A la final por la v¨ªa r¨¢pida

Un rodillo envuelto en camiseta azulgrana pas¨® por encima del parqu¨¦ del Lanxess Arena, y se meti¨® en la tercera final en los ¨²ltimos cuatro a?os, la octava ocasi¨®n en diez que un equipo espa?ol disputa el m¨¢ximo cetro continental. Lo hizo sin necesidad de pisar el acelerador, apenas un tramo en la segunda parte fue suficiente para que los azulgrana doblegasen a un d¨¦bil Kielce. El Bar?a optar¨¢ a su novena Copa de Europa ante el Hamburgo, que alcanza la final por primera vez despu¨¦s de liquidar (33-39) al actual campe¨®n, el Kiel, en un recital atacante.

Los de Xavi Pascual no se vieron por detr¨¢s en el marcador en los 60 minutos. El conjunto polaco, que llegaba con la vitola de la cenicienta para unos, de tapado para otros, no consigui¨® desarmar a los azulgrana, que hicieron valer su experiencia en partidos de alcurnia como estos. El Kielce alcanzaba por primera vez una final a cuatro, soberbio premio para los de Wenta, a buen seguro un rival inc¨®modo para a?os venideros. El exjugador de Bidasoa y Barcelona es el gran art¨ªfice del crecimiento del club, propiedad del exjugador del Ajax Bertus Servaas, que contar¨¢ con uno de los presupuestos m¨¢s altos de Europa (10 millones), y que m¨¢s all¨¢ de armar un puzle a base de estrellas, desde hace a?os ha desarrollado un buen trabajo con los m¨¢s j¨®venes.

De nada le sirvi¨® al Kielce haber perdido solo un partido en el camino hacia Colonia. Llegado el d¨ªa, Zorman, Cupic y compa?¨ªa empeque?ecieron ante un Bar?a que se agarr¨® al ca?¨®n de Rutenka y al muro de Sterbik para sacar adelante un partido ni mucho menos brillante de los de Pasqui, a pesar de la diferencia que reflej¨® el luminoso. El bielorruso, infalible en los siete metros, quiere su sexta Copa de Europa, igualar as¨ª a Garralda, y caminar hacia el r¨¦cord de Barrufet, O`Callaghan y Xepkin para batirlo y convertirse en el primer jugador en tener ocho Ligas de Campeones.

Bajo los palos, la pesadilla de Senta fren¨® cualquier intento de acercamiento de los polacos en el marcador, sobre todo en la primera parte. Una garant¨ªa, la de Sterbik, que permiti¨® el descanso de Saric, que jugar¨¢, salvo contratiempo, la final. En la ¨²ltima que disput¨®, hace dos a?os, desesper¨® al Ciudad Real y fue el art¨ªfice de la ¨²ltima Copa de Europa que luce en las vitrinas del Bar?a.

Pasqui despleg¨® su extenso fondo de armario, sabedor de que cualquier minuto de refresco ser¨¢ decisivo para la final. Los azulgrana se permitieron no tener que desplegar el muro defensivo y poder dosificar as¨ª a Jernemyr, Viran y Sorhaindo, que ante cualquiera de los dos equipos alemanes est¨¢n conminados a ser uno de los factores que puedan decantar la final.

M¨¢s sintom¨¢tico fue comprobar que m¨¢s all¨¢ de Rutenka, el Bar?a sigue padeciendo en el lanzamiento exterior. Montoro y Gurbindo est¨¢n alg¨²n pelda?o por debajo de lo que se espera de una primera l¨ªnea como la azulgrana. Si acaso el lateral navarro, en el segundo tramo del partido, consigui¨® difuminar la ¨²nica carencia del aspirante al t¨ªtulo. Un d¨¦ficit que se palia desde los extremos, con gente como V¨ªctor Tom¨¤s, que podr¨ªa levantar su primera Champions como capit¨¢n. O Juan¨ªn Garc¨ªa, de dulce, con cinco goles en el primer partido despu¨¦s de que se anunciara su regres¨® a la selecci¨®n.