas de Lavaredo
Aunque Froome no correr¨¢ el Giro, su pelea con Wiggo influir¨¢ tanto en lo que suceda en Italia que en N¨¢poles, donde el Vesubio y las pizzas margarita, no se habla de otra cosa. Resulta que el ¨²ltimo ganador del Tour declar¨® a principios de a?o que en 2013 su ¨²nico objetivo ser¨ªa el Giro, y que en Francia trabajar¨ªa para Froome (el que qued¨® segundo en el Tour 12). Sin embargo, seg¨²n ha ido pasando el tiempo y mejorado la forma de Wiggo ha crecido tambi¨¦n su ambici¨®n y el tono de sus palabras. ¡°No solo voy a ganar el Giro, tambi¨¦n el Tour¡±, termin¨® declarando el ingl¨¦s. Y a Froome, que le den.
Esto es Italia, por supuesto, el Giro, la carrera m¨¢s dif¨ªcil de interpretar para los no muy versados en el relato de alianzas y traiciones que trenzan cotidianas las etapas. Llegados los grandes momentos alpinos y dolom¨ªticos, que en 2013 se llaman Galibier, Stelvio, Gavia y Tres Cimas de Lavaredo, la tensi¨®n interna en el Sky, el equipo que ha reinventado los conceptos de m¨¦todo y de colectivo, podr¨ªa terminar mandando por los aires todos los valores ensayados por los ciclistas trabajadores ¡ªgrandes talentos como los colombianos Ur¨¢n y Henao, reducidos de entrada al trabajo de porteadores de ritmo en las monta?as, para que Wiggo no sufra, para que los rivales revienten¡ª y facilitar tanto la t¨¢ctica dinamitadora de Nibali como la tarea zapadora de Hesjedal. El siciliano es el rey de la emboscada, el gran rival, el tercero en discordia del pasado Tour, que este a?o ha podido a?o con los dos ingleses en sus carreteras, con Froome en la Tirreno, con Wiggo en el Trentino. El canadiense, el ganador del a?o pasado ante Purito, es un maestro en el arte de la invisibilidad, de estar sin llamar la atenci¨®n hasta que su presencia es inevitable, y la derrota.
Por Espa?a corre Samuel S¨¢nchez, que sue?a con ganar la etapa de las tres Cimas de Lavaredo, donde hace 40 a?os su ancestro asturiano Fuente, El Tarangu, hizo doblar la rodilla a Merckx.
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