¡°Me ha hecho sufrir much¨ªsimo¡±
Por primera vez, Nadal cede el set inaugural en un grande y luego remonta ante Brands ¡°Tras una pelota medianamente corta, ven¨ªa una bomba. Te quedas asustado¡±, comenta Toni
¡°Ansioso¡±. ¡°Nervioso¡±. ¡°Sufriendo much¨ªsimo¡±. ¡°Asustado¡±. Las palabras que pronuncian Rafael Nadal y su equipo tras remontar en primera ronda de Roland Garros (4-6, 7-6, 6-4 y 6-3 ante el alem¨¢n Brands) no describen solo lo que le cuesta llegar hasta la victoria, tambi¨¦n cuentan la historia de un baile agarrado con un pu?ado de fantasmas.
El mallorqu¨ªn pierde el set inaugural de su primer partido en un grande por primera vez en toda su carrera en los torneos del Grand Slam. Llega al tie-break del segundo parcial y enseguida se queda atr¨¢s (0-3). Se oscurece el cielo. La grada se llena de murmullos. Por la pista, asaltada por los hirientes derechazos de Brands, revolotean recuerdos de pesadilla: Santana convirti¨¦ndose en el primer campe¨®n en perder a la primera el a?o de la defensa de su t¨ªtulo de Wimbledon (1967); el desconocido Verkerk, otro pegador, tumbando favoritos hasta llegar a la final del templo de la arcilla (2003); Albert Costa sufriendo aquel a?o de remontada en remontada para intentar retener, sin ¨¦xito, su t¨ªtulo parisino. Nadal duda. Brands tiembla: una dejada fallada por el alem¨¢n en el tie-break de la segunda manga (para un 4-2 que acaba siendo 3-3) lanza la remontada del mallorqu¨ªn, que se lleva el duelo en 2h54m.
Intent¨¦ pegar desde la primera bola para romperle el ritmo¡±, explica el alem¨¢n
¡°A la que Rafael le dejaba una pelota medianamente corta, le ven¨ªa una bomba de Brands. Te quedas asustado¡±, dice Toni Nadal, t¨ªo y t¨¦cnico del n¨²mero cuatro, tras un encuentro en el que a veces se levanta del banquillo con el pu?o apretado (¡°?Vamos Rafael!, ?For?a!¡±, grita) tanta es la tensi¨®n, tanto lo que hay en juego. ¡°Cuando t¨² te encuentras con un rival que saca muy bien, mete un gran porcentaje de primeros (73%), y se juega las bolas muy r¨¢pido, es complicado para cualquiera. Hoy [por ayer] no era un tema de ser agresivo o no, sino de salir vivos de la pista. No hab¨ªa opciones de hacer mucha cosa. La pelota ven¨ªa cada vez muy dif¨ªcil, muy encima, no hab¨ªa posibilidades (¡). No es lo mismo cuando alguien te da ritmo, que vas tirando. Al final, el brazo se te encoge. Es normal¡±.
Busqu¨¦ soluciones. Tuve mi mente bajo control todo el tiempo¡±, analiza el espa?ol
Como Soderling en Roland Garros 2009, o como Rosol en Wimbledon 2012, Brands, un tallo (1,96m, el n¨²mero 59), le roba el tiempo a Nadal. El espa?ol no puede preparar ninguna jugada. El duelo no se mide siquiera en segundos, se acelera en dolorosas cent¨¦simas. Tiro a tiro, Brands defiende su suerte. Golpe a golpe deja pasmado al mallorqu¨ªn, que no puede creerse lo que le viene de enfrente: rayos y truenos, palos y m¨¢s palos con los que derribar al tit¨¢n de la arcilla. Brands acaba con 51 ganadores y 53 errores no forzados. Eso son las cifras de un francotirador que se niega a entrar en el cuerpo a cuerpo. Los datos de un tenista dispuesto a morir matando: ¡°Intent¨¦ pegar desde la primera bola para romperle el ritmo¡±, dice luego. Sin peloteos a los que agarrarse, Nadal sobrevive desde el talento. Los dos tiros con los que cierra el tie-break, que es la llave con la que abre el duelo, son geniales.
¡°En el momento adecuado, en el tie-break, golpe¨¦ dos tiros fant¨¢sticos que probablemente me dieron el partido: una derecha (6-4) y un resto ganador de rev¨¦s paralelo (set)¡±, explica luego el heptacampe¨®n, aliviado, distendido y despeinado. ¡°En ning¨²n momento tuve la oportunidad de preparar el punto. Esa fue su t¨¢ctica y la ejecuci¨®n fue muy buena¡±, describe. ¡°Brands estaba completamente decidido a golpear la pelota todo lo fuerte que pudiera. Me puse nervioso. En todo momento busqu¨¦ soluciones. Tuve mi mente bajo control todo el tiempo. Luch¨¦. (¡) ?l eligi¨® hacer una cosa extrema, que te puede salir o no, y me ha tenido sufriendo much¨ªsimo¡±. Nadal se cruzar¨¢ ahora con Klizan. El eslovaco llega habiendo visto dos cosas: c¨®mo se puede encadenar al heptacampe¨®n y c¨®mo ¨¦ste rompe cualquier cadena. En Par¨ªs, Nadal sigue vivo para luchar otro d¨ªa.
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