Un Nadal de claroscuros

Fabio Fognini vende cara su derrota: cuando Rafael Nadal le descabalga 7-6, 6-4 y 6-4 en tercera ronda de Roland Garros, el n¨²mero 29 mundial sabe que se adelant¨® dos veces con break en la primera manga, por la que lleg¨® a sacar; que salv¨® cinco bolas de set en ese parcial; que le neg¨® once pelotas de rotura a lo largo del encuentro a su contrario; que del 1-5 de la tercera manga escal¨® al 4-5; y que si no sali¨® vencedor es porque un Nadal gris sigue siendo mucho Nadal sobre tierra. Competitivo siempre, el n¨²mero cuatro mundial fue arreglando los problemas en los que se hab¨ªa metido ¨¦l mismo, mayormente con sus errores no forzados de derecha, y celebr¨® con victoria la pen¨²ltima parada del marat¨®n al que le ha obligado el par¨®n por la lluvia del jueves: si el lunes vence a Kei Nishikori, Nadal habr¨¢ ganado tres partidos en cuatro d¨ªas para estar en cuartos.

Durante el duelo de tercera ronda, Fognini pelea desde el talento. Tenista de gran coordinaci¨®n y fluidez, ataca cada pelota con una sencillez sorprendente, la reservada a los nacidos para jugar con raqueta. No importa su estatura (1,78m) ni su peso (74 kilos). Fuerte como un roble, saca bien y tiene mano para el contraataque y la defensa. A Nadal le cuesta desbordarle. Fognini llega a recuperarle espectacularmente una pelota en el tie-break, abri¨¦ndose de piernas, de espaldas a la red y en carrera, un imposible (acaba perdiendo el punto). Sin embargo, solo Novak Djokovic puede intentar ganar al espa?ol desde el ritmo. Como el serbio, el italiano termina muchos de sus golpes con un rev¨¦s cruzado, atacando la derecha de Nadal, ah¨ª donde el mallorqu¨ªn m¨¢s sufre. Al contrario que el serbio, Fognini se anula varias veces a s¨ª mismo en la red y no encuentra esa segunda marcha con la que superar al tit¨¢n de la arcilla, la aceleraci¨®n necesaria para hacer bueno el plan de Jos¨¦ Perlas, el gur¨² que se sienta en su banquillo.

El n¨²mero 29 acaba con 51 golpes ganadores, el testimonio de su calidad y tambi¨¦n de lo cortas que a veces se quedan las pelotas de su contrario, que firma 40 errores no forzados.

¡°?Fabio! ?Fabio!¡±, grita la central, que tambi¨¦n tiene aliento para su campe¨®n: ¡°?Rafa! ?Rafa!¡±, retumba.

Las dudas con la derecha marcan el partido de Nadal. Una de las que nunca falla le impide anotarse el primer set con 5-4 y bola de break. Otra de las que suele dominar con los ojos cerrados entrega una rotura que deja a Fognini sacando por la primera manga. Solo la irregularidad del italiano, tan genial como a veces precipitado, impide que el espa?ol tenga que enfrentarse a la tercera remontada en otros tantos partidos parisinos. El n¨²mero 29 acaba con 51 golpes ganadores, el testimonio de su calidad y tambi¨¦n de lo cortas que a veces se quedan las pelotas de su contrario, que firma 40 errores no forzados.

Y pese a todo, Nadal gana en 2h 45m, se?al de que su pelota pesa mucho, de que est¨¢ afilada su cabeza, de que Par¨ªs para el espa?ol no es cualquier cosa. En su templo, el heptacampe¨®n gobierna haya sol o tormenta, en el convencimiento y las dudas, con luces y sombras.