Dos penaltis al limbo

Un ¨¢rbitro nefasto consigui¨® que el Deportivo sintiera que le escamotearon la victoria en un partido en el que estuvo en el alambre, pero que pudo resolver en sus fugaces apariciones por el ¨¢rea del Atl¨¦tico. Dos penaltis dej¨® sin se?alar Ayza G¨¢mez, el ¨²ltimo en la acci¨®n que cerr¨® el partido, una contra al galope que resumi¨® lo acontecido en noventa minutos: un ir y venir sin soluciones en la zona de la verdad, siempre bajo el tamiz de las malas decisiones, las de los delanteros y, sobre todo, las del ¨¢rbitro.

El Deportivo jug¨® como un equipo peque?o. No es ning¨²n desdoro, es una realidad: pelea por salvar la categor¨ªa y enfrente ten¨ªa al tercer clasificado de la Liga. Despu¨¦s de sumar 15 de 21 puntos posibles en las ¨²ltimas seis jornadas semeja que este redivivo Deportivo reconstruido a toda mecha por Fernando V¨¢zquez puede con todo o tiene argumentos para superar a cualquier rival. No es as¨ª. En ese camino, no es poca cosa, sali¨® del descenso, pero lo hizo a costa de vencer, no sin apuros, a oponentes de un pelaje diferente al del Atl¨¦tico, otro nivel, porque adem¨¢s no hubo respiro para los chicos de Simeone, no hubo lugar al relajo despu¨¦s de dejar pasar la mayor parte de opciones de subcampeonato o en la frontera de la final copera. Fue el Atl¨¦tico de siempre, sin Arda o Diego Costa, pero con su fiereza habitual, como de costumbre nada sobrado de sutilezas en la concepci¨®n del juego, pero s¨ª pleno de tenacidad y orgullo, con la dinamita siempre preparada.

El Atl¨¦tico, que a falta de cuatro jornadas para la conclusi¨®n del campeonato ya tiene asegurada una plaza en la pr¨®xima edici¨®n de la Liga de Campeones, es m¨¢s equipo cuanto m¨¢s cerca de la porter¨ªa rival opera. Y por ah¨ª jug¨® con fuego el Deportivo, por momentos confinado en su ¨¢rea, ce?ido a posesiones fugaces. Al equipo de V¨¢zquez le conven¨ªa el respiro porque nada como la pelota para defenderse del rival, pero opt¨® en demasiadas fases del juego por dar una vuelta de tuerca, por galopar y finalizar r¨¢pido. Creci¨® al menos en cuanto sinti¨® que el Atl¨¦tico amagaba m¨¢s que daba, cuando Falcao dej¨® de aparecer o lo hizo en terrenos irrelevantes. Medr¨®, obviamente, en las contadas ocasiones que la pelota pas¨® por Valer¨®n y Juan Dom¨ªnguez, dos tipos que leen el juego por el mismo manual. Cuando encontr¨® ese pase intermedio para organizar su ataque le hizo da?o el Deportivo al Atl¨¦tico, por m¨¢s que las v¨ªas hacia Riki fueran demasiado tenues. Tanto que el futbolista que m¨¢s ensay¨® el remate ante Courtois fue el lateral Ayoze.

En ese ir y venir el partido transcurri¨® sin sustos para los porteros, s¨ª para el ¨¢rbitro. Ayza consigui¨® enervar a todos con ese estilo al pito consistente en pitar una de cada tres faltas cometidas. Una de ellas fue en el ¨¢rea del Atl¨¦tico, un penalti de Miranda a Bruno Gama. Al margen de los desastres arbitrales, durante una hora larga, o m¨¢s bien una larga hora, apenas hubo m¨¢s producci¨®n. A estas alturas destaparse es un riesgo que hay que saber medir y el Deportivo ya se ha exhibido en cueros bastantes meses esta temporada. El paso de los minutos le invit¨® a juntarse a¨²n m¨¢s, a no ofrecer rendijas. Tras sumar de tres en tres ante sus rivales directos, el Deportivo ha percibido la importancia que tienen los empates, que todo ayuda a la suma final. Ya lleva tres consecutivos. Por eso se guard¨® ante un Atl¨¦tico que nunca dej¨® de ser codicioso al menos intenciones y en el que Simeone concedi¨® poco m¨¢s de un cuarto de hora a ?liver, que mostr¨® retazos de la jerarqu¨ªa que se le anuncia. Con ¨¦l, con Arda, que entr¨® por un irrelevante Cebolla Rodr¨ªguez, con Adri¨¢n y Falcao, busc¨® un segundo aliento y encontr¨® el manejo que antes le hab¨ªa faltado. Para entonces primaba el cansancio, las medulares ya no ajustaban tanto y el repliegue era m¨¢s moroso. Se mostr¨® Gabi con un zapatazo a la escuadra y un gol del Atl¨¦tico, en un bal¨®n cruzado que pas¨® ante defensores y atacantes, se cay¨® del marcador por fuera de juego se?alado por el asistente de Ayza. Eran demasiados sustos como para que el Deportivo no firmara con alivio el empate final, pero sobre la hora una contra culminada por Evaldo se estrell¨® en el brazo de Juanfran. Y Ayza entonces, por segunda vez, reneg¨® del punto de penalti.