El Valencia llega lanzado

Al final el trabajo de un entrenador se mide por una m¨¢xima ineludible: el rendimiento que saque de sus jugadores. Valverde ha mejorado a casi todo el plantel. Desde Guardado, por primera vez sorteando rivales por el callej¨®n del 10, hasta Cissokho, liberado para alcanzar la l¨ªnea de fondo. Por no hablar de un Parejo aplomado y sereno como mediocentro defensivo y un Ever Banega capaz por fin de encadenar una serie notable de partidos consecutivos. ?

Est¨¢ de dulce el Valencia, goloso con la pelota y voraz para atacar los espacios. El tercer gol retrat¨® ese gustazo. Jonas puso el bal¨®n justo donde lo hab¨ªa imaginado: raso y en diagonal a la espalda de los centrales. Acudi¨® veloz Soldado, trabado por detr¨¢s por Arribas. Expulsi¨®n y falta en la corona del ¨¢rea. A Parejo, el especialista, le falt¨® decisi¨®n para exigir su derecho. Se le adelant¨® Ever Banega, autor de una peque?a obra de arte. El golpe suave y enroscado esquiv¨® la barrera antes de abrirse y caer hacia la escuadra derecha de Andr¨¦s Fern¨¢ndez.El tercer tanto del mediocentro argentino en la Liga, un logro para ¨¦l, al descubrir que tiene gatillo.

Le falta campo al Valencia en este final de curso. Llega lanzado. Con muchas ganas de resarcirse de ese p¨¦simo arranque de campeonato, cuando era un equipo lento, previsible y aburrido. Ahora es todo lo contrario. Contagiado por el deleite de sus centrocampistas, que imponen su exquisitez t¨¦cnica a trav¨¦s de Parejo, Ever Banega, Canales (otra vez lesionado y sustituido en el descanso) y Jonas, una joya. El atacante brasile?o, tantas veces denostado en Mestalla, merecer¨ªa un monumento. La diferencia entre lo que cost¨®, 1,5 millones, procedente del Gremio de Porto Alegre, y su productividad, es abismal. Hubo una parte de la temporada, hace un par de meses, cuando la grada lo abucheaba sistem¨¢ticamente, pero Valverde lo manten¨ªa en el campo por una raz¨®n; el gol en vena. En concreto, 13 en la presente Liga, seis menos que Soldado, con quien mantiene una f¨¦rtil y duradera pareja. El tanto del valenciano, tras un fallo en el bloqueo de Andr¨¦s Fern¨¢ndez, vino precedido de un disparo con la zurda de Jonas. Es es el secreto de Jonas, la variedad de recursos: la cabeza, el regate, el pase, el tiro... Un poco de todo.

Osasuna opuso poca resistencia. Menos de media hora. Mientras le aguant¨® en pie Andr¨¦s Fern¨¢ndez a un cabezazo picado de Jonas. Al errar poco despu¨¦s su portero, se desmoron¨®. Sin profundidad ni aguante, se le acumularon las desgracias: la expulsi¨®n de Arribas, la lesi¨®n de Lolo, retirado en camilla tras haber entrado poco antes por un in¨¦dito Kike Sola, la roja tambi¨¦n para Timor por doble amarilla...

La fortaleza en el juego a¨¦reo del Valencia volvi¨® a concretarse con el regreso a la alineaci¨®n de Ricardo Costa, poderoso al entrar a cabecear un centro combado de Tino Costa. Mestalla asisti¨® feliz y relajada a la soleada cita vespertina, complacida con la superioridad de su equipo, aunque implacable una vez m¨¢s con V¨ªctor Ruiz. Este entr¨® cuando ya estaba todo decidido, para darle el entrenador un poco de ritmo, pero parte del p¨²blico, la m¨¢s rencorosa, le record¨® con silbidos el fallo de hace varias jornadas en Cornell¨¤, propiciando el gol de Sergio Garc¨ªa y el 3-3 en el minuto 93. La guinda la puso Jonas, de penalti, tras una mano del lateral Nano. Premio para un futbolista de una pieza, empe?ado en contradecir la corriente popular.