Lorenzo es una m¨¢quina

Cruz¨® la meta y con sus brazos imit¨® el movimiento de la mamba negra, cuyo ataque, r¨¢pido, es letal. Tambi¨¦n lo fue el suyo en Mugello. Jorge Lorenzo acometi¨® su plan tal y como estaba previsto. Cre¨ªa que ten¨ªa mejor ritmo que sus rivales. As¨ª que, como Pedrosa le hab¨ªa arrebatado la polede manera inesperada, el mallorqu¨ªn hab¨ªa planeado ir en su b¨²squeda ya en la primera curva. Quer¨ªa dominar la carrera de principio a fin en un territorio que ya ha hecho suyo ¡ªha ganado el GP de Italia desde el 2011¡ª y de su Yamaha, casi hecho a medida para ambos, pues se deslizan como nadie por sus numerosas curvas r¨¢pidas, gracias a esa finura en cada frenada, en cada viraje, en cada cambio de direcci¨®n. Pensado y hecho. En aquella primera curva, Lorenzo le cogi¨® el interior a Pedrosa, a quien tuvo cerca, muy cerca, demasiado, quiz¨¢, pero pas¨® sin rozarle un pelo.

Se jug¨® el pellejo. Pero aquel adelantamiento, madrugador, valiente ¨C¡°Fue muy agresivo, arriesgado, casi lo toco¡±, confes¨®; ¡°Lo fue, tuve que levantar un poco la moto¡±, dijo Pedrosa¨C, fue el que le vali¨® la victoria final. Un triunfo celebrado y aplaudido en el taller de Yamaha, donde este a?o se saben en inferioridad de condiciones respecto de la todopoderosa Honda, que ya le gan¨® la partida al campe¨®n del mundo en Jerez y Le Mans, escenarios habitualmente propicios para marcar diferencias con la f¨¢brica del ala dorada. No pudieron ni Pedrosa, ni M¨¢rquez, esta vez. Y eso que su rival sufr¨ªa cuando las temperaturas sub¨ªan con ese neum¨¢tico especial que Bridgestone trajo a Mugello por vez primera ¡ªuno muy similar al que se usa en Alemania o Australia, para evitar el sobrecalentamiento¡ª, con el que no ten¨ªa el agarre deseado.

Pero Lorenzo es una m¨¢quina: no pudo mantener el ritmo que ten¨ªa por la ma?ana, cuando hac¨ªa m¨¢s fr¨ªo, pero busca la perfecci¨®n y calca cada giro; si su M1 le responde, no comete errores, martillea el cron¨®metro y termina siendo inalcanzable. Como en Mugello. Sab¨ªa que era el momento de atacar y lo hizo. No hab¨ªa ganado desde Catar. Y el dominio de la RC213V amenazaba su Mundial. Pero ha vuelto (nunca se fue). Pero tiene m¨¢s compa?¨ªa que nunca. La mejor Honda de los ¨²ltimos a?os en manos de tipos como Pedrosa o M¨¢rquez es una aut¨¦ntica bala.

Y as¨ª se vio hasta que se sobrepas¨® el ecuador de la carrera. Pedrosa, l¨ªder de la clasificaci¨®n, no perdi¨® detalle de cada paso que daba su rival. Le segu¨ªa a solo una d¨¦cima de segundo, dos como m¨¢ximo, hasta que faltaban 11 vueltas para el final, cuando empez¨® a acusar el desgaste de los neum¨¢ticos y no pudo soportar ni el tir¨®n de Lorenzo, ni el empuje de M¨¢rquez. Porque el de Castellar persegu¨ªa, pero tambi¨¦n ten¨ªa perseguidores: un magullado piloto, debutante en la categor¨ªa, poco temeroso y muy afortunado. El de Cervera, que se cay¨® el viernes a casi 340km/h, corri¨® dolorido y con una peque?a fractura en el h¨²mero derecho, pero aquello no le impidi¨® aspirar a todo. Como siempre. Se enganch¨® a la rueda de Pedrosa, para evitar un sobreesfuerzo innecesario en su estado, y solo decidi¨® adelantarle al comprobar que rodaba mucho m¨¢s r¨¢pido y Lorenzo se escapaba por el horizonte.

Fue a siete vueltas del final, cuando su compa?ero de equipo pas¨® de estar a nueve d¨¦cimas a quedarse a 3,5 segundos del de Yamaha. Ah¨ª empez¨® a intentarlo. A buscar las rendijas por donde asestarle el golpe. Y las encontr¨®. Dos giros m¨¢s tarde, a cinco para el final, M¨¢rquez escog¨ªa la m¨ªtica zona de las curvas de Casanova y Savelli, enlazadas, para rebasar a Pedrosa con un cambio de direcci¨®n magistral. Aunque el espect¨¢culo, la salida maravillosa desde la sexta plaza a la tercera en dos curvas, y el esfuerzo realizado por un cuerpo dolorido, no sirvieron de nada: cuando solo le quedaban tres vueltas para terminar, cuando iba a subir al podio en segunda posici¨®n y convertirse en el piloto con el mejor arranque de la historia de MotoGP, cometi¨® un error ¨C¡°Aunque todav¨ªa no s¨¦ cual, hice todo exactamente igual que en la vuelta anterior¡±, explicar¨ªa¨C, perdi¨® el control en mitad de la curva y acab¨® en el suelo.

Fue la cuarta ca¨ªda de un fin de semana desastroso para el novato. Y el primero en el que no recibe una botella de champ¨¢n de regalo. Hab¨ªa dicho que Mugello y Montmel¨®, tan t¨¦cnicos, le medir¨ªan como aspirante al t¨ªtulo. ?D¨®nde se encuentra? ¡°En la grava¡±, dijo; ¡°hubiera firmado a principio del a?o llegar a la quinta carrera a 26 puntos del l¨ªder. He estado mejor de lo que cre¨ªa hoy. Y aunque me he ca¨ªdo no es lo mismo hacerlo cuando luchas por la segunda plaza que cuando lo haces por la sexta¡±.

El otro que termin¨® por tierra fue Rossi, quien recibi¨® un choque inesperado de la moto de ?lvaro Bautista, que le cerr¨® el paso en la primera curva. Y Crutchlow, el mejor piloto no oficial en este inicio de a?o, volvi¨® a subirse al podio, como en Le Mans, esta vez en tercera posici¨®n.