Los piques de Nico y Lewis

Sin la pu?alada que Sebastian Vettel le asest¨® a Mark Webber, su compa?ero en Red Bull, en el pasado Gran Premio de Malasia, lo m¨¢s probable hubiera sido que la segunda prueba del calendario pasara a la historia por el mensaje que Ross Brawn, director de la escuder¨ªa Mercedes, le transmiti¨® por la radio a Nico Rosberg a pocas vueltas para el final. El alem¨¢n circulaba el cuarto y estaba en condiciones de atacar a Lewis Hamilton, su reci¨¦n llegado vecino, cuando Brawn le inst¨® a que mantuviera la distancia. Al llegar despu¨¦s al parque cerrado, Rosberg contest¨® a su jefe y le pidi¨® que no olvidara aquello, e incluso Hamilton le agradeci¨® p¨²blicamente el gesto en la rueda de prensa de los tres ganadores. Si en la mayor¨ªa de equipos los dos pilotos guardan las formas de puertas hacia fuera pero dif¨ªcilmente compartir¨¢n aspectos de sus vidas privadas, lo que ocurre en Mercedes es la excepci¨®n que confirma la regla.

Cuando Hamilton anunci¨® su fichaje por la escuder¨ªa de la estrella a finales del a?o pasado, ya se hab¨ªa mudado a Montecarlo, al mismo edificio en el que viv¨ªa Rosberg pero una planta m¨¢s abajo. Las veces que coinciden trasladan al apartamento esa rivalidad que les acompa?a desde que, siendo unos retacos, formaron parte del mismo equipo de karting. Ese af¨¢n por competir en todo. ¡°Incluso en saber qui¨¦n pod¨ªa comer m¨¢s pizza o m¨¢s huevos¡±, dice Rosberg, ganador en esta ¨²ltima estad¨ªstica seg¨²n reconoce, con 13 de una tacada.

¡°Llevamos muchos a?os poni¨¦ndonos a prueba. Hemos competido en todo: en saber qui¨¦n puede tragarse m¨¢s yogurts o m¨¢s cereales a la vez¡±, responde Hamilton. La relaci¨®n entre ambos es tan buena que hasta puede darse el caso, como ocurri¨® este invierno, de que el brit¨¢nico llegue a casa despu¨¦s de un viaje y no tenga qu¨¦ comer. ¡°Su nevera siempre est¨¢ vac¨ªa. Entonces llama a la puerta y Vivien, mi novia, le hace algo. La ¨²ltima vez le fri¨® unas alb¨®ndigas¡±, recuerda Rosberg. El brit¨¢nico contraataca al se?alar el esmero con que su vecino se peina: ¡°Nico ama su cabello¡±. ¡°Seguro que tardas m¨¢s tiempo tu en afeitarte la cabeza que yo en peinarme¡±, le responde el alem¨¢n.

La llegada de Hamilton a Mercedes no ha significado un dolor de cabeza significativo para alguien que en los ¨²ltimos tres a?os fue el primer rival a batir de Michael Schumacher, a quien super¨® siempre y en todas las facetas, tanto en puntos como en podios. Termin¨® los tres cursos por delante del heptacampe¨®n. ¡°La relaci¨®n con Michael era distinta, aunque ¨¦l era un loco de los zapatos¡±, bromea Rosberg, de 27 a?os, uno menos que su compa?ero. Y a?ade: ¡°Lewis y yo somos casi de la misma edad, o sea que nos hacen gracia el mismo tipo de cosas. Adem¨¢s, nos conocemos desde hace much¨ªsimo tiempo. Somos m¨¢s rivales que amigos dentro de la pista, pero ocurre al contrario fuera¡±, zanja el ganador en M¨®naco, que adem¨¢s de este ¨²ltimo triunfo, acumula tres poles consecutivas por una de su colega, la que consigui¨® en China.