Una fiesta tan larga como la Liga
Los jugadores empezaron a celebrar el t¨ªtulo la noche anterior a la victoria en el Calder¨®n

Cuenta la leyenda de los British Lions que durante una gira por Sud¨¢frica el entrenador esper¨® a sus chicos a la puerta del hotel la ma?ana antes de un partido. Seg¨²n iban llegando era f¨¢cil decidir quien jugaba: bastaba con diferenciar entre los que hablaban y pod¨ªan caminar y los que no. Ni por asomo lo de ayer por la ma?ana es comparable, nadie lleg¨® traspuesto a la cita en el Camp Nou, que el grupo se cuida y es profesional. Pero sabe bien Tito Vilanova que a sus chicos no pod¨ªa pararles la noche del s¨¢bado. Tan pronto pit¨® el ¨¢rbitro en Cornell¨¤, empez¨® la fiesta de celebraci¨®n por el primer t¨ªtulo de la era Vilanova, moderada, eso s¨ª, que el domingo hab¨ªa partido. Hubo fiesta, s¨ª, corta, intensa, sentida, comedida, pero fiesta al fin y al cabo, que merecida la ten¨ªan, porque no todas las semanas, ni todos los a?os, se gana un t¨ªtulo como este. No hubo excesos, pero s¨ª mucha alegr¨ªa. Normal. Para muchos fue la primera, para otros, seguramente, la ¨²ltima. Para Xavi, la s¨¦ptima, lo que le encumbra al olimpo de los escogidos.
Se not¨® en el ambiente durante el vuelo de ida que el de ayer no era un desplazamiento especial. Fue el viaje de ida y vuelta a Madrid de unos campeones que no se cansan de ganar. Hubo guerra de bolas de papel, porque ser campe¨®n es lo que tiene: genera buen humor. Se comportaron, que ten¨ªan faena por resolver. Y resuelto el tr¨¢mite, por mucho que no jugaran un buen partido, de nuevo retomaron el hilo a una celebraci¨®n que, esta vez s¨ª, promete ser larga como la Liga n¨²mero 22 de la historia del Barcelona, ¡°la m¨¢s humana¡± seg¨²n Sandro Rosell, al que ayer acompa?¨® a la capital su mujer, Marta.
Resuelto el tr¨¢mite de nuevo retomaron el hilo a la celebraci¨®n
El equipo festej¨® sobre el c¨¦sped del Manzanares con los pocos aficionados que se acercaron al estadio colchonero: una celebraci¨®n t¨ªmida, que tampoco daba para mucho. Tiempo habr¨¢ durante la r¨²a, la tarde de este lunes, con sorprendente y nuevo recorrido que acaba, casualidades de la vida, casi a las puertas del domicilio particular del presidente Rosell. Se festej¨® en el vestuario, porque a los jugadores el cuerpo les ped¨ªa jarana. El Calder¨®n lo abandonaron vestidos para la ocasi¨®n, con la camiseta conmemorativa del t¨ªtulo. La de este a?o honra tambi¨¦n la memoria de las 21 ligas anteriores, en la parte frontal, de la Liga de la temporada 1928-29 a la de este a?o, combinadas en tres franjas blaugrana encabezadas con la palabra Campions en letras doradas. A la espalda, los dorsales y nombres de los jugadores que han participado en el campeonato, incluido el de Masip, portero del filial, que ayer viaj¨® con el equipo a Madrid.
Los 21 pasajeros de nacionalidad israel¨ª, los 11 japoneses y los seis seguidores rusos que viajaron con el equipo preguntaban d¨®nde comprar las camisetas, mientras a su alrededor desaparec¨ªan las cervezas como por arte de magia y en la parte trasera los pocos seguidores catalanes festejaban la victoria del Olympiakos en Londres. Empezaron los c¨¢nticos de for?a Bar?a o el t¨ªpico ?campeones, o¨¦!, que se entremezclaban con la habitual sorna y burla de este tipo de celebraciones: hubo dedicatoria especial a Maldonado, un sobrecargo del avi¨®n, y un mensaje a los directivos en forma de canci¨®n: ¡°Esa prima, o¨¦...¡±.
En el preludio de lo que se intu¨ªa iba a ser una noche muy larga para los jugadores, Piqu¨¦, que durante el vuelo ejerci¨® de disc jockey en la parte delantera, roci¨® con cava a los aficionados poco antes de aterrizar en El Prat. Ten¨ªan ganas de mambo y bien merecido que lo tienen. Son campeones. Si la liga ha sido larga, la fiesta promete estar a la altura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.