¡°En Espa?a he aprendido a domarme a m¨ª mismo¡±
Hay una satisfacci¨®n primitiva en Miroslav Djukic (Serbia, 1966), que parece muy feliz de vivir entre los vestuarios y los campos de Zorrilla animando a sus jugadores a sentirse grandes. As¨ª ascendi¨® al Valladolid hace un a?o, y as¨ª lo ha convertido en uno de los equipos que mejor juegan de la Liga. Con ese esp¨ªritu atrevido visita hoy el Bernab¨¦u.
Pregunta. ?El Madrid llega mermado tras la criba de la Champions?
Respuesta. El Madrid saldr¨¢ a defender su honor. Jugaron con un equipo de suplentes en el Calder¨®n, contra un Atl¨¦tico que era segundo, y ganaron 1-2. De un partido como este no tenemos nada que perder y mucho que aprender.
P. Usted era central. ?C¨®mo se explica que no desarrollara una mentalidad m¨¢s conservadora y ahora como entrenador haga que su defensa arriesgue tanto?
Aunque nos peguen una paliza, ?somos tan importantes como el Madrid o el Bar?a!¡±
R. Prefiero que mi equipo apriete al rival arriba. Esto depende del tipo de jugador que tengas. No somos un equipo que pueda aguantar metido en el ¨¢rea porque no tenemos esta mentalidad. Atr¨¢s nos desesperamos y cometemos errores defensivos. Por eso es muy importante que funcione la presi¨®n y que podamos robar el bal¨®n lo antes posible. Alberto Bueno, Oscar, Ebert¡ Por m¨¢s que les ense?es que defiendan no tienen mentalidad defensiva suficiente. Quieren asociarse y tener la pelota. Por eso es importante que seamos agresivos. No se trata de correr m¨¢s sino de estar concentrados: si el equipo est¨¢ bien situado y presiona al mismo tiempo los recorridos son m¨¢s cortos, m¨¢s intensos y eficaces. Si el equipo est¨¢ alargado el descaste es enorme porque corres y nunca llegas. Por eso es muy importante leer las se?ales.
P. ?Qu¨¦ se?ales?
R. Hay que vivir el juego para interpretar las se?ales que el contrario emite. El rival emite una se?al en cada momento. Un rival de espaldas es una se?al de que la l¨ªnea suba para apretar. Un pase para atr¨¢s es una se?al de que hay que salir. Un pasador que levanta la cabeza¡
P. ?Qu¨¦ se?ales emite el Madrid?
R. Si ?zil recibe, taparle su zurda, porque antes de que le llegue el bal¨®n ya tiene la foto de todo el campo. Y si no puedes taparle la zurda, vigilar a Di Mar¨ªa y Cristiano, porque enseguida buscar¨¢n la profundidad. Hay que cerrar los espacios. Si Cristiano recibe al pie lejos de tu porter¨ªa no es tan peligroso. Al espacio es letal.
P. Los centrales del Valladolid no son los m¨¢s r¨¢pidos. ?No teme que llevando las l¨ªneas tan arriba les cojan la espalda?
R. Les cuento a los jugadores que cuando comenc¨¦ en el D¨¦por ¨¦ramos un equipo peque?o: tem¨ªamos a todos. Te ven¨ªan unos, te ven¨ªan otros, y mirabas c¨®mo los ibas a contrarrestar y no c¨®mo ¨ªbamos a jugar nosotros. As¨ª, llega un momento en que ni piensas c¨®mo vas a hacer t¨² las cosas porque todo depende del rival. Cuando crecimos llegaron jugadores grandes, y los vi y dije: ¡®?Ostras! Yo toda mi vida he temido a este, pero es un jugador como yo y como cualquier otro. ?Es bueno, pero no pasa nada!¡¯. Hay muchos prejuicios en la cabeza de los jugadores. Intento inculcarle a mi equipo que es tan bueno como cualquier otro. Pero claro que hay altibajos: cuando te viene uno que hasta ayer mirabas por la tele puedes retrasarte cinco metros porque agrandas la figura de estos jugadores y piensas que si te acercas te ganar¨¢n por velocidad. Esto significa que arrastras cinco metros hacia atr¨¢s al equipo, haces el campo m¨¢s grande y los centrocampistas no pueden presionar con tanta eficacia. Tu temor repercute en el equipo.
P. ?C¨®mo convence a sus jugadores?
Intento inculcarle a mi equipo que es tan bueno como cualquier otro¡±
R. Con sus propias experiencias. Yo les puedo decir misa pero hasta que ellos no tengan sus propias experiencias no se van a convencer. Esta temporada les ha servido para convencerse.
P. Ese discurso que le dio ¨¦xito en Segunda, ?no le pudo estrellar en Primera?
R. Creo ciegamente en esta mentalidad. Es muy importante tenerla. Al jugador le empieza a gustar. Todos quieren sentirse importantes, todos quieren sentir que las cosas dependen de uno mismo. Nadie quiere ser un actor secundario que corre detr¨¢s del rival intentando quitarle el bal¨®n, nadie quiere sentir que el rival es el relevante, nadie quiere sentirse un equipo peque?o. ?Que no! ?Que nosotros somos tan importantes como el Madrid o el Barcelona! Aunque nos peguen una paliza.
P. Hay grandes equipos que piensan en el rival.
R. A m¨ª no me gusta.
P. Mourinho organiza los partidos a partir del adversario.
R. Para m¨ª, mi equipo es lo m¨¢s importante. Pero luego hay matices: hay que saber c¨®mo contrarrestar un contragolpe del Madrid, hay que hacer las vigilancias porque son unas balas¡ Y hay partidos en los que el propio equipo no se siente seguro y el toque no sale fluido. En ese caso tenemos que ser inteligentes y buscar otros recursos: el plan B. El bal¨®n largo a Manucho y la segunda jugada. Hay equipos que como saben que t¨² tocas se vuelcan con todo para presionarte y robarte el bal¨®n arriba. Entonces hay que saltar esta presi¨®n con un tipo como Manucho.
P. ?Este Valladolid tiene su car¨¢cter balc¨¢nico?
R. Llevo 20 a?os en Espa?a y me he educado aqu¨ª. Pero lo que me gusta, lo que he conseguido conservar, es el esp¨ªritu guerrero, de lucha, balc¨¢nico. Aqu¨ª he aprendido a domarme a m¨ª mismo.
P. Como dicen los toreros: puerta grande o enfermer¨ªa.
R. Eso me dec¨ªa mi ayudante en la selecci¨®n sub 21 de Serbia. Jugamos un partido clave para clasificarnos para la Eurocopa contra Suecia y perdimos 0-3 en casa. Un desastre. Unas cr¨ªticas¡ Me insultaban desde la grada¡ Yo como siempre de pie¡ Fuimos a Suecia y ganamos 0-5. Nos clasificamos y fuimos subcampeones. ?l me dec¨ªa: ¡®T¨² eres un guerrero. Contigo no hay t¨¦rmino medio. ?O matas o te matan!¡¯.
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