¡°Me exig¨ª demasiado¡±
¡°?Ya han pasado diez a?os? La vida pasa muy r¨¢pido¡±, se r¨ªe Juan Carlos Ferrero (Ontinyent, Valencia, 1980) cuando se le recuerda que se cumple un decenio de su t¨ªtulo de Roland Garros (2003). Aquel triunfo, conquistado 6-1, 6-3 y 6-2 contra el holand¨¦s Verkerk, propuls¨® su ascenso al n¨²mero uno del mundo y coron¨® una carrera que le fotografi¨® como el protagonista de la primera Copa Davis conquistada por Espa?a (2000). Todos sus trofeos tuvieron una cosa en com¨²n: Ferrero ganaba y miraba al cielo.
Pregunta. ?Miraba al cielo porque es usted creyente?
Siempre fui bastante temperamental. Me cog¨ªa las derrotas un poquito demasiado fuerte"
Respuesta. Creyente, no. Mi madre falleci¨® cuando yo ten¨ªa 16 a?os. Es un detalle.
P. P¨¦rdidas como esa marcan¡
R. Son cosas que te hacen madurar antes de tiempo. Cuando te pasa algo as¨ª con 16 a?os, tienes que madurar a la fuerza para seguir adelante. Fueron momentos muy complicados. A la fuerza tuve que madurar muy r¨¢pido, crecer seis o siete a?os m¨¢s de los que ten¨ªa en ese momento. Tuve que sentar la cabeza, sentarla para seguir entren¨¢ndome todos los d¨ªas sabiendo lo que acababa de pasar. Si superas cosas as¨ª, te ayuda.
P. ?Qu¨¦ es el gen ganador?
R. Algo que me viene de familia. Mi padre siempre ha sido muy muy ganador. Desde muy peque?o yo lo fui. En cualquier cosa que he hecho. Es lo que me ha hecho tirar para adelante y conseguir lo que he conseguido: tener la ambici¨®n de querer ganar siempre.
P. Siendo as¨ª, ?pesan tambi¨¦n m¨¢s las derrotas? Usted perdi¨® la final absoluta y j¨²nior de Roland Garros, la del Abierto de EEUU y la del Masters.
R. Siempre fui bastante temperamental. Me cog¨ªa las derrotas un poquito demasiado fuerte. Siempre he sido una persona muy perfeccionista. Me exig¨ªa demasiado. Me hubiera gustado cogerme las derrotas de otra manera, creo que durante mi carrera eso me habr¨ªa ayudado. Con todo pasado, me doy cuenta que de haberlo cogido todo de otra manera tal vez todo hubiera funcionado mejor. Ya no se puede hacer nada.
P. Frente a todo ese temperamento que exhibi¨® en la pista, fuera de ella le describ¨ªan como un chico emotivo, que lloraba con las pel¨ªculas, sensible a los problemas sociales.
R. Le pasa a mucha gente. Una cosa es la persona de fuera de la pista y otra el competidor. Te transformas. A Nico Almagro le pasa un poco lo mismo: fuera de la pista es un tipo muy sencillo, muy bien, y dentro se le ve con car¨¢cter. A la hora de competir pueden pasar muchas cosas. Yo dentro era muy ganador, y ese ganar, ganar, ganar a veces me hac¨ªa ser demasiado perfeccionista. Cuando no me sal¨ªa, me enfadaba de m¨¢s. Fuera de la pista soy bastante m¨¢s tranquilo. Me gusta hacer las cosas bien, pero no tan, tan, tan perfeccionista.
P. Gan¨® Roland Garros y llegaron las peticiones de aut¨®grafos, las colas de chicas pidiendo una foto, el fin del anonimato.
R. (Resopla) La vida te cambia. Cuando uno va cogiendo fama, las cosas cambian. Hay que intentar adaptarse lo m¨¢s r¨¢pido posible. Si no, te puedes pegar una buena leche.
