Intxausti y los peque?os detalles

Que Be?at Intxausti es de fuego, voluntad incontenible, no es noticia nueva en este Giro. El l¨ªder del Movistar lo prueba d¨ªa a d¨ªa desde la salida de N¨¢poles: con su maglia rosa fugaz cuando el diluvio de Pescara, con el sprint desaforado con Evans por la quinta plaza en la llegada a Florencia (aunque ¨¦l, como Evans, como tres puestos por delante Betancur, cre¨ªa que peleaba por la victoria de etapa, tan ca¨®tico es el pelot¨®n, tan despistados andan los ciclistas, el d¨ªa que los pinganillos sufren interferencias o llueve), con su ataque breve antes de lo m¨¢s duro, el 20%, en el ascenso el martes al altiplano del Montasio, el hermano feo del Zoncolan¡­

Que Intxausti, vizca¨ªno de 27 a?os, es un ciclista moderno, de estos que saben que la diferencia la marca la suma de peque?os detalles (las ganancias marginales que dicen en el Sky, los maestros de la modernidad, o el arte del redondeo al alza que practican los tenderos desde la prehistoria) est¨¢ tambi¨¦n fuera de toda duda, pero por si acaso lo volvi¨® a demostrar en el ¨²ltimo kil¨®metro de la llegada a Vajont, donde atac¨® al pelot¨®n por detr¨¢s de la fuga gigante para conseguir en solitario la 20? plaza y una ganancia de 18s. M¨¢s que en la cantidad de segundos conseguida (escasa, pues se encontraba en la general a 4m 23s del siempre rosa Vincenzo Nibali) su movimiento audaz tuvo su recompensa en la calidad del tiempo: con esos segundos avanza dos puestos en la general (ya es noveno) y sobre todo, y ah¨ª entra la llamada ganancia marginal, permite al coche de su equipo adelantar tambi¨¦n dos puestos en la hilera de coches de equipos que sigue al pelot¨®n. El Volvo de Jos¨¦ Luis Arrieta saldr¨¢ el jueves camino de Treviso el s¨¦ptimo de la fila, con lo que eso significa de mejora en la visi¨®n de la carrera, en la mejora de la calidad de las comunicaciones y en la velocidad de intervenci¨®n en caso de necesidad (agua, pinchazos¡­).

Y por si fuera poco, el movimiento del fogoso Intxausti le sirvi¨® al Movistar para dar sentido al d¨ªa dedicado a la memoria en el Giro, ya que a su hombre en la fuga, el Cobo que a¨²n se busca despu¨¦s de ganar la Vuelta de 2011, le falt¨® en el momento clave (cuando parti¨® del grupo de 20 una locomotora de AVE de fabricaci¨®n lituana llamada Ramunas Navardauskas) justo lo que le sobra al vizca¨ªno: llama, deseo y quiz¨¢s fuerzas. Fue el d¨ªa de la memoria (se llegaba a Vajont, sobre el pueblo nuevo de Pordenone, en Friuli, al lugar en el que a¨²n persiste orgulloso e in¨²til, monumento a la estupidez hecho hormig¨®n, el dique de 260 metros, en su momento el m¨¢s alto del mundo, que embalsaba el agua del r¨ªo Piave: sobre el embalse, un d¨ªa de octubre de 1963, hace 50 a?os, cay¨® desde m¨¢s de 1.000 metros media monta?a en avalancha de millones de toneladas de roca. Del embalse surgi¨® una ola de m¨¢s de 100 metros que super¨® el dique e inund¨® el valle arrasando pueblos y vidas. Murieron 1913 personas), fue tambi¨¦n el d¨ªa m¨¢s tranquilo del Giro para el inestable Wiggo (no llovi¨®, no pinch¨®, no se cort¨®, no sufri¨®, no polemiz¨®, no se cay¨®: esto es jauja) y fue, sobre todo el d¨ªa de Navardauskas, un rodador inmenso que sin levantar su inmenso culo de su ligera bicicleta se llev¨® por delante a todo el que se podr¨ªa oponer a su avance y venci¨® destacado. Fue el de Navardauskas, de 25 a?os solo, un hombre de equipo que tambi¨¦n sprinta (bonita victoria en el ¨²ltimo Romand¨ªa) y contrarrelojea (maglia rosa un par de d¨ªas en el pasado Giro tras la contrarreloj por equipos), un triunfo magn¨ªfico para el Garmin de Bingen Fern¨¢ndez (director vizca¨ªno del equipo norteamericano de Girona), que vio el martes en las monta?as julianas, a la sombra del monte Canino, el hundimiento de su l¨ªder y raz¨®n, Ryder Hesjedal. Otro detalle, claro.

Primera etapa: 181 elevado a la 25=Wiggo en rosa

Segunda etapa: Wiggo viste de rosa a un amigo siciliano

Tercera etapa: Lo viejo, lo nuevo, lo rosa

Cuarta etapa: Robinson en los Apeninos

Quinta etapa: Wiggo y la soledad del sir

Sexta etapa: La sal del Giro

S¨¦ptima etapa: El fin del mundo en San Silvestre

Octava etapa: Nibali en rosa, comienza la carrera

Novena etapa: Insidias en la dulce Toscana

D¨¦cima etapa: Ur¨¢n gana y Nibali confirma que el peligro es Colombia