Lo viejo, lo nuevo, lo rosa

Como una boda, un festejo ca¨®tico y delirante, el Giro y sus gentes se lanzaron pendiente abajo desde la monta?a hacia el mar, el c¨¢lido Tirreno, tan oscuro en la costa amalfitana la tarde gris. Al final, hechas las cuentas, curados los heridos, consolados los derrotados, un simb¨®lico intercambio del s¨ªmbolo m¨¢ximo: despu¨¦s de pasar un d¨ªa en el cuerpo el joven siciliano Salvatore Puccio, la maglia rosa transmigr¨® al de otro debutante italiano, Luca Paolini, quien ni es joven (tiene 36 a?os) ni representa al nuevo ciclismo tan deseado, sino m¨¢s bien al viejo, al de los m¨¦dicos m¨¢gicos y sus pociones ahora perseguidos que dictaban el orden cuando el nuevo l¨ªder comenz¨® como ciclista profesional, hace 14 a?os.

Como bien saben en el Sky nada se escapa a la l¨®gica, y nunca el Giro, y menos una etapa, la tercera de un Giro que se anuncia interminable y salvaje, corrida, como se esperaba, como una cl¨¢sica, como si el ma?ana no contara. La l¨®gica del Sky, claro, es otra cosa, no la l¨®gica del caos y el riesgo voluntariamente instaurados camino de Marina di Ascea por gentes como Hesjedal y Nibali, los m¨¢ximos desafiantes, incendiarios que saben que nada perturba al favorito Wiggo tanto como la incertidumbre, el no poder prever qu¨¦ pasara d¨ªas despu¨¦s, y planificarlo; que saben tambi¨¦n que nada desgasta m¨¢s que el nerviosismo, el insomnio provocado en aquel que quiere anticiparse a todas las emboscadas posibles y vive con la tensi¨®n del que desespera. Sin embargo, pese a ser el s¨ªmbolo pedaleante del m¨¦todo Sky ¨Cun equipo que env¨ªa un email la v¨ªspera de las carreras a sus chicos detall¨¢ndoles como en un formulario sus responsabilidades, tareas y objetivos para los d¨ªas siguientes; un equipo cuyo patr¨®n, otro caballero brit¨¢nico, sir David Brailsford, quiso apagar ayer el incendio que se declarar¨¢ en julio anunciando que oficialmente su l¨ªder para el Tour ser¨¢ Froome y no el ganador de 2012, tan empe?ado en el Giro--, Wiggo se manej¨® tranquilo en los vaivenes del descenso loco y peligroso.

Paolini arriesg¨® como un juvenil, gan¨® y se toc¨® el casco al ganar, dedicatoria a su padre, operado de un tumor

El ingl¨¦s dej¨® que los atacantes fogosos se marcaran entre s¨ª, se neutralizaran, que todo su beneficio fueran los 8s de bonificaci¨®n sudados por Hesjedal (12s se llev¨® Evans, otro veterano que supo no ponerse nervioso). De su ardor mutuo el gran beneficiado fue Paolini, dicho Gerva por Gervasoni, un personaje de una serie c¨®mica de la televisi¨®n italiana, quien fue el m¨¢s valiente y el m¨¢s fr¨ªo a la hora de tomar una decisi¨®n. Arriesg¨® como un juvenil, gan¨® como un veterano.