P. ?Qu¨¦ recuerda de los preparativos de aquella final?
R. Recuerdo perfectamente la autopresi¨®n. El intentar aprovechar la oportunidad por el rival que ten¨ªa, Verkerk, que se hab¨ªa cargado a Moy¨¤ y a Coria, dos favoritos claros. Me met¨ª un poquito de demasiada presi¨®n, pero la supe canalizar bien. Tuve a mucha gente muy encima, d¨¢ndome much¨ªsimos ¨¢nimos. Me intentaron transmitir la m¨¢xima tranquilidad posible. Toni, mi entrenador, me dijo: ¡®Sal a por la final, es una gran oportunidad¡¯. Mi padre me dijo otra cosa: ¡®Subcampe¨®n ya eres, sal a ser campe¨®n¡¯. Me ayud¨® a salir con un poquito m¨¢s de motivaci¨®n si cabe. Luego, para celebrarlo, rap¨¦ a todos los que se dejaron. Unos cuantos.
P. Le entreg¨® la Copa Yannick Noah, que ahora insin¨²a el dopaje de los deportistas espa?oles. Tras el caso Fuentes y el caso Del Moral, ?est¨¢n se?alados?
R. ?ltimamente, s¨ª. En los ¨²ltimos a?os, nunca, no hab¨ªa ning¨²n tipo de se?alamiento hacia los espa?oles. Lo que pasa es que el deporte espa?ol ha triunfado de tal manera en los ¨²ltimos a?os que la gente se tiene que fijar en algo. Si no es bueno¡ te echan malas vibraciones encima. A la gente le gusta hablar m¨¢s de la cuenta.
Cuando uno va cogiendo fama, las cosas cambian. Hay que intentar adaptarse lo m¨¢s r¨¢pido posible"
P. Por talento y oportunidades, ?cree que deber¨ªa tener m¨¢s grandes?
R. Una vez me lo dijo Rafa: ¡®Deber¨ªas tener dos o tres Roland Garros¡¯. Jugu¨¦ muchas finales que no pude ganar: en el Abierto de EEUU, en Roland Garros. Es lo que hay. La sensaci¨®n es que s¨ª, que pod¨ªa haber ganado alguna cosa m¨¢s. No lleg¨®.
P. ?Qu¨¦ le falt¨® a usted para dominar en arcilla tanto como Nadal?
R. Ahora hay un poquito menos de especialistas en tierra. En aquella ¨¦poca estaban los argentinos, gente muy dura, como Gaudio o Ca?as. Hab¨ªa m¨¢s especialistas que me pod¨ªan ganar. Rafa se ha hecho dominador absoluto y hay menos jugadores de tierra y m¨¢s tenistas que pueden jugar bien en todas las superficies y no son claramente de tierra.
P. Hace duatl¨®n y juega al golf. Antes hizo parapente, salt¨® de un puente, condujo en circuitos¡ ?es un yonqui de la adrenalina?
R. S¨ª. Me gusta mucho no estar quieto, probar cosas. Por eso la variedad. Cuando est¨¢s jugando a nivel profesional, no se deben probar todas estas cosas. Iba con bastante cuidado. Ahora que tengo m¨¢s tiempo, y libertad, intento ir haciendo un poco de todo.
P. Esa adrenalina que busca, ?se la dar¨¢ la capitan¨ªa de la Davis?
R. Son cosas diferentes. Ser capit¨¢n... eso es algo que siempre es del agrado de un jugador como he sido yo, que ha tenido la suerte de vivir experiencias tan fuertes. Me gustar¨ªa. No s¨¦ si me cubrir¨ªa la adrenalina, ojal¨¢ que s¨ª. Es un puesto, un trabajo, una ilusi¨®n que est¨¢ ah¨ª. No lo veo ni cercano ni lejano. Cuando se plantee la oportunidad, que no s¨¦ cu¨¢ndo ser¨¢, la estudiaremos.
